12 octubre, 2011

Irán buscó a zetas para 3 atentados; con ayuda de México, EU frustra complot

Agentes iraníes querían que el cártel matara a un diplomático y atacara dos embajadas; la conspiración contra el embajador saudí involucraba el pago de 1.5 millones de dólares

José Carreño Figueras y Georgina Olson
CIUDAD DE MÉXICO, 12 de octubre.- El gobierno de EU anunció que frustró un complot presuntamente patrocinado por sectores del gobierno iraní que intentaron contactar con Los Zetas para asesinar al embajador de Arabia Saudita en EU, además de atacar las embajadas saudita e israelí en Buenos Aires y Washington.

El Buró Federal de Investigaciones (FBI) aseveró que Manssor Arbabsiar, un iraní nacionalizado estadunidense, y Gholam Shakuri, presuntamente miembro de la “Guardia Revolucionaria” (al Qods) iraní, contactaron con quien ellos creían era un integrante del cártel mexicano, pero que en realidad era un informante de las agencias de inteligencia de EU.

Arbabsiar y el informante se reunieron al menos tres veces en México. El iraní le ofreció 1.5 millones de dólares por la muerte del diplomático saudita.

Eric Holder, procurador de EU, dijo que el gobierno mexicano colaboró para detener el complot: “Sin su ayuda no hubiéramos logrado lo que hemos anunciado”.

Arbabsiar fue detenido en Nueva York el 29 de septiembre; Shakuri sigue prófugo. Irán descartó la acusación.

Agradecen a México ayuda antiterrorista

El INM regresó a Nueva York a Manssor Arbabsiar, quien planeaba matar al embajador de Arabia Saudita en Washington D.C.

El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, agradeció ayer al gobierno de México su ayuda para detener a Manssor Arbabsiar, ciudadano estadunidense de origen iraní, quien presuntamente participaba en una conspiración para asesinar al embajador de Arabia Saudita en Washington D.C.

Las autoridades mexicanas impidieron la entrada de Arbabsiar a territorio mexicano el 28 de septiembre y lo regresaron a la ciudad de Nueva York, donde fue aprehendido.

De acuerdo con el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, Arbabsiar se reunió en México en varias ocasiones con dos agentes encubiertos de la Agencia Contra las Drogas de la Unión Americana (DEA, por sus siglas en inglés), que Arbabsiar pensaba eran de Los Zetas.

Las autoridades estadunidenses aseguran que Arbabsiar planeaba contratar a los supuestos zetas para asesinar a Adel Al-Jubeir, embajador de Arabia Saudita en Washington D.C., a cambio 1.5 millones de dólares.

Las reuniones en territorio mexicano tuvieron lugar el 24 de mayo, 14 y 17 de julio, el 9 de agosto, así como el 20 de septiembre. En conferencia de prensa, Julián Ventura, subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, expresó que dado que una Corte de Estados Unidos emitió una orden de aprensión contra Arbabsiar y existen una serie de acuerdos de cooperación entre las dos naciones, el Instituto Nacional de Migración (INM) emitió una alerta migratoria contra dicho individuo.

“El pasado 28 de septiembre el INM identificó a Arbabsiar, a quien impidió su ingreso a territorio nacional en virtud de no cumplir con los requisitos de internación previstos en la Ley General de Migración vigente y su Reglamento” dio a conocer Ventura, en una conferencia celebrada en la cancillería.

Ventura explicó que siguiendo las reglas de la organización de la aviación civil internacional y los acuerdos internacionales signados por México en la materia, Arbabsiar fue regresado al punto desde donde salió a México: Nueva York.

Allí llegó el 29 de septiembre, donde fue arrestado en el aeropuerto internacional John F. Kennedy. De acuerdo con el FBI “Arbabsiar confesó que había participado en el complot para asesinar al diplomático de Arabia Saudita… y que había sido reclutado por hombres que pertenecían a la Fuerza Qod de Irán”.

La Fuerza Qod de Irán es una unidad especial del ejército iraní de los Guardias de la Revolución Islámica, unidad que le reporta directamente al líder supremo del Irán, Ayatollah Ali Khamenei.

En sus reuniones con agentes encubiertos de la DEA, Arbabsiar les aseguró que los oficiales del ejército iraní que le ordenaron planear el asesinato del embajador Al-Jubeir, sabían que él contrataría a esos supuestos miembros de Los Zetas para realizar el asesinato.

Por otro lado, el subsecretario Ventura insistió ayer en la cancillería mexicana en que la colaboración bilateral para detener a Arbabsiar permitió “neutralizar un riesgo relevante para la seguridad nacional de México y reforzar la cooperación recíproca bilateral con Estados Unidos”.

De acuerdo con el diplomático, este episodio demostró que se cuenta con los procedimientos para prevenir la presencia en México de “individuos lesivos para la seguridad e intereses nacionales”, dijo.

Además, habló de que el gobierno mexicano mantiene su compromiso con la comunidad internacional de prevenir y combatir el terrorismo y condenó cualquier intento de lanzar actos terroristas desde territorio mexicano.

El FBI califica el plan digno de una película

El plan que Manssor Arbabsiar, un iraní nacionalizado estadunidense, y Gholam Shakuri, presuntamente miembro de la Guardia Revolucionaria (al Qods) iraní, trataban de desarrollar era tan complicado que Robert Mueller, director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), lo consideró digno de una película de Hollywood, “pero con implicaciones reales”.

El plan involucraba el pago de 1.5 millones de dólares por la muerte del embajador de Arabia Saudita en Washington, Adel Al-Jubeir, sin importar donde estuviese o cuantas personas estuvieran cerca de él.

De hecho, la presunta conspiración involucró a iraníes que buscaron la ayuda de un cártel mexicano del narcotráfico para asesinar a un diplomático saudiárabe en territorio estadunidense.

De hacerse, la película tendría que incluir un rol no especificado para las autoridades mexicanas. Eric Holder, procurador general de Estados Unidos, aseguró que la colaboración del gobierno mexicano fue instrumental para detener el complot. “No quiero entrar en muchos detalles sobre la naturaleza de la cooperación, pero fue significativa. No creo que sin ella hubiéramos sido capaces de lograr lo que hemos anunciado”, dijo en conferencia de prensa.

El hombre que hubiera ejecutado el ataque, identificado sólo como “CS-1”, era un informante pagado de las agencias de inteligencia estadunidenses que se hizo pasar como integrante de un cártel mexicano del narcotráfico, designado a su vez como “cártel de la droga #1”. De acuerdo con una descripción, “CS-1” es un narcotraficante que colabora con las autoridades tanto por dinero como por un trato para evitar ser enjuiciado en Estados Unidos.

En una declaración jurada, firmada por el agente Roberto Woloszyn, del FBI, se establece que la primera reunión en México entre Arbabsiar y “CS-1” ocurrió el 24 de mayo de este año, luego de que Arbabsiar viajara entre Texas y México. El texto de Woloszyn es el principal recuento del presunto complot y base para la causa judicial que se desarrollará en la Corte Federal del sur de Manhattan.

“CS-1” y Arbabsiar se reunieron al menos tres veces en México, entre mayo y septiembre de 2011, para convenir el “trabajo” y el pago. “CS-1”, dijo a Arbabsiar que necesitaría de “al menos” cuatro o cinco hombres para llevar adelante el plan, así como un adelanto de cien mil dólares. Su actividad lo llevó también a viajar a Irán, donde se reunía con Shakuri.

Siempre de acuerdo con la documentación estadunidense, “CS-1” indicó que había puesto una persona a vigilar los pasos del embajador Adel Al-Jubeir y que éste iba a un restaurante al menos dos veces por semana. En un momento dado comentó a su interlocutor iraní que tal vez tendría que hacer un atentado con explosivos en un restaurante que frecuenta el embajador, lo cual no importó al iraní.

Pidió igualmente que se depositara el pago por la mitad de la cifra convenida y comenzó a presionar por al pego completo. Cuando Arbabsian lo planteó a Shakuri, éste respondió que primero debían cumplir con el asesinato.

Arbabsiar fue detenido en Nueva York el 29 de septiembre, luego de que las autoridades mexicanas no le permitieran la entrada, aparentemente a petición del gobierno estadunidense. De acuerdo con documentos oficiales estadunidenses, durante el vuelo a Nueva York iba bajo vigilancia de agentes encubiertos estadunidenses.

Su viaje habia comenzado a solicitud de “CS-1”, que había pedido su presencia como “garantía” del pago de la operación de asesinato que según él, estaba lista.

Shakuri está “prófugo”. De acuerdo con la información divulgada el martes, se trataría de un alto funcionario en la Guardia Revolucionaria Islámica, una “facción” importante en el tablero político-militar iraní.

Las autoridades iraníes descartaron la denuncia como una mentira estadunidense.

El diputado republicano Mike Rogers, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara baja del congreso estadunidense, indicó, sin embargo, que la rapidez con que se tomaron las decisiones demuestra la participación de altos funcionarios iraníes.

“Este caso ilustra que vivimos en un mundo donde las fronteras y límites son cada vez más irrelevantes, un mundo donde individuos de un país buscan conspirar con un cártel narcotraficante en otro para asesinar a un funcionario extranjero en suelo estadunidense”, dijo Mueller.

Siempre según la versión oficial estadunidense, exploraban además la posibilidad de atacar las embajadas de Arabia Saudita e Israel en Buenos Aires y Washington.

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