09 octubre, 2011

La CIA y el narcotráfico

Segunda Guerra Mundial:

La Oficina de Servicios Estratégicos (OSS) y la Oficina de Inteligencia Naval (ONI), la una madre y la otra hermana de la CIA, establecen relaciones con los dirigentes de la Mafia italiana, iniciando una labor de reclutamiento en los bajos fondos de Nueva York y Chicago para que sus miembros, entre los que se cuentan Charles 'Lucky' Luciano, Meyer Lansky, Joe Adonis, y Frank Costello, ayuden a estas agencias a contactar con los capos de la Mafia siciliana, exilados por culpa de Benito Mussolini.
El objetivo es doble: por un lado evitar el sabotaje en los puertos de la Costa Este de EEUU, por otro, recabar información sobre Sicilia antes de comenzar la invasión aliada y atajar el avance del pujante Partido Comunista italiano. Encarcelado en Nueva York, Luciano es indultado por los servicios prestados durante la guerra y es deportado a Italia, donde comienza a construir un imperio basado en la heroína; en un principio mediante la diversión de suministros procedentes del mercado legal, y más tarde, creando una serie de conexiones con traficantes libaneses y turcos para que le proporcionen morfina base para sus laboratorios sicilianos. Al tiempo, la OSS y la ONI colaboran estrechamente con el hampa china, que domina la producción de grandes cantidades de opio, morfina y heroína, ayudando a la creación del tercer punto en el comercio de la heroína en la postguerra: El Triángulo Dorado, una región formada por las zonas fronterizas de Tailandia, Birmania, Laos y la provincia china de Yunan.

1947

En su primer año de existencia, la CIA continúa con la labor anticomunista de los otros servicios secretos. Mediante algunas operaciones, la CIA ayuda a la Mafia a tomar el control absoluto de Sicilia, y financia a los traficantes corsos de heroína establecidos en Marsella en su batalla contra los sindicatos comunistas por el control del puerto marsellés. Hacia 1951, Luciano y los corsos unen sus fuerzas, dando lugar a la tristemente famosa ‘French Connection”, que dominaría el mercado mundial de la heroína hasta principios de la década de los 70. Igualmente, la CIA recluta a miembros del crimen organizado en Japón para impedir el progreso del comunismo. Pocos años más tarde, la Yakuza emerge como el principal proveedor de metanfetamina en Hawai.

1950

La CIA lanza el proyecto Bluebird, con el objeto de determinar si algunas drogas pueden servir para mejorar los métodos de interrogatorio. Con el tiempo, Allen Dulles, director de la CIA por aquel entonces, instituiría un programa para ‘el uso encubierto de materiales biológicos y químicos’ como parte de la línea de investigación de la CIA en el control del comportamiento. Bajo nombres aparentemente inocuos como Project Artichoke (‘Proyecto Alcachofa’) o Project Chatter (‘Proyecto Cháchara’), estas operaciones se extienden hasta los años sesenta, con cientos de sujetos a los que se les suministran LSD y otras drogas sin su conocimiento.

1967

Manuel Antonio Noriega entra a trabajar con la CIA. Reclutado por la US Defense Intelligence Agency en 1959, Noriega se convierte en un colaborador imprescindible para la CIA, al encargarse de los servicios de inteligencia de Panamá tras el golpe de Estado de 1968, proporcionando apoyo a las operaciones encubiertas norteamericanas y facilitando el uso de Panamá como el centro de reunión de los servicios secretos estadounidenses de toda Sudamérica.

1970

Un corresponsal del Christian Science Monitor informa de que la CIA tiene conocimiento –si no forma parte- del continuo trasiego de opio desde Laos, y cita a un piloto que afirma: ‘los cargamentos de opio que salen desde el sur del país cuentan con apoyo y vigilancia de la CIA’. Por aquel entonces unos 30.000 soldados estadounidenses destinados en Vietnam son adictos a la heroína.

1972

Alfred Mc Coy, doctorado por la Universidad de Yale, publica su revelador trabajo "The Politics of Heroin in Southeast Asia," (“La Política de la heroína en el Sudeste Asiático”), descubriendo cómo la Guerra Fría y las operaciones encubiertas de los EEUU fomentaron un auge sin precedentes del tráfico de heroína en el Triángulo Dorado. La CIA intenta evitar la publicación del libro.

1973

El confidente de la CIA y nativo de Tailandia, Puttapron Khramkhruan, es detenido en relación con la incautación de 59 libras de opio en Chicago. Khramkhruan afirma que la CIA tenía pleno conocimiento de sus actividades. El Departamento de Justicia de EEUU informa de que la CIA ‘enterró el caso’ porque podría ser embarazoso a causa de la implicación de Mr. Khramkhruan en las actividades de la CIA en Tailandia, Birmania y otros países de la región.

1975

Alberto Sicilia Falcón, un exiliado cubano, es detenido por la policía mejicana con la colaboración de agentes antinarcóticos estadounidenses. Falcón declara que trabaja para la CIA: ellos le ayudaron en su negocio de narcotráfico con base en Tijuana, que producía 3,6 millones de dólares por semana. En contrapartida, él les ayudaba a transportar armas para los grupos anticastristas de Centroamérica.

1976

El director de la CIA, George Bush, paga a Noriega 110.000 dólares por sus servicios, a pesar de que, ya desde 1971, los funcionarios estadounidenses tienen evidencias de su profunda implicación en el narcotráfico.

1978

Un golpe de estado en Afganistán (apoyado por la URSS) enciende la mecha de una explosión del tráfico de heroína en el Sudoeste Asiático. El nuevo régimen marxista lanza una estricta campaña antidroga para erradicar la producción de adormidera, provocando una revuelta de las tribus semi autónomas que tradicionalmente vienen cultivando opio destinado a la exportación. Los rebeldes Mujhaidines, apoyados por la CIA, incrementan la producción para financiarse.

1980

Pese a tener conocimiento previo del tema, la CIA no hace nada para impedir que miembros del ejército boliviano, ayudados por sus homólogos argentinos, preparen un golpe de estado conocido como “El Golpe de la Cocaína”, según declaró Michael Levine, ex-agente de la DEA. En realidad, este veterano con 25 años de servicio en la DEA sostiene que la Agencia colaboró activamente en el tráfico de cocaína en Bolivia, donde los funcionarios gubernamentales a cargo de la lucha contra el narcotráfico se arriesgaban a sufrir tortura y muerte a manos de paramilitares bajo el mando del criminal de guerra nazi Klaus Barbie, también bajo protección de la CIA.

1981

Aunque la Administración Carter había dejado de pagarle, Noriega vuelve a estar en nómina cuando el presidente Reagan toma posesión de su cargo.

Janet Cooke gana el Premio Pulitzer por un artículo para el Washington Post sobre un adicto a la heroína de ocho años de edad (, "8-Year Old Heroin Addict Lives for a Fix."). La historia acaba resultando ser una completa invención. El Washington Post se disculpa: ”Vivimos en un mundo en el que tienes que aceptar a la gente por lo que dice ser. Janet Cooke, por ejemplo, decía que se había graduado en Vassar. No era cierto. Decía que hablaba portugués. No era cierto. Decía que había visto a un traficante inyectando a un niño de ocho años. Tampoco era cierto’

1982

La producción de adormidera en Afganistán pasa de 250 a 800 toneladas durante el tiempo en el que la CIA envía armas y “otro tipo de ayuda” a la guerrilla. Para 1986, el Departamento de Estado admite que Afganistán es “probablemente el mayor productor único de opio para la exportación” y “la fuente de adormidera para la mayoría de la heroína procedente del Sudoeste asiático que llega a los EEUU”. Los funcionarios estadounidenses no mueven un dedo para reducir la producción.

1985

El agente de la DEA Enrique ‘Kiki’ Camarena es secuestrado y asesinado en Méjico. Investigadores de la DEA, el FBI y el servicio de aduanas estadounidense acusan a la CIA de cerrarse en banda a sus pesquisas. Las autoridades estadounidenses declaran que la CIA está más interesada en proteger a sus contactos, incluido el capo Miguel Angel Gallardo, jefe de una banda dedicada al narcotráfico y a los secuestros.

1988

La Administración Reagan aprueba la detención de Noriega bajo cargos de narcotráfico. Los investigadores del Senado concluyen “los EEUU habían recibido gran cantidad de información sobre la implicación delictiva de altos funcionarios panameños durante casi veinte años, e hicieron muy poca cosa al respecto.

1989

El Subcomité del Senado para asuntos de Terrorismo, Narcotráfico y Comunicaciones Internacionales, encabezado por el Senador de Massachusetts, John Kerry, publica un informe de 1.166 páginas sobre la corrupción relacionada con el narcotráfico en Centroamérica y el Caribe. El Subcomité llegó a la conclusión siguiente: ‘hay evidencias suficientes de narcotráfico en la zona de conflicto por parte de Contras particulares, sus proveedores, pilotos de la Contra y mercenarios aliados de la Contra. Los funcionarios estadounidenses no fueron capaces de resolver el tema de las drogas por miedo a poner en peligro la guerra contra Nicaragua’. La investigación reveló igualmente que algunos políticos veteranos opinaban que el uso del dinero proveniente del narcotráfico era ‘la solución perfecta para los problemas de financiación de la Contra’.

1993

El empresario hondureño Eugenio Molina Osorio es arrestado en Lubbock, Texas, por vender cocaína valorada en 90.000 dólares a agentes de la DEA. Molina alega ante el juez que trabaja para la CIA en calidad de informante. Poco después, el juez recibe una carta enviada desde el cuartel general de la CIA, y el caso queda sobreseído. ‘Creo que todos se dieron cuenta de que ellos (la CIA) hacen sus negocios de una forma distinta a la del resto de la gente’, comenta el juez. Posteriormente, Molina admite que su implicación en el narcotráfico no formaba parte de su trabajo con la CIA, explicando que la Agencia le protegió por su valor como informante.

1996

El general Ramón Gullien Dávila, ex-jefe de la Guardia Nacional venezolana y agente de la CIA, es acusado en Miami de introducir 22 toneladas de cocaína en los EEUU. Más de una tonelada de esta sustancia fue introducida en el país con la aprobación de la CIA, como parte de una operación secreta cuyo objeto es detener a narcotraficantes. Esta operación no era conocida por otras agencias norteamericanas.

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