18 octubre, 2011

La embajada de Libia en España destierra a Muamar Gadafi

Musa al Kani, miembro del CNT, en la embajada de Libia en Madrid. | BERNARDO DÍAZ

Musa al Kani, miembro del CNT, en la embajada de Libia en Madrid. | BERNARDO DÍAZ

  • La nueva sede diplomática de Trípoli elimina el rastro del antiguo régimen
  • Sus empleados se abren a los medios de comunicación
  • El CNT quiere seguir el ejemplo de la transición española

"Los retratos de Gadafi los retiramos el 23 de agosto", confiesa Fathi Ben Hander, responsable de Asuntos Económicos y Comerciales de la embajada libia, con una sonrisa en el rostro. La nueva Libia ha abierto las puertas de su embajada en Madrid a los periodistas, después de décadas encerrada en el hermetismo.

La sede diplomática se encuentra en una calle cuyo nombre desata aún escalofríos por la espalda de los españoles. La calle Comandante Franco. Suena a metáfora para los libios, que ven en la transición española un ejemplo a seguir.

Franco, 40 años de dictadura en España, puede ser el 'alter ego' de Gadafi, que impuso su ley durante más de cuatro décadas en Libia. El edificio donde ahora ondea la bandera tricolor adoptada por el Consejo Nacional de Transición (CNT) era antes el Consulado de la Gran Yamahiriya, el nombre que Gadafi le dio a Libia. Un sistema político inventado, basado en el "dictado de las masas", según indica en árabe este término compuesto por la imaginación del surrealista tirano.

Hace meses, cuando los periodistas intentábamos arrancar al régimen libio un visado para viajar a Trípoli a cubrir la rebelión, el consulado -antigua legación diplomática de Países Bajos- estaba desierto y silencioso. Apenas sus funcionarios asomaban por las ventanillas o cruzaban unas palabras. Y por supuesto, nadie decía su nombre ni facilitaba su teléfono.

Hoy, los empleados se muestran amigables, ofrecen té a los periodistas y conversan sin ocultismo. "Nos llevó tiempo, pero ahora se nos abre una etapa muy bonita para vivir. Los libios que vivimos fuera podemos aportar mucho", reseña Ben Hander. "Yo era uno de los que organizaba las protestas aquí", admite ahora sin miedo a ser reprimido y en un perfecto español.

De visita en España se encuentra Musa Al Kani, miembro del CNT. Ha venido a reforzar las relaciones con España y la embajada libia vive una excelente oportunidad para presentarse ante los medios, desterrados ya los retratos de Gadafi.

"Gadafi no obstaculiza el despegue de la nueva Libia. No es más que un fugitivo"

"Nuestro objetivo principal en estos momentos sigue siendo la seguridad del país. Ahora mismo esperamos la caída definitiva de Sirte. Una vez ocurra eso, declararemos la liberación de Libia y formaremos un nuevo Gobierno", explicó Al Kani, líder tuareg que representa a los habitantes de Fezzan en el CNT.

"Queremos aprender de España y su transición", admite Al Kani en una entrevista con ELMUNDO.es. "Sin duda, es un buen ejemplo para nosotros Y esperamos que España ayude al pueblo libio con su ejemplo de cómo pasar del franquismo a una democracia", añadió.

Como han desaparecido las efigies del dictador que antes poblaban las paredes del edificio, Libia ha perdido el rastro de Muamar Gadafi. "Creo que se desplaza entre las dunas del desierto", especuló Al Kani. "Pero Gadafi, que no es más que un hombre fugitivo, no obstaculiza el despegue de la nueva Libia", concluyó.

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