03 octubre, 2011

Un tribunal de apelación declara inocente a Amanda Knox

"Yo no la maté", afirma ante un tribunal la universitaria condenada por asesinar a una amiga

Amanda Knox llega al tribunal en Perugia. / Stefano Medici (AP)

En medio de una gran expectación mediática en Italia, Estados Unidos y Reino Unido, un tribunal de apelación de Perugia ha declarado a la estadounidense Amanda Knox y a su ex novio Raffele Sollecito inocentes de la muerte de la joven británica Meredith Kercher.

En 2009, la joven universitaria fue condenada a 26 años de cárcel en primer grado; su novio, a 25

Horas antes Knox, al borde de las lágrimas, dijo que es inocente, que ni mató ni violó a Meredith Kercher. Por segunda vez en dos años, la estudiante norteamericana ha tratado de convencer al tribunal de que no fue ella quien asesinó a su compañera de piso, una inglesa de 21 años que disfrutaba de una beca Erasmus en la bella ciudad de Perugia. La madrugada del 2 de noviembre de 2007, Kercher fue violada y asesinada de 43 puñaladas. La policía no tardó en acusar del crimen a Amanda Knox y a su novio de entonces, el italiano Raffaele Sollecito, quienes –según la primera sentencia que los condenó a 26 años, a ella, y a 25, a él-- intentaron arrastrar a Meredith a una orgía de sangre y sexo. Al negarse, la mataron con la ayuda del marfileño Rudy Guede, también condenado en un juicio rápido. Hoy, el tribunal de apelación de Perugia, formado por dos jueces y seis ciudadanos, ha escuchado las palabras de Amanda y se ha encerrado para revisar la sentencia.

Ha sido una larga jornada. Al llegar al tribunal por la mañana, Amanda Knox y Raffaele Sollecito adoptaron la misma estrategia: presentarse como víctimas. Hablando en italiano, la joven norteamericana, que el día del crimen tenía 20 años, ha dicho: “Es difícil expresar lo que he sufrido en estos cuatro años. Perdí a una amiga de la manera más brutal e inexplicable posible. Y luego tuve que enfrentarme con acusaciones injustas, sin base alguna. Estoy pagando con mi vida algo que no hice. Nunca he violado, ni he asesinado ni he robado. Yo no lo hice. No estuve presente durante aquel crimen. Meredith era amiga mía. Pasaba la vida con ella. Siempre fue gentil conmigo. Ahora solo quiero volver a mi casa. No quiero ser privada de mi vida, de mi futuro…”.

Perdí a una amiga de la manera más brutal e inexplicable posible. [...] Estoy pagando con mi vida algo que no hice

Amanda Knox, condenada

Al llegar su turno, Sollecito también se ha presentado como víctima de una mala investigación de la policía y la fiscalía italiana: “No soy el don Nadie que se deja manipular y haría cualquier cosa para complacer a su Venus [así lo presenta la acusación, un títere en manos de Amanda] que es como lo presenta la acusación]. Antes de aquella noche, estaba en una situación bellísima, idílica: dentro de pocos días me iba a licenciar, tenía que defender mi tesis.... Acababa de conocer a una chica bella. La noche del 1 de noviembre solo queríamos pasar una velada tierna, abrazados. Espero que para mí y Amanda existan nuevas esperanzas, un futuro nuevo. En mi pulsera llevo escrito 'Liberi Amanda e Raffaele' [Raffaele y Amanda libres]”.

Un relato que nada tiene que ver con la versión de los fiscales Giuliano Mignini y Manuela Comodi y que respaldó el tribunal en 2009. La noche entre el 1 y el 2 de noviembre de 2007, los tres condenados llegaron juntos al piso de vía della Pergola donde ya se encontraba la joven Meredith: “Knox, Sollecito y Guede, bajo el efecto de estupefacientes y quizá del alcohol, decidieron llevar a cabo el proyecto de implicar a Meredith en un fuerte juego sexual”. Según los fiscales, la joven inglesa trató de negarse, pero la agresión desembocó “en un crescendo incontrolado, imparable, de violencia y juego sexual que acabó con la muerte de la muchacha británica”.

Mientras los 400 periodistas acreditados en Perugia esperaban el fallo del tribunal de apelación, la madre y la hermana de Meredith han intentado mantener vivo el recuerdo de la joven inglesa. “Era una muchacha cariñosa, divertida, con el sentido del humor muy afilado. Perdonar va a ser muy difícil. Meredith fue asesinada de manera brutal y eso es terrible para nosotros. Es difícil entender lo que pasó aquella noche. Estamos aquí porque queremos lograr la verdad y mantener vivo su recuerdo”.

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