Roma, 9 nov (dpa) - El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, anunció su retirada y ya solo le quedan unos cuantos días al frente del gobierno.
El magnate de 75 años anunció que dimitirá cuando se adopten las medidas de ahorro comprometidas con Bruselas. Y según se anunció hoy, ese proceso se acelerará al máximo, en un intento por calmar el nerviosismo de unos mercados que en las últimas horas dispararon la prima de riesgo de los bonos italianos.
En realidad, el proceso de aprobación de la normativa debería haberse prolongado más, pero ante la presión de los mercados el Senado y el Congreso apretarán el acelerador para dar su visto bueno antes del lunes.
Tras el trámite parlamentario Berlusconi dimitirá. No hay duda sobre ello, aseguró hoy el presidente italiano, Giorgio Napolitano. A partir de ahora todas las miradas se dirigirán hacia el jefe de Estado, que tendrá que encontrar el camino para un nuevo comienzo. Y es que Italia, la tercera economía de la zona euro, debe mostrar cuanto antes capacidad de actuación.
La decisión en manos de Napolitano: ¿nuevas elecciones?
Napolitano, ex comunista de Nápoles, no sólo es apreciado por los políticos de su país. También es desde hace tiempo el interlocutor de confianza de quienes no querían tener nada que ver con el primer ministro.
A sus 86 años, el presidente del país podría disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones inmediatamente después de que se aprueben las medidas de ahorro. Pero primero intentará encargar la formación de gobierno a alguien de su confianza, que deberá gestionar las mayorías parlamentarias. Sólo habrá elecciones anticipadas si no se consigue formar “pronto” un gobierno de transición.
El jefe de Estado sabe lo que necesita una Italia lastrada por enormes deudas, poco crecimiento y con problemas de credibilidad: debe involucrase a la mayor gente posible en la solución.
Por su parte, Berlusconi desearía que se convocaran nuevas elecciones, a las que presentaría como sucesor al secretario general de su partido Pueblo de la Libertad, Angelino Alfaro. También el líder de la Liga Norte, Umberto Bossi, apostaría por la convocatoria de comicios. Bossi, socio de gobierno de Berlusconi, aceleró el martes el fin del primer ministro al pedirle que renunciase a su cargo.
A la izquierda le falta un líder carismático
¿Y la oposición de izquierdas? Espera una oportunidad pero le falta un líder carismático. Junto al Partido Democrático suponen un importante bloque opositor que podría imponerse al centro-derecha. Pero no basta con estar contra Berlusconi. Además habría que tener un programa convincente, se escucha una y otra vez entre la aún demasiado dividida oposición.
Como respuesta a los problemas de Italia en la crisis, Napolitano podría estar pensado en un experto en economía, como el independiente y ex comisario de Competencia de la Unión Europea Mario Monti. Aunque tampoco se descarta que se decida por la “mano derecha” de Berlusconi, Giani Letta, y se le de la oportunidad de sondear sus posibilidades como primer ministro. Aun no hay nada decidido.
Lo único claro es que Italia se enfrenta a graves problemas: la brecha es cada vez mayor entre un Norte rico y un Sur empobrecido, hay una alta tasa de desempleo juvenil (sobre todo en el sur) y hace falta una mayor liberalización y menor burocracia.
Pero la principal tarea del sucesor de Berlusconi será conseguir recuperar la confianza de sus socios y también de los mercados financieros internacionales.
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