16 noviembre, 2011

Crecen las sospechas sobre una ofensiva encubierta contra Irán


Explosión en la planta de Bin Ganeh.
La explosión en la base de Bin Ganeh se sintió en Teherán, a varios kilómetros de distancia.
Asesinatos de científicos nucleares, un sofisticado ciberataque, y el fin de semana pasado, una misteriosa explosión en un arsenal que mató al "padrino" del programa iraní de misiles balísticos.
La explosión en la base de Bid Ganeh fue tan potente que mató a 17 soldados de la Guardia Revolucionaria e hizo temblar las ventanas en Teherán, a varios kilómetros de distancia.
Irán asegura que se trató de un accidente, pero pocos de los que siguen de cerca los acontecimientos en ese país se lo creen.


Se habla de que Israel está contemplando un ataque militar, en un intento desesperado por destruir el supuesto programa iraní de fabricación de una bomba atómica, pero al parecer, hace tiempo que fue puesta en marcha una operación encubierta para detenerlo.
Al menos tres científicos nucleares iraníes han muerto violentamente en los últimos dos años, y el último invierno, un virus informático cuyo nombre en clave era Stuxnet se introdujo en el sistema que controla las centrifugadoras de enriquecimiento de uranio iraní, causándoles un gran daño que ha retrasado el programa durante varios meses.
Mahan Abedin, editor de Vigilancia del Terrorismo, publicado por la Fundación Jamestown, afirma que "el asesinato de los científicos y la introducción del virus" constituyen "terrorismo de Estado".
Nadie, por supuesto, se atribuye la responsabilidad por esas acciones, pero muchos creen que los espías estadounidenses ayudaron a crear el virus, y las autoridades iraníes han acusado a Israel de estar detrás de los asesinatos.
De todos los países de la región que se sienten amenazados por Irán, a Israel es al que más alarma el programa nuclear iraní.
El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, mostró el domingo su satisfacción con la noticia de la explosión en Irán. "No conozco el alcance de esa explosión, pero sería deseable que se multiplicarán", manifestó Barak.
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Preocupación internacional

"No conozco el alcance de esa explosión, pero sería deseable que se multiplicarán"
Ehud Barak, ministro de Defensa de Israel
Muchos otros países comparten la preocupación israelí respecto al creciente poder militar de Irán, aunque no suelen expresarla en público.
El martes, un alto funcionario de un país del Golfo que solicitó el anonimato le dijo a la BBC que su recelo es creciente. "Está llegando a un punto en que el escenario se está volviendo peligroso. 2012 será un año crucial y habrá que tomar decisiones".
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En un cable diplomático estadounidense filtrado por WikiLeaks, se supo que el rey saudita Abdulá pidió a Washington que actuara más contundentemente respecto al supuesto programa de armas nucleares de Irán.
El monarca usó el lenguaje poético del desierto de Nechd, urgiendo a EE.UU. a que "cortara la cabeza de la serpiente".
Emiratos Árabes Unidos, inmerso en una larga disputa territorial con Irán por tres islas del Golfon Pérsico también ha reclamado a Occidente que contenga a Irán y que evite que se haga con una bomba nuclear.
El monarca sunita de Bahréin también considera a Irán como un vecino hostil, que se dedica a exacerbar los ánimos de la mayoría chiita bahreiní con el fin de proclamar una república islámica.
La semana pasada, el gobierno bahreiní anunció que había descubierto un complot para volar la autopista que une al país con Arabia Saudita, y añadió que los sospechosos tenían vínculos con Irán.
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"Capacidad latente"

mapa del Medio Oriente
Pero en un foro sobre Irán celebrado el lunes en Londres por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS por sus siglas en inglés), muchos expertos dijeron claramente que Irán está persiguiendo por todos los medios la consecución de la bomba y que existen pocos motivos por los que dará marcha atrás.
Refiriéndose al rápido aumento de las sanciones occidentales a Irán, el embajador británico en Teherán entre 2002 y 2006, Richard Dalton, dijo que no existe ninguna sanción que pueda cambiar la postura iraní.
Sin embargo, cuestionó que los presuntos ataques encubiertos contra Irán puedan conllevar beneficios. "Quienquiera que esté detrás de esas acciones debería defenderlas en público y no estoy seguro de que sus argumentos se pudieran sostener".
Abedin, el editor de Vigilancia del Terrorismo, cree que ni siquiera un conflicto militar podría disuadir a Teherán de su ambición de convertirse en una potencia con armas nucleares.
Mark Fitzpatrick, investigador del IISS sobre el programa nuclear de Irán no tiene dudas sobre cuál es la dirección a la que se dirige Irán.
"Creo que Irán", dijo en el foro, "ya tiene una capacidad latente de desarrollar armas nucleares".

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