El Instituto Legatum acaba de publicar el Índice de Prosperidad de 2011. El índice tiene sus fuertes del que sobresale la versatilidad de su página web de apoyo. Pero Legatum ha anunciado con bombos y platillos el erróneo resultado de que China ha eclipsado a Estados Unidos en la estrecha dimensión económica de su medida de prosperidad.
Este resultado demuestra los problemas que se dan a la hora de comparar a China con otros países ya que muchos de los datos chinos son inservibles. Algunos de los números de Legatum están claramente equivocados; también otros probablemente lo estén.
El subíndice económico de Legatum utiliza datos de otras fuentes sobre 15 indicadores económicos. Las otras fuentes son los Indicadores del Desarrollo Mundial del Banco Mundial y la Encuesta Mundial Gallup. Parecería que estos datos son fiables, pero rápidamente salieron a la luz los problemas.
El peor problema es el desempleo. Legatum utiliza la cifra oficial china que es de un 4.3%. Pero se trata de la cifra de desempleados registrados en zonas urbanas. La cifra de desempleados registrados no es una medida adecuada para el desempleo urbano y mucho menos para el desempleo rural que es mucho más elevado. Ni siquiera el gobierno chino defiende sus propias cifras como precisas, pero no está dispuesto a publicar otras.
En 2008, un centro de investigación del gobierno chino puso solamente el desempleo urbano en el 9.4%. Usando datos comparables e incluyendo el desempleo rural, el desempleo de China es casi el doble que el desempleo americano y no menos de la mitad, como Legatum estima.
Otro grave problema tiene que ver con los préstamos de dudosa recuperación (NPLs). Nadie desde fuera del gobierno chino, o probablemente desde dentro, considera que la cifra oficial de estos préstamos sea útil para medir la salud del sistema financiero chino. Esto provoca problemas ya que Pekín ha intimidado a los observadores para que retiren de circulación las estimaciones independientes de los NPLs. Por tanto, el sistema financiero chino es menos saludable que lo indicado por las cifras de los NPLs que Legatum utiliza – pero no queda muy claro cuán saludable sea.
Hay otros problemas con los datos oficiales chinos utilizados por Legatum, tales como la participación de la inversión directa “extranjera” (que en realidad es capital nacional que retorna), el suavizado de datos sobre el crecimiento del PIB, mediciones del consumo interno, inversión y así sucesivamente.
Otra cuestión que plantea Legatum es la utilización de la encuesta de Gallup. Las encuestas no se pueden separar del contexto – cómo se siente el encuestado depende de las tendencias locales. No obstante, ¿debe un índice económico comparar lo bien que se sientan los encuestados chinos por encontrar un trabajo de $10,000 anuales con la inseguridad que sientan los encuestados americanos tratando de mantener un trabajo de $50,000 anuales? ¿Se está midiendo la verdadera prosperidad económica con una cierta noción de “prosperidad psicológica”?
Legatum puede bien responder que está metido en una difícil empresa global y que hace falta sacrificar algo de precisión en aras de obtener cifras comparables en tantos países. Es cierto, pero una comparación bilateral con fundamentos tan cuestionables debería ser tratada en consecuencia, no destacada como un gran resultado.
Ahora las buenas noticias: Legatum se ha ofrecido magnánimamente a volver a analizar sus cifras para ver si cambiando las cifras oficiales de China se da una diferencia importante. Esto es más difícil de lo que parece, por ejemplo, en los préstamos de dudosa recuperación. En Heritage tenemos la intención de darles una oportunidad y les informaremos qué tan bien aguanta la aseveración de que China ha superado a Estados Unidos en prosperidad económica.
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