Ginebra, 8 nov (EFE).- La ONU confirmó hoy que más 3.500 civiles han sido asesinados en Siria desde mediados del pasado marzo por las fuerzas gubernamentales en su intento por sofocar las protestas contra el régimen de Bachar al Asad.
“La brutal represión en Siria se ha cobrado hasta ahora la vida de más de 3.500 personas“, dijo a la prensa la portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani.
Agregó que “más de 60 personas han sido asesinadas por fuerzas militares y de seguridad desde que Siria firmara el plan de pacificación auspiciado por la Liga de Estados Árabes”.
Se trata de una “hoja de ruta” firmada el pasado día 2 por el Gobierno sirio con el compromiso de cesar todas las acciones violentas, replegar a sus soldados y liberar a los detenidos durante las protestas.
De los asesinados desde que Al Asad asumiera esos compromisos incumplidos, “19 lo fueron el día de Aid al Adha”, la Fiesta del Sacrificio del calendario musulmán que se celebró el último domingo.
Shamdasani señaló que aunque el Gobierno anunció la liberación de 553 detenidos con ocasión de esa festividad, “decenas de miles permanecen detenidos y miles son detenidos arbitrariamente cada día”.
Denunció que en su estrategia represiva, las fuerzas oficiales utilizan “tanques y artillería pesada para atacar áreas residenciales en la ciudad de Homs”, que se ha erigido como bastión de la oposición y por esa razón es blanco de intensos ataques.
De acuerdo con las informaciones recogidas por el organismo de la ONU, la situación es “terrible” en el barrio de Der Balaba, en Homs, que según testimonios de los propios residentes “estuvo asediada durante siete días”, en los que no tuvieron acceso a alimentos, agua ni medicinas.
La ONU busca hacer su propia investigación sobre el alcance de las violaciones de los derechos humanos en Siria, para lo que creó una comisión compuesta por personalidades independientes, que desde hace varios meses realizan infructuosas gestiones ante las autoridades para que se les permita entrar al país.
“Estamos pidiendo y presionando al Gobierno sirio para que otorgue acceso a la comisión investigadora“, aseguró Shamdasani.
Indicó que aunque siguen sin poder entrar en Siria, los comisionados están reuniendo información de primera mano sobre lo ocurrido en el país en los últimos siete meses, para lo cual están entrevistando a víctimas directas de la represión.
Estas entrevistas se realizan en la mayoría de casos en localidades fronterizas de países vecinos, adonde esas víctimas han conseguido huir y donde viven temporalmente como refugiados.
Esos testimonios incluyen los de militares disidentes y personas heridas en ataques.
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