16 noviembre, 2011

Siria se asoma al abismo de una guerra civil

Está surgiendo el Ejército Sirio Libre, formado por desertores de las Fuerzas Armadas del presidente Al Assad. El régimen, cada vez más aislado, ha matado a más de 100 personas en las últimas 24 horas

Crédito foto: AP
El Ejército Sirio Libre (ESL), formado por prófugos de las fuerzas que responden al presidente Bashar al Assad, operan desde Turquía, el Líbano y Jordania, y ya han matado al menos a 34 agentes del régimen, que también han tenido margen de maniobra para matar a una docena de insurgentes.


Según los Comités de Coordinación Local, la plataforma opositora que se ocupa de coordinar las protestas en diversas ciudades, las autoridades sirias mataron entre este lunes y este martes a 28 personas en la región de Deraa, 13 en Homs, 6 en Idlib, 2 en Hama y 1 en Qamishli.

Aunque no ha tenido mucha difusión, desde finales de septiembre, el Ejército Sirio Libre ataca de manera continua, y algunos medios afirman que ya causan un tercio de todas las muertes que se registran en las últimas semanas. La oposición política, agrupada en torno al Consejo Nacional de Transición sirio (CNT), insisten, en cambio, en que las manifestaciones populares contra Al Assad son completamente pacíficas.

Pero la atención se centra en los crímenes del Gobierno, que dirige desde el año 2000 Al Assad. "Ya nadie espera que el gobierno de Assad responda a las demandas de la comunidad internacional. Todos queremos que el Gobierno sirio, que ahora está en el filo de la navaja, se aleje del borde del acantilado", admitió este martes el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogán. "Bashar, usted está obligado a castigar a los que atacaron la bandera turca. Queremos que el Gobierno sirio no sólo respete a los turcos en Turquía y la bandera turca, sino también a su propio pueblo".

Más explícito fue el presidente de Turquía, Abdullah Gül. "Si no se toman las medidas necesarias y se repiten los incidentes, será diferente nuestra reacción", expresó. También el rey jordano, Abdullah II, pidió un día antes a Al Assad que renunciara "por el bien del país".

China y Rusia, que están en el Consejo de Seguridad de la ONU, se han opuesto hasta ahora a cualquier tipo de sanción que pueda venir desde el organismo internacional dado su poder de veto. También han expresado su oposición a la suspensión que le aplicó la Liga Árabe a Siria.

"Nos parece incorrecto. Aquellos que han tomado esta decisión han perdido una oportunidad muy importante para hacer la situación más transparente", dijo el lunes el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov. "Esto parece planeado de antemano. Alguien realmente no quiere que los sirios se pongan de acuerdo entre ellos".

El Gobierno sirio anunció este mismo lunes la liberación de casi 1.200  presos, entre ellos, el disidente Kamal Labwani, que permanecía encarcelado desde 2005.

No obstante, las organizaciones de derechos humanos sospechan que los liberados no son presos políticos, y aseguran que miles de disidentes y opositores continúan en las prisiones sirias sin que se sepa su paradero.

El CNT, mientras, ha solicitado al Ejecutivo de Turquía la apertura de una oficina diplomática en este país. La petición aún no ha sido respondida y parece que el Gobierno turco, que pretendía erigirse como líder regional en esta crisis, no se atreve a dar este paso por las consecuencias diplomáticas que implica.

De hecho, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil Al Arabi, se reunió con representantes de la oposición siria hace unos días, pero aseguró que reconocer al CNT como el legítimo Gobierno sirio es "prematuro". Todos tienen en mente lo que pasó en Libia. 

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