PARIS (De nuestra corresponsal).– ¿Dominique Strauss-kahn era un Don Juan o un marqués de Sade? Además de sus aventuras compulsivas y sus presuntos intentos de violación, también parece haber sido un obseso sexual.
Ahora se sabe que Strauss-kahn solía utilizar sus funciones de director general del Fondo Monetario Internacional (FMI) como cobertura para organizar viajes libertinos a Lille, Bruselas, Viena, Praga, Madrid y París, y hasta había llegado a organizar fiestas en Washington con prostitutas francesas.
“Voy a Viena con una joven a recorrer clubes echangistes (donde se practica sexo grupal). ¿Quieres venir acompañado con alguna chica?”, dice en un SMS descubierto por la policía y transmitido a la justicia.
Esa nueva faceta de la personalidad de Strauss-kahn acaba de salir a la luz, de manera un poco casual, como resultado de una investigación sobre una red de prostitución que funcionaba en el Hotel Carlton de la ciudad de Lille, 200 kilómetros al norte de París.
La pesquisa sobre esa red permitió descubrir que el eje de esas fiestas era Fabrice Paszkowski, alto ejecutivo de una gran empresa que aspiraba a recibir el contrato para construir el nuevo estadio de esa ciudad.
El empresario había descubierto el flanco vulnerable de Strauss-kahn y pensaba que si el político socialista accedía a la presidencia francesa en 2012, como todo hacía prever, podía ayudarlo a ganar ese contrato y a ampliar sus negocios. Por eso se dedicó a satisfacer sus pulsiones.
La investigación sobre la red de prostitución tomó un rumbo inesperado cuando se supo que las profesionales del sexo que operaban en el Hotel Carlton de Lille habían viajado con frecuencia a París, contratadas por Paszkowski, para participar en veladas pícaras con Strauss-kahn. En diversas ocasiones se encontraron en el restaurante, bar y discoteca L’aventure, que hace honor a su nombre. Después de cenar en ese conocido lugar de la rue Victor Hugo, terminaron la noche en el Hotel Murano, ubicado en el boulevard du Temple, cerca de la Plaza de la República.
“La primera vez [Strauss-kahn y una chica] empezaron con los juegos eróticos en el restaurante”, confesó una de las prostitutas cuando fue interrogada por la policía.
Ahora se sabe que Strauss-kahn solía utilizar sus funciones de director general del Fondo Monetario Internacional (FMI) como cobertura para organizar viajes libertinos a Lille, Bruselas, Viena, Praga, Madrid y París, y hasta había llegado a organizar fiestas en Washington con prostitutas francesas.
“Voy a Viena con una joven a recorrer clubes echangistes (donde se practica sexo grupal). ¿Quieres venir acompañado con alguna chica?”, dice en un SMS descubierto por la policía y transmitido a la justicia.
Esa nueva faceta de la personalidad de Strauss-kahn acaba de salir a la luz, de manera un poco casual, como resultado de una investigación sobre una red de prostitución que funcionaba en el Hotel Carlton de la ciudad de Lille, 200 kilómetros al norte de París.
La pesquisa sobre esa red permitió descubrir que el eje de esas fiestas era Fabrice Paszkowski, alto ejecutivo de una gran empresa que aspiraba a recibir el contrato para construir el nuevo estadio de esa ciudad.
El empresario había descubierto el flanco vulnerable de Strauss-kahn y pensaba que si el político socialista accedía a la presidencia francesa en 2012, como todo hacía prever, podía ayudarlo a ganar ese contrato y a ampliar sus negocios. Por eso se dedicó a satisfacer sus pulsiones.
La investigación sobre la red de prostitución tomó un rumbo inesperado cuando se supo que las profesionales del sexo que operaban en el Hotel Carlton de Lille habían viajado con frecuencia a París, contratadas por Paszkowski, para participar en veladas pícaras con Strauss-kahn. En diversas ocasiones se encontraron en el restaurante, bar y discoteca L’aventure, que hace honor a su nombre. Después de cenar en ese conocido lugar de la rue Victor Hugo, terminaron la noche en el Hotel Murano, ubicado en el boulevard du Temple, cerca de la Plaza de la República.
“La primera vez [Strauss-kahn y una chica] empezaron con los juegos eróticos en el restaurante”, confesó una de las prostitutas cuando fue interrogada por la policía.
Ese tipo de salidas en París se repitieron en varias ocasiones. A veces, demorado por sus compromisos políticos, Strauss-kahn no podía asistir a las cenas y sólo participaba en el final de la velada en el hotel.
Por lo menos cuatro veces Paszkowski viajó a Washington acompañado por dos o tres “amigas”. En uno de esos desplazamientos, DSK los invitó a visitar la sede del FMI, donde se sacaron fotos que ahora forman parte del expediente policial. El último de esos viajes concluyó el viernes 13 de mayo, es decir 24 horas antes de la supuesta agresión sexual contra una mucama del hotel Sofitel de Nueva York.
Evidencias
Tanto los viajes como las invitaciones eran pagados por la empresa de Paszkowski, que guardaba los comprobantes de gastos y los identificaba en el dorso con la sigla DSK. Fue así como la policía terminó por descubrir que, además, Paszkowski se había convertido en cómplice de las escapadas libertinas de StraussKahn a otras ciudades.
“¿Quieres venir a Madrid a descubrir un club libertino?”, propone un SMS descubierto en el celular. ”¿Traes material?”, dice otro mensaje. La justicia no necesitó devanarse los sesos para comprender que “material” era sinónimo de “mujeres”. En otra ocasión, le escribió que proyectaba hacer “un viaje exploratorio a Madrid”. “¿Quieres venir?”, propuso.
El principal obstáculo para avanzar en la investigación reside en que, después del escándalo del Sofitel de Nueva York, Paszkowski comprendió que se hallaba en situación de extremo peligro y borró la memoria de la tarjeta de su teléfono. Pese a todo, la policía técnica consiguió recuperar una parte del contenido. De esa mínima fracción rescatada surgen los SMS comprometedores que acaban de conocerse. Pero la justicia espera terminar de descubrir rápidamente la parte oculta del iceberg que podría contener revelaciones explosivas.
Strauss-kahn reaccionó a las revelaciones publicadas por la prensa al denunciar un “linchamiento mediático”, y sus abogados pidieron que su cliente sea interrogado para aclarar su situación ante la justicia.
Esas acusaciones, en todo caso, crearon una nueva ola de desconcierto entre sus amigos socialistas, que impulsaban su candidatura presidencial. “Nunca nos imaginamos algo semejante”, declaró François Rebsamen, que fue uno de sus principales aliados.
La otra consecuencia de este nuevo episodio es que esas revelaciones parecen haber agravado la crisis que estalló en su matrimonio después del escándalo de Nueva York. Su esposa, la famosa ex periodista y millonaria Anne Sinclair, que hasta ahora lo había apoyado en forma incondicional, partió hace varios días a su residencia de Marrakech y lo dejó solo en el vasto departamento que tienen en la Plaza de Vosges.
Por lo menos cuatro veces Paszkowski viajó a Washington acompañado por dos o tres “amigas”. En uno de esos desplazamientos, DSK los invitó a visitar la sede del FMI, donde se sacaron fotos que ahora forman parte del expediente policial. El último de esos viajes concluyó el viernes 13 de mayo, es decir 24 horas antes de la supuesta agresión sexual contra una mucama del hotel Sofitel de Nueva York.
Evidencias
Tanto los viajes como las invitaciones eran pagados por la empresa de Paszkowski, que guardaba los comprobantes de gastos y los identificaba en el dorso con la sigla DSK. Fue así como la policía terminó por descubrir que, además, Paszkowski se había convertido en cómplice de las escapadas libertinas de StraussKahn a otras ciudades.
“¿Quieres venir a Madrid a descubrir un club libertino?”, propone un SMS descubierto en el celular. ”¿Traes material?”, dice otro mensaje. La justicia no necesitó devanarse los sesos para comprender que “material” era sinónimo de “mujeres”. En otra ocasión, le escribió que proyectaba hacer “un viaje exploratorio a Madrid”. “¿Quieres venir?”, propuso.
El principal obstáculo para avanzar en la investigación reside en que, después del escándalo del Sofitel de Nueva York, Paszkowski comprendió que se hallaba en situación de extremo peligro y borró la memoria de la tarjeta de su teléfono. Pese a todo, la policía técnica consiguió recuperar una parte del contenido. De esa mínima fracción rescatada surgen los SMS comprometedores que acaban de conocerse. Pero la justicia espera terminar de descubrir rápidamente la parte oculta del iceberg que podría contener revelaciones explosivas.
Strauss-kahn reaccionó a las revelaciones publicadas por la prensa al denunciar un “linchamiento mediático”, y sus abogados pidieron que su cliente sea interrogado para aclarar su situación ante la justicia.
Esas acusaciones, en todo caso, crearon una nueva ola de desconcierto entre sus amigos socialistas, que impulsaban su candidatura presidencial. “Nunca nos imaginamos algo semejante”, declaró François Rebsamen, que fue uno de sus principales aliados.
La otra consecuencia de este nuevo episodio es que esas revelaciones parecen haber agravado la crisis que estalló en su matrimonio después del escándalo de Nueva York. Su esposa, la famosa ex periodista y millonaria Anne Sinclair, que hasta ahora lo había apoyado en forma incondicional, partió hace varios días a su residencia de Marrakech y lo dejó solo en el vasto departamento que tienen en la Plaza de Vosges.
1 comentario:
A ver si con un poco de suerte DSK se atreve a hablar de ese "capitalismo" defensor de la democracia y de los "derechos individuales". Seguro que nos íbamos a encontrar más de una sorpresa.
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