15 noviembre, 2011

Una idea espeluznante

Luis González de Alba

El año transcurrido sin que los partidos políticos mexicanos se pongan de acuerdo en elegir tres consejeros que faltan al IFE, aunque incurran en abierta ilegalidad, nos da idea del panorama mexicano si el gabinete presidencial fuera sometido al acuerdo de Noroñas, Padiernas et al.


Imaginemos la pesadilla de que pasen años antes de que se apruebe un gabinete, cuando sabemos, no adivinamos, que a la inmensa mayoría de nuestros diputados y nuestras diputadas el trabajo legislativo los y las tiene despreocupados y despreocupadas: van a la Cámara a echar desmadre porque les resulta muy divertido. Luego, en grupos de cuates, se van a comer al Cardenal y nos endilgan la cuenta.




¿Cuántos y cuántas han leído las 75 páginas de la iniciativa del PRI presentada desde marzo? Trae reformas hacendarias, reducción del IVA (mediante un proceso de devolución que hará pedir facturas al comprador y eliminará evasión por el vendedor), desaparición del IETU y apertura gradual a la inversión privada en Pemex para ponerla, al menos, al nivel de la admirada pero no imitada Petrobras, levantada del suelo por el presidente Lula, que todos y todas dicen admirar pero nadie imita.


La iniciativa, presentada por el senador Beltrones a nombre del PRI, trae un resumen que hasta Noroña y Padierna podrían leer. Pero quizá supieron, de oídas, que plantea reducir el ISR a las clases medias y elevarlo a quienes ganen desde 459,500 pesos mensuales, como ganan ellos y ellas. Con los salarios que se otorgan, nuestros y nuestras legisladores y legisladoras deberían pagar un 35 por ciento de ISR. Y la idea, claro está, no les gusta nadita ni nadito.


¿Y el Régimen de Tributación Simple? Un 5 por ciento sin deducción. Ay, Dios, eso está muy difícil de leer. ¿Supones que no tenemos otras tareas? Ir a llevar lonches al nuevo plantón de los ex electricistas del SME o de Antorcha Campesina, asistir a otro fiestorrón de los muchos que los contribuyentes le pagamos al Niño Verde (apodo por su color la mañana siguiente…), con muerta y todo.


Imaginen a Padierna, que saltará trapecio de una Cámara a otra, canturreando a cada candidato y candidata postulado y postulada por la Presidencia: “Quiere llorar, quiere llorar…”, como hacía en sus tiempos de delegada para humillar a quien le pidiera atención. Y a’i se van llevando el sexenio, sin gabinete. Son perfectamente capaces, no es hipótesis, es observación.

No hay comentarios.: