06 diciembre, 2011

Colombia y la importancia de las marchas contra las FARC


Protesta contra las FARC en Colombia en 2008
Para este 6 de diciembre está convocada otra marcha contra las FARC, pero, ¿sirven de algo?
Espoleados por la indignación causada por la muerte el pasado 26 de noviembre de clic cuatro rehenes en poder de las FARC, los colombianos marcharán este martes en contra del secuestro y la violencia en varias ciudades del país. 

La actividad aspira a reeditar el éxito de la marcha antisecuestro clic de febrero de 2008, que movilizó a millones de personas para convertirse así en la mayor manifestación en la historia reciente de Colombia.
Éxito de convocatoria, se entiende.
Después de todo, la gigantesca movilización de hace más de tres años no logró que la guerrilla colombiana renunciara al secuestro y muy poca gente espera que lo propio vaya a pasar en esta ocasión.
Lo que no significa que la marcha de 2008 no haya tenido consecuencias, o que la movilización de este martes no vaya a dejar su huella en el país.
"Que la gente salga (a manifestarse) es un mensaje para los secuestradores y para el gobierno de que no permanecemos indiferentes ni insolidarios ante las atrocidades, y eso es sí mismo es un logro", le dijo a BBC Mundo Olga Lucía Muñoz, directora de la fundación País Libre, organización que trabaja en la prevención y lucha contra el secuestro en Colombia.
"Lo que también hemos averiguado con el paso del tiempo, en 20 años, es que las marchas han servido para generar conciencia en la ciudadanía", agregó.

Impacto internacional

Para Juanita León, directora del portal de análisis político La Silla Vacía, a nivel local marchas como las de este martes sirven sobre todo para ayudar a que las víctimas y familiares de los secuestrados "no se sientan tan solas".
"Fuera de eso no es tan evidente cuál es el efecto político", le dijo a BBC Mundo.
"Lo que también hemos averiguado con el paso del tiempo, en 20 años, es que las marchas han servido para generar conciencia en la ciudadanía"
Olga Lucía Muñoz, directora de la fundación País Libre
"Me parece que ellos (la guerrilla) son bastante poco permeables a este tipo de manifestaciones... A ellos lo que les importa es más tener el apoyo de la gente en sus pueblos, y ahí las lógicas son diferentes", explicó.
La directora de La Silla Vacía, sin embargo, destacó el impacto de la marcha de 2008 sobre la opinión pública internacional.
"Es más difícil para un país extranjero, para los suecos o para los noruegos jóvenes que tienen ese romanticismo y todavía apoyan (a las guerrillas), seguir creyendo que son los salvadores del pueblo cuando el pueblo se está manifestando en su contra", dijo León.
"Eso les quita como cierta imagen internacional, como cierto discurso. Lo que no hace es que se siente el secretariado y diga 'bueno vamos a suspender el secuestro porque hay una presión popular en ese sentido'", explicó.
Y León también considera que la marcha de 2008 fue bien aprovechada por el gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe, quien no dudó en presentarla como inequívoco ejemplo de apoyo a su política de seguridad.
De hecho, el interés gubernamental seguramente contribuyó al éxito de convocatoria de la movilización, originalmente convocada vía internet, que se benefició del apoyo decidido de las instituciones del estado y de los aliados del gobierno en los medios de comunicación.
Pero también hizo que la marcha se diera en un contexto de polarización que llevó a partidos como el opositor Polo Democrático a diseñar rutas alternativas para la movilización, y a la organización de clic una segunda marcha, un mes después, en repudio a los crímenes de Estado y la violencia paramilitar.

Diferencias

Las cosas, sin embargo, son muy diferentes en esta oportunidad.
Protesta contra las FARC en Colombia en 2008
La convocatoria de 2008 movilizó a centenares de miles de personas.
"Mucha gente del Polo Democrático va a marchar con un criterio diferente al que otros quieren marchar… (pero) nosotros les hemos dicho que puede ir tranquilamente", le dijo a BBC Mundo el presidente del partido, Jaime Dussán.
Y es que, como explica León, "entre los organizadores hay una gran discusión de si es una marcha contra las FARC, o contra la violencia, o a favor de los secuestrados, porque aquí en Colombia siempre hay muchas discusiones.
"Pero el ambiente de polarización no es tan grande como era en 2008", explicó.
El gobierno, por su parte, ha apoyado la marcha, pero no se ha adueñado de ella como en cierta forma lo hizo en la anterior ocasión.
Y aunque esto podría resultar en una menor participación que en 2008, también le ha conferido a la movilización una mayor significación.
La diferencia más importante, sin embargo, es que a diferencia de Uribe el presidente Juan Manuel Santos se ha declarado anuente a un diálogo de paz, aunque para ello ha pedido muestras claras de verdadera voluntad por parte de los rebeldes.
Y la primera y más evidente de esas muestras es la principal demanda de la marcha del martes: la liberación inmediata e incondicional de todos los secuestrados.

Razones diferentes

Para Dussán, esta demanda también va a ser el principal punto de coincidencia entre todos los manifestantes del martes.
"Coincidimos todos en condenar el secuestro, coincidimos todos en pedir la libertad de todos los secuestrados sin excepción", le dijo a BBC Mundo.
"Pero tenemos diferencias en las marchas porque hay sectores de la sociedad colombiana que quieren que se profundice la guerra", advirtió.
Y esa es también la opinión del congresista Iván Cepeda, quien además de pertenecer al partido Polo Democrático es miembro de la organización "Colombianos y Colombianas por la Paz".
"#Yomarchopor... ¡momento! Yo no creo en las marchas..."
Tuit de @NanowDSerpentis
"Hay muchas sensibilidades ahí mezcladas. Creo que hay gente que va a marchar con ese espíritu de buscar la paz, de rechazar todas las formas de violencia", le dijo a BBC Mundo.
"Pero también van a intentar capitalizar (la marcha) los sectores que quieren ahondar la idea de que en Colombia solamente es posible la guerra como un camino para salir del conflicto armado", agregó.
Por lo pronto, para entender mejor las diferentes motivaciones de los colombianos, varios medios locales han invitado a compartirlas por Twitter bajo la etiqueta ( hashtag ) #Yomarchopor y #Yomarchoporque
"#Yomarchopor que quiero que quede claro que #NomasFarc", fue la respuesta de @misshhk
"Yo no marcho por odio #yomarchopor la libertad INMEDIATA de los secuestrados", explicó @NaTiMaYa.
"#yomarchoporque Busco un modelo de país tolerante, donde no se trate de guerrillero o fascista a las personas por su orientación política", dijo por su parte @overdose266
Aunque, por supuesto, no faltan los escépticos.
"#Yomarchopor... ¡momento! Yo no creo en las marchas...", escribió @NanowDSerpentis.

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