10 diciembre, 2011

Controlando la Economía Global: Bilderberg, la Comisión Trilateral y la Reserva Federal Poder Global y Gobierno Global

Por Andrew Gavin Marshall


El Grupo Bilderberg y el Proyecto Unión Europea

En 1954, fue fundado el Grupo Bilderberg en Holanda, que consistía en una reunión reservada celebrada una vez al año, aglutinando aproximadamente a unas 130 personas de la élite política-financiera-militar-académica-comunicacional de América del Norte y Europa Occidental en "una red informal de personas influyentes que pueden consultarse la una a la otra de manera privada y confidencial." [1] Los participantes regulares incluyen a los CEOs o presidentes de algunas de las empresas más grandes del mundo, compañías petroleras como Royal Dutch Shell, British Petroleum, y Total SA, así como diversos monarcas europeos, banqueros internacionales, como David Rockefeller, grandes políticos, presidentes, primeros ministros, y banqueros centrales del mundo [2].

Joseph Retinger, el fundador del Grupo Bilderberg, también fue uno de los arquitectos del Mercado Común Europeo y uno de los principales líderes intelectuales de la integración europea. En 1946, dijo al Royal Institute of International Affairs (británico y organización hermana de el Council on Foreign Relations), que Europa necesitaba crear una unión federal y los países europeos deberían "renunciar a parte de su soberanía". Retinger fue un fundador del Movimiento Europeo (EM), una organización de cabildeo dedicada a la creación de una Europa federal. Retinger garantizó el apoyo financiero para el Movimiento Europeo gracias a poderosos intereses financieros estadounidenses, tales como el Council on Foreign Relations y los Rockefeller. [3] Sin embargo, es difícil distinguir entre el CFR y los Rockefeller, pues, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial, los principales fondos del CFR vinieron de la Carnegie Corporation, la Fundación Ford y, muy especialmente, la Fundación Rockefeller [4].

El Grupo Bilderberg actuó como un "reservado think-thank global", con la original misión de "vincular a los gobiernos y las economías de Europa y América del Norte en medio de la Guerra Fría."[5] Uno de los principales objetivos del Grupo Bilderberg fue la unificación de Europa en una Unión Europea. Aparte de Retinger, fundador del Grupo Bilderberg y el Movimiento Europeo, otro fundador ideológico de la integración europea fue Jean Monnet, quien creó el Comité de Acción por los Estados Unidos de Europa, una organización dedicada a promover la integración europea, y fue también un importante promotor y primer presidente de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), precursora del Mercado Común Europeo. [6]

Documentos desclasificados (publicados en 2001) pusieron de manifiesto que "la comunidad de inteligencia norteamericana realizó una campaña durante los años cincuenta y sesenta para conseguir impulso para la unidad de Europa. Financió y dirigió el movimiento federalista europeo."[7] Los documentos revelaron que, "Estados Unidos estuvo trabajando agresivamente en la sombra para empujar a Inglaterra hacia un Estado europeo. Un memorando, de fecha 26 de julio de 1950, da instrucciones para una campaña de promoción de un verdadero Parlamento Europeo. Es firmado por el general William J. Donovan, jefe de la Oficina de Servicios Estratégicos norteamericana en tiempos de guerra, precursora de la CIA". Además, "la principal herramienta de Washington para dar forma a la agenda europea es el Comité para una Europa Unida, creado en 1948. El presidente fue Donovan, que al parecer un abogado privado para entonces", y "El vicepresidente fue Allen Dulles, director de la CIA en los años cincuenta. La administración incluyó a Walter Bedell Smith, primer director de la CIA, y una lista de ex funcionarios y figuras de OSS que se movían dentro y fuera de la CIA. Los documentos demuestran que el ACUE financió el Movimiento Europeo, la más importante organización federalista de los años de posguerra". Interesantemente, "Los líderes del Movimiento Europeo - Retinger, el visionario Robert Schuman y el ex Primer Ministro belga Paul-Henri Spaak - fueron tratados como cualquier contratado a manos de patrocinadores norteamericanos. El papel de los Estados Unidos fue encargarse de las operaciones encubiertas. La financiación del ACUE provenía de las fundaciones Ford y Rockefeller, así como de grupos empresariales con estrechos lazos con el gobierno de los Estados Unidos. [8]

La Comunidad Europea del Carbón y del Acero se creó en 1951, rubricada por Francia, Alemania Occidental, Italia, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos. Recientemente, documentos de la reunión Bilderberg de 1955 muestran que un tema principal de discusión fue "la Unidad Europea" y que "El debate afirmó el apoyo a la idea de la integración y la unificación por parte de representantes de las seis naciones de la Comunidad del Carbón y del Acero presentes en la conferencia." Además, "Un orador expresó su preocupación por la necesidad de lograr una moneda común, e indicó que, en su opinión, ello necesariamente implica la creación de un centro de autoridad política". Notablemente, "Un participante estadounidense confirmó que Estados Unidos no ha debilitado su entusiasta apoyo a la idea de integración, aunque hay considerables diferencias dentro de los mismos Estados Unidos en cuanto a cómo debe ser manifestado este entusiasmo. Otro participante de Estados Unidos instó a sus amigos europeos a seguir adelante con la unificación de Europa, con menos énfasis en consideraciones ideológicas y, sobre todo, siendo prácticos y trabajando con rapidez." [9] Así, en 1955 la reunión del Grupo Bilderberg establece como agenda primaria, la creación de un mercado común europeo [10].

En 1957, dos años más tarde, se firmó el Tratado de Roma, que creó la Comunidad Económica Europea (CEE), también conocida como Comunidad Europea. Durante décadas, varios otros tratados se firmaron, y más países se unieron a la Comunidad Europea. En 1992, se firmó el Tratado de Maastricht, que dio origen a la Unión Europea y llevó a la creación del euro. En 1994 se creó el Instituto Monetario Europeo, el Banco Central Europeo fue fundado en 1998, y el euro fue lanzado en 1999. Etienne Davignon, Presidente del Grupo Bilderberg y el ex Comisario de la UE, puso de manifiesto en marzo de 2009 que el euro fue debatido y previsto en las conferencias Bilderberg. [11] Este es un ejemplo de regionalismo, la integración de toda una región del mundo, todo un continente, en una gran estructura supranacional. Esta fue una de las funciones primordiales del Grupo Bilderberg, que también viene a desempeñar un papel importante en otras cuestiones internacionales.

La Teoría de la Interdependencia

La justificación teórica para la integración y el regionalismo en la década de 1960 llegó con lo que se conoce como "teoría de la interdependencia". Uno de sus principales impulsores fue un hombre llamado Richard N. Cooper. Otros dos principales impulsores de la teoría de la interdependencia fueron Robert Keohane y Joseph Nye. Teoría de la interdependencia y sus teóricos ampliaron en gran medida los conceptos planteados por Keynes.

Richard Cooper escribió que, durante el decenio de 1960 "ha habido una fuerte tendencia hacia la interdependencia económica entre los países industrializados. Esta creciente interdependencia hace que el éxito de la búsqueda de objetivos económicos nacionales algo mucho más difícil." Asimismo, indicó que "el objetivo de una mayor integración económica involucra acuerdos internacionales que reducen el número de instrumentos de política disponibles a las autoridades nacionales para conseguir sus objetivos económicos". [12] Además, "Cooper sostiene que nuevas políticas se necesitan para hacer frente a las condiciones sin precedentes de interdependencia internacional."[13]

Cooper también se opuso al retorno de las actividades mercantilistas para que las naciones garantizaran sus objetivos económicos, con el argumento de que "invita a un nacionalismo económico cuya política de competencia está condenada al fracaso", y por lo tanto, concluye que "la coordinación de la política internacional es prácticamente el único medio para lograr los objetivos de la economía nacional en un mundo interdependiente." [14]

Keohane y Nye tienen un análisis más profundo de la interdependencia, centrándose concretamente en cómo la interdependencia transforma la política internacional. Ellos tienden a enmarcar sus conceptos en oposición ideológica a las relaciones internacionales realistas, que ven el mundo, al igual que los mercantilistas, como intrínsecamente anárquico. Keohane y Nye construyen lo que se conoce como "interdependencia compleja", donde critican al realismo. Analizan el realismo teniendo en cuenta dos aspectos principales: que los Estados son los principales actores en el escenario internacional, y que la fuerza militar internacional es fundamental en el poder. Argumentan que, "la interdependencia económica mundial ha arrojado dudas sobre estos supuestos. Las empresas transnacionales y las organizaciones nacidas de la integración económica ahora compiten con los estados por la influencia global." [15]

Keohane y Nye también discuten la pertinencia y la importancia de regímenes internacionales en la política de interdependencia, definiendo a estos regímenes como "redes de reglas, normas y procedimientos para regularizar el comportamiento." Argumentan que, "Los regímenes se ven afectados por la distribución del poder entre los estados, pero, a su vez, pueden influir de forma crítica en el proceso de negociación entre estados." [16] De nuevo, esto se opone a la noción realista y mercantilista de la esfera internacional caótica, pues un régimen puede producir y mantener el orden dentro de la escena internacional.

Los teóricos de la interdependencia tienden a argumentar que la interdependencia ha alterado el orden mundial donde se ha construido sobre la base de intereses mutuos y cooperación, en gran medida por la defensa de la idea económica liberal de un orden internacional no-caótico y de cooperación en el que todas las naciones buscan obtener un beneficio mutuo. En última instancia, justifica la continuación del proceso de integración económica mundial, en contraposición a los teóricos realistas y mercantilistas, que los teóricos de la interdependencia combaten y debaten, que justifican el uso de la fuerza en el escenario internacional en términos de lo que describe como inherentemente caótico. En teoría, los conceptos de mercantilismo y liberalismo son hostiles el uno al otro, sin embargo, no se excluyen mutuamente y, de hecho, se refuerzan mutuamente. Los eventos de toda la década de 1970 son un claro ejemplo de cómo se refuerza mutuamente la naturaleza del comportamiento mercantilista por parte de los estados, y la "interdependencia" del orden económico liberal.

Como escribiera el temprano teórico mercantilista Frederick List en lo que respecta a la integración y la unión, "Todos los ejemplos que la historia puede mostrarnos son aquellos en que impulsan la unidad política, y la unidad comercial la ha seguido. No hay un solo ejemplo que pueda ser aportado en el que ésta última haya tomado la iniciativa, y la primera creciera detrás de la misma. "[17] Parece ser que las elites han elegido el camino menos transitado en el siglo 20, con el Grupo Bilderberg persiguiendo la integración y la unión en Europa a partir de la unión comercial y avanzando a la unión política. Este concepto se manifiesta también en las nociones de teoría de la interdependencia, que se centra en la integración económica mundial mientras cambia las nociones realistas/mercantilistas de un orden internacional caótico, en tanto los Estados y otros agentes cooperan cada vez más a través de esos vínculos económicos.

El Trilateralismo

A fines de 1960, las economías de Europa Occidental (en particular Alemania Occidental) y el Japón tuvieron un rápido desarrollo y expansión. Se fortalecieron sus monedas respecto al dólar de los Estado Unidos, que estaba vinculado al precio del oro como consecuencia del sistema de Bretton Woods, el cual, a través del FMI, establecía un sistema monetario internacional basado en el dólar vinculado al oro. Sin embargo, con el crecimiento de Alemania Occidental y Japón, “desde finales de la década de 1960 el sistema ya no podía esperar realizar sus funciones anteriores para los intercambios medios e internacionales, y como sustituto del patrón oro". Encima de todo, para mantener su vasto imperio, Estados Unidos había desarrollado una gran balanza de pagos deficitaria. [18]

Richard Nixon tomó medidas decisivas, a las muchos a que se refieren como "proteccionistas" y, en 1971, puso fin a la vinculación del dólar al oro, lo que "dio lugar a una devaluación del dólar, que comenzó a flotar frente a otras monedas", lo que "se realizó buscando restablecer la competitividad de la economía estadounidense" [19], con la devaluación, "los bienes fabricados en Estados Unidos costaron menos que los extranjeros y los bienes fabricados en el extranjero serían menos competitivos en el mercado estadounidense". La segunda medida adoptada por Nixon fue "golpear con un diez por ciento de interés a la mayoría de las importaciones en los Estados Unidos", lo que fue en beneficio de las empresas manufactureras de los Estados Unidos frente a la competencia con los extranjeros por el mercado estadounidense. El resultado fue la llegada de menos importaciones procedentes de Asia a los Estados Unidos, mientras se vendían más mercancías estadounidenses en sus mercados a precios más competitivos, lo que obligó a Japón y a la Comunidad Económica Europea (CEE) a relajar sus barreras comerciales a productos estadounidenses. [20].

Un artículo del Foreign Affairs, la revista del Council on Foreign Relations, se refirió a la Nueva Política Económica de Nixon como "proteccionista", fomentando una "desastrosa tendencia aislacionista", [21] y que Nixon había destrozado "el eje de todo el sistema monetario internacional – de cuyo buen funcionamiento depende la economía mundial." [22] Otro artículo de Foreing Affairs explicó el cómo los atlantistas, internacionalistas o la facción de la élite estadounidense en particular, estaba molesta con la Nueva Política Económica de Nixon, y sin embargo, estaban "de acuerdo en el diagnóstico: el equilibrio relativo de las fuerzas económicas ha cambiado tanto que Estados Unidos ya no podía desempeñar el papel de líder económico. Pero ellos también sostuvieron que más unilateralismo podría encender una espiral de reacciones defensivas que dejarían a todas las economías occidentales peor de lo que estaban. Sugirieron que el remedio, en cambio, era una coordinación trilateral de mucho mayor alcance entre todos los gobiernos [América del Norte, Europa y Japón]."[23]

Existió un consenso dentro de la clase dominante norteamericana de que el sistema de Bretton Woods estaba en necesidad de un cambio, pero había divisiones entre sus miembros respecto al cómo cambiarlo. La más poderosa (y rica) ala internacional temía el cómo las políticas estadounidenses podrían aislar y alienar a Europa occidental y Japón, y abogaron por que, "El papel de Estados Unidos en la economía mundial debía conciliarse con el crecimiento del poder en Europa y Japón. Debe haber una reforma fundamental del sistema monetario internacional. Hay que renovar los esfuerzos para reducir las barreras al comercio mundial de Estados Unidos. La balanza de pagos se había deteriorado". Sin embargo, Nixon "había llegado demasiado lejos" como para alejar a Europa occidental y Japón.

En 1970, David Rockefeller se convirtió en Presidente del Council on Foreign Relations, mientras también era Presidente y Director General del Chase Manhattan. En 1970, un académico que se había unido al Council on Foreign Relations en 1965 escribió un libro llamado “Entre dos Edades: El Rol de América en la Era Tecnotrónica.” El autor, Zbigniew Brzezinski, hacía un llamado para la formación de "Una comunidad de naciones desarrolladas", que consistiría en Europa occidental, Estados Unidos y Japón. Brzezinski escribió acerca de cómo "la tradicional soberanía de los Estados Nacionales se está volviendo cada vez más insolvente mientras las fuerzas transnacionales mientras las empresas multinacionales, los bancos, y organizaciones internacionales desempeñan un papel más y más grande en la configuración de la política mundial". David Rockefeller había tomado nota de los escritos de Brzezinski, y estaba "preocupado por el deterioro de las relaciones entre los Estados Unidos, Europa y Japón", como consecuencia de las crisis económicas de Nixon. En 1972, David Rockefeller y Brzezinski, “presentaron la idea de una agrupación trilateral en la reunión anual del Grupo Bilderberg". En julio de 1972, se reunieron diecisiete personas en la finca del poderoso David Rockefeller en Nueva York para planificar la creación de la Comisión. También en la reunión estuvo Brzezinski, McGeorge Bundy, el Presidente de la Fundación Ford, (hermano de William Bundy, editor de Foreing Affairs) y Bayless Manning, Presidente del Council on Foreign Relations. [24] Así, en 1973, fue creada la Trilateral Comisión para abordar estos problemas.

Un artículo de 1976 de Foreing Affairs explicaba que, "El Trilateralismo como expresión lingüística - y la Comisión Trilateral – aparecieron en la década de 1970 a partir de la reacción del sector más atlantista de la comunidad de política exterior americana frente al beligerante y defensivo unilateralismo que caracterizó la política económica internacional de la Administración Nixon." [25] La principales preocupación de la Comisión era preservar las "sociedades industrializadas", en otras palabras, buscar el beneficio mutuo entre las naciones trilaterales, y la construcción de "un enfoque común de las necesidades y demandas de las naciones más pobres". Sin embargo, esto debe leerse como "la construcción de un enfoque común a [tratar con] las naciones más pobres". Además de lo anterior, la Comisión llevaría a cabo "la coordinación de las políticas de defensa y respecto a temas altamente politizados como son la proliferación nuclear, el terrorismo, secuestros aéreos, así como también regiones geográficas altamente politizadas como el Medio Oriente o África del Sur. "[26]

Curiosamente, el teórico de la interdependencia Joseph Nye es miembro de la Comisión Trilateral, al igual que Richard N. Cooper. [27] Hoy en día, Joseph Nye es un miembro de la Junta de Directores del Council on Foreign Relations, [28] y Richard N. Cooper fue director del Council on Foreign Relations en el período1993-1994 [29].

El fin del nexo entre el dólar y oro significaba que "Estados Unidos ya no estaba sujeto a la disciplina de tener que tratar de mantener un valor nominal del dólar contra el oro o cualquier otra cosa: esto pudo permitir que el dólar se moviera de la manera deseada por el Tesoro de Estados Unidos [y, en última instancia, la Reserva Federal], y señaló el camino hacia la eliminación del oro de los asuntos monetarios internacionales." Esto creó un patrón dólar, frente a al patrón oro, que "retuvo la dirección de la política monetaria mundial en manos de un solo país", lo que "no era aceptable para Europa occidental o Japón." [30] Hacer frente a este problema fue uno de los motivos detrás de la creación de la Comisión Trilateral.

La Crisis del Petróleo

La reunión del Grupo Bilderberg de mayo de 1973 tuvo lugar cinco meses antes de las tremendas alzas del precio del petróleo provocadas por la Guerra de Yom Kippur. Sin embargo, según algunos minutos filtrados de la sesión, consideraron un aumento del 400% en el precio del petróleo, y los participantes en la reunión consideraron la creación de un "plan [sobre] cómo gestionar pronta creación de una marea de petrodólares". [31] El petróleo no es cuestión ajena a los intereses del Grupo Bilderberg, entre los participantes de 1973 se encontraban los ejecutivos de la Royal Dutch Shell, British Petroleum (BP), Total SA, ENI, Exxon, así como importantes intereses bancarios y e individuos como el barón Edmond de Rothschild y David Rockefeller, además del Secretario de Estado de EEUU de ese momento, Henry Kissinger [32].

En 1955, Henry Kissinger, un joven estudioso de la época, fue puesto en el Council on Foreign Relations, donde se distinguió como un destacado miembro del Consejo y se convirtió en un protegido de Nelson Rockefeller, uno de los hermanos de David Rockefeller. En 1969, Kissinger se convirtió en el Asesor de Seguridad Nacional de Richard Nixon [33]. Esta reunión de Bilderberg tuvo lugar durante un momento de gran inestabilidad internacional, en particular en el Medio Oriente.

Kissinger, como Asesor de Seguridad Nacional, se encontraba en una lucha de poder con el Secretario de Estado William Rogers respecto a la política exterior. Nixon, incluso se refirió a la continua lucha de poder entre Kissinger como Sesor de Seguridad Nacional y el Secretario de Estado William Rogers, diciendo que "la personalidad de Henry es un problema tan maldito que se hace difícil para nosotros tratar [con el]", y que para Kissinger "el [Secretario de Estado William] Rogers es un psicópata sin tornillos”. Nixon incluso dijo que si Kissinger ganaba la lucha contra Rogers, Kissinger se convertiría "en un dictador". Nixon le dijo a su Jefe de Estado Mayor, Haldeman, que Kissinger siente "que debe estar presente cada vez que veo a alguien importante." [34]

Al momento de la Guerra de Yom Kippur, Nixon estaba en medio de grandes problemas domésticos, como el escándalo Watergate recién se estaba destapando, lo que llevó a un aumento del poder y la influencia de Kissinger, pues "El presidente estaba profundamente preocupado y, a veces incapacitado por la autocompasión o el alcohol."[35] En 1970, Kissinger había dejado a Rogers "al margen de la formulación de políticas en el Sudeste Asiático", durante la Guerra de Vietnam, por lo que Rogers "se concentró en el Medio Oriente". Eventualmente, Nixon hizo dimitir a Rogers y, a continuación, Henry Kissinger tomó la posición de Asesor de Seguridad Nacional y Secretario de Estado [36].

Más tarde, como Kissinger dijo en un discurso que marcó el 25 aniversario de la Comisión Trilateral, "En 1973, cuando me desempeñaba como Secretario de Estado, David Rockefeller se presentó en mi oficina un día a decirme que él pensaba que necesitaba un poco de ayuda", y que, "la función de David en nuestra sociedad es reconocer las grandes tareas, a fin de superar los obstáculos, ayudando a encontrar y servir de inspiración a las personas para ponerlas en marcha, y hacerlo con notable delicadeza." Kissinger terminó su discurso diciendo, "David, te respeto y te admiro por lo que han hecho con la Trilateral Comission. Tú y tu familia han representado lo que tiene la aristocracia de nuestro país -un sentido de obligación, no sólo para que todo sea materialmente posible, sino también participando tu mismo para que todo sea posible e infundir el entusiasmo, la inocencia, y la fe que me identifica contigo y, si se me permites decirlo, con tu familia." [37]

Kissinger saboteó las negociaciones de paz de Rogers con el Presidente egipcio Anwar Sadat, que, en aquel momento, estaba intentando reunir a otros líderes árabes contra Israel. En 1972, el Rey Faisal de Arabia Saudita había "insistido en que el petróleo no debería utilizarse como un arma política". Sin embargo, "en 1973, Faisal, anunció que estaba cambiando su opinión acerca del embargo de petróleo". Faisal celebró una reunión con ejecutivos petroleros occidentales, para avisarles. Sadat le contó a Faisal del plan para atacar a Israel, y acordó ayudar a Faisal tanto financieramente como con el "arma del petróleo". Días más tarde, el ministro de petróleo saudita, el jeque Ahmed Yamani, "empezó a dejar pistas respecto una recortes en la producción de las compañías petroleras que afectarían a Estados Unidos". Yamani dijo que Henry Kissinger había "engañado al Presidente Nixon sobre la seriedad de las intenciones de Faisal."[38]

El 4 de octubre, la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (NSA) "conocía más allá de toda de duda que tendría lugar un ataque sobre Israel en la tarde del 6 de octubre". Sin embargo, la Casa Blanca de Nixon "ordenó a la NSA sentarse sobre la información", a menos que Estados Unidos advirtiera a Israel un par de horas antes del ataque, aunque "el equipo de Nixon tenía al menos dos días de aviso de que el ataque tendría lugar el 6 de octubre próximo." [39] Horas antes del ataque a Israel por parte de Siria y Egipto, Estados Unidos advirtió sus homólogos israelíes, sin embargo, "la Casa Blanca insistió en que los israelíes no hicieran nada: no realizar ataques preventivos, no disparar el primer tiro. Si Israel quería el apoyo de los Estados Unidos, advirtió Kissinger, no podían siquiera empezar a movilizarse hasta que los árabes los invadieran". La Primer Ministro de Israel, Golda Meir, bajo la guardia de las defensas de Israel, citando a "las amenazas de Kissinger como el principal motivo”. Curiosamente, el propio Kissinger estuvo ausente de su oficina el día del ataque, y tuvo conocimiento del mismo día antes de llevarse a cabo, sin embargo, se dirigió al Waldorf Astoria de Nueva York. Además, esperó tres días de convocar a una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU. [40] El ataque era necesario para avanzar, según lo dispuesto por la diplomacia a puertas cerradas de Kissinger.

Con el estallido de la Guerra de Yom Kippur, el 6 de octubre de 1973, Kissinger "concentró el manejo de la crisis en sus propias manos." Después que los israelíes informaran a la Casa Blanca que el ataque contra ellos había tenido lugar, Kissinger no informó nada hasta después de tres horas a Nixon, quien se encontraba en su retiro de Florida. Después de hablar con Nixon horas más tarde, Kissinger le dijo que, "ahora estamos en la punta", y "el presidente dejó todos los asuntos en manos de Kissinger". Alexander Haig, el ex segundo de Kissinger al mando del Consejo de Seguridad Nacional, entonces Jefe de Gabinete de Nixon, que había estado con el Presidente en la mañana. Haig le dijo a Kissinger que Nixon estaba considerando la posibilidad de regresar a Washington, [pero] Kissinger lo desalentó, como parte de un patrón recurrente para mantener a Nixon fuera del proceso". Durante tres días, Kissinger "supervisó los intercambios diplomáticos con israelíes y soviéticos respecto a la guerra. La Primer Ministro israelí, Golda Meir, que solicitó suministros militares, cuando estaban empezando a agotarse, no acudió a Nixon sino a Kissinger. "El 11 de octubre, el Primer Ministro británico llamó pidiendo hablar con Nixon, a lo que Kissinger respondió: "¿Podemos decirle no? Cuando hablé con el Presidente estaba ocupado", pero a los británicos se les dijo,"que el primer ministro podía hablar con Kissinger." [41]

El 12 de octubre, las principales empresas petroleras norteamericanos enviaron una carta a Nixon sugiriendo a los países árabes "deberían aceptar alguna subida de precios", y Nixon, tras el consejo de Kissinger, envió armas a Israel, lo que precipitó los países árabes de la OPEP a anunciar un aumento del 70% del precio del petróleo el 16 de octubre, y anunciar un embargo de petróleo contra los Estados Unidos el 17 [42].

La reunión del Grupo Bilderberg cinco meses antes tuvo a los participantes planificando "la forma de gestionar el flujo de petrodólares que se iba a crear". En la reunión, se previó un aumento de más de 400% en los precios del petróleo de la OPEP en Medio Oriente. Un documento de la reunión Bilderberg establece que, "La tarea de mejorar las relaciones entre los países importadores de energía debe comenzar con la celebración de consultas entre Europa, Estados Unidos y Japón. Estas tres regiones, que constituyen alrededor del 60 por ciento del consumo mundial de energía, representan una porción aún mayor del comercio mundial de productos energéticos, ya que absorben el 80 por ciento de las exportaciones de energía en el mundo." El mismo documento también afirmó que" una crisis energética o un aumento en los costos de la energía podría comprometer irremediablemente la expansión económica de los países en desarrollo que no tienen recursos propios”, y el "uso incorrecto o control insuficiente de los recursos financieros de los países productores de petróleo podría socavar y desarticular completamente al sistema monetario mundial." [43]

Como el economista F. William Engdahl señaló en su libro, A Century of War, "Una gran consecuencia de la subsiguiente subida del 400 por ciento en los precios del petróleo de la OPEP fue que las inversiones de cientos de millones de dólares de la British Petroleum, Royal Dutch Shell [presentes en el Bilderberg] y otros intereses petroleros anglo-estadounidenses en el escabroso Mar del Norte pudieron darle rentabilidad a su petróleo", puesto que "la rentabilidad de estos nuevos yacimientos petrolíferos del Mar del Norte no era en absoluto segura hasta después de las subidas de precios de la OPEP." [44] En de 2001, el ex representante de Arabia Saudita en la OPEP, el jeque Ahmed Yamani, dijo, "Estoy 100 por ciento seguro de que los americanos estaban detrás de la subida del precio del petróleo. Las compañías petroleras se encontraban con un verdadero problema en ese momento, habían prestado un montón de dinero y necesitaban del precio del petróleo alto para salvarlo". Cuando él fue enviado por el Rey Faisal al Shah de Irán en 1974, el Shah dijo que Henry Kissinger era quien quería un precio más alto para el petróleo [45].

Un artículo en Foreign Policy, la revista publicada por la Carnegie Endowment for International Peace, llegó a la conclusión tras una exhaustiva investigación, de que, "Desde 1971, Estados Unidos había alentado a los productores petroleros de Medio Oriente a aumentar el precio del petróleo y mantenerlo alto". Esta conclusión se basó en documentos del Departamento de Estado, testimonios del Congreso y entrevistas con ex políticos. [46] En el Octavo Congreso Petrolero de la Liga de Estados Árabes (Liga Árabe) en 1972, James Akins, jefe de la sección de combustible y energía del Departamento de Estado, pronunció un discurso en el que dijo que los precios del petróleo "esperaban un alza brusca debido a la falta de alternativas a corto plazo respecto al petróleo árabe", y que se trataba de "una tendencia inevitable." Un observador occidental en la reunión dijo que el discurso Akins fue esencialmente, "defender que los árabes elevasen el precio del petróleo a $ 5 por barril." La industria del petróleo tornó cada vez más unida en su posición. El Consejo Nacional del Petróleo (CNP), "un organismo consultivo del gobierno que representa a los intereses de la industria petrolera, esperó hasta que Nixon fuera reelegido con seguridad antes de publicar un voluminoso conjunto de estudios llamando a duplicar los precios de la gasolina y el petróleo en Estados Unidos." [47]

El verano antes de la Guerra de Yom Kippur, en 1973, James Akins se hizo el Embajador de Estados Unidos en Arabia Saudita. También pasó a ser miembro del Council on Foreign Relations [48]. El ministro saudí del petróleo y representante de la OPEP, el jeque Ahmed Yamani, declaró en febrero de 1973, que, "los precios fueron subidos en interés de las compañías petroleras", mientras "sus beneficios eran recolectados de la fase de producción". Fue también en los intereses de Estados Unidos, en tanto la OPEP tendría un enorme incremento de los ingresos para ser invertidos, probablemente en los mismos Estados Unidos [49].

Las compañías petroleras también estaban temerosas de que sus instalaciones en los países de la OPEP fueran nacionalizadas, por lo que "estaban ansiosas de participar con los países de la OPEP en el negocio del petróleo en los Estados Unidos, con el fin de darles interes en mantener el statu quo." Semanas antes de la guerra, el Consejo de Seguridad Nacional, encabezado por Kissinger, emitió una declaración diciendo que la intervención militar en caso de una guerra en el Oriente Medio estaba "fuera de orden." [50]

El Embajador de Estados Unidos en Arabia Saudita, James Akins, declaró más tarde en el Congreso sobre el hecho de que cuando, en 1975, los saudíes fueron a Irán para tratar de conseguir que el Shah bajara el precio del petróleo, les dijo que Kissinger se lo había pedido a los iraníes puesto que, "Estados Unidos entendía el deseo de Irán de subir muy alto los precios del petróleo." [51] Akins fue retirado de Arabia Saudita en 1975, "a raíz de las controversias políticas con el Secretario de Estado, Henry Kissinger." [52]

El aumento de los precios del petróleo de la OPEP dio lugar a la "eliminación de algunas retenciones sobre la inversión extranjera" en los Estados Unidos, "venta de armas sin restricciones, que no pueden ser manejadas sin personal de Estados Unidos, a Irán y Arabia Saudita", así como un "intento por suprimir la publicación de datos sobre el volumen de los fondos de la OPEP depositados en bancos de Estados Unidos"[53] En última instancia, los aumentos de precios "sería una ventaja competitiva para Estados Unidos debido a que el daño económico sería mayor para Europa y Japón". Curiosamente, "programas para empaparse de petrodólares se habían convertido en la justificación de la continuidad del flujo de fondos estadounidenses y extranjeros para pagar precios de petróleo más altos. De hecho, un lobby de inversionistas, empresarios y exportadores [estaba] creciendo en Estados Unidos a favor de darle un camino a los países de la OPEP". Fuera de Estados Unidos, es "creencia generalizada" que el alto precio del petróleo tenía por objetivo político perjudicar a Europa, Japón y el mundo en desarrollo. [54] Hubo también "aportes de la industria del petróleo", que pasó a "formular la política petrolera internacional de Estados Unidos." [55]

En 1974, cuando un funcionario de la Casa Blanca sugirió que el Tesoro obligase a la OPEP a bajar el precio del petróleo, su idea era mantenerlo bajo, y luego dijo que, "Fueron los líderes de la banca quienes dejaron de lado este consejo y presionaron por un programa de "reciclaje" para acomodar los altos los altos precios del petróleo". En 1975, un banquero de inversión de Wall Street había sido enviado a Arabia Saudita como principal asesor de inversiones de la Agencia Monetaria de Arabia Saudita (SAMA), y "fue para orientar las inversiones saudíes en petrodólar es a los bancos correctos, naturalmente en Londres y Nueva York.”[56]

En 1974, ocurrió otra subida en el precio de petróleo de la OPEP, de más del 100 por ciento, tras una reunión en Teherán, Irán. Esta iniciativa fue emprendida por el Shah de Irán, quien pocos meses antes se opuso a las primeras subidas de precios. El jeque Yamani, ministro de petróleo saudí, fue enviado a reunirse con el Shah de Irán tras su sorpresiva decisión de subir los precios; Yamani fue enviado por el rey saudí Faisal, quien estaba preocupado de que el aumento de los precios pudiera enajenar a Estados Unidos, a lo que el Shah respondió a Yamani, "¿Por qué está en contra del aumento del precio del petróleo? ¿Eso es lo que ellos quieren? Pregúntele a Henry Kissinger - él es el único que quiere precios más altos." [57]

Como señala Peter Gowan en The Globalization Gamble, "el aumento de los precios del petróleo fue resultado de la influencia de Estados Unidos sobre los estados petroleros que se involucraron como parte de un ejercicio de política económica contra los "aliados" estadounidenses en Europa occidental y Japón. Y otra dimensión de la política de subidas de precio del petróleo de la Administración Nixon era dar un nuevo papel, a través de ello, a los bancos privados estadounidenses en las relaciones financieras internacionales". Explicó que el gobierno de Nixon ya estaba buscando una política de precios de petróleo más altos dos años antes de la Guerra de Yom Kippur, y "tan temprano como en 1972 el gobierno de Nixon, tenia previsto que los bancos privados estadounidenses reciclaran los petrodólares cuando finalmente la OPEP tomó el consejo de Estados Unidos y subiera los precios del petróleo." [58] En última instancia, el aumento de los precios tuvo efectos devastadores sobre Occidental Europa y Japón, que eran economías de rápido crecimiento, pero que dependen en mayor medida del petróleo de Medio Oriente. Este es un ejemplo de cómo Estados Unidos, mientras defendió un orden económico internacional liberal, actuó de manera mercantilista, privando a los competidores a través del perfeccionamiento de su propio poder e influencia.

En 1973, David Rockefeller creó la Comisión Trilateral para promover la coordinación y la cooperación entre Japón, Europa occidental y América del Norte (es decir, Estados Unidos), sin embargo, ese mismo año, su buen amigo y confidente cercano, Henry Kissinger, había desempeñado un papel clave en la promoción y desarrollo de las subidas del precio del petróleo que tuvieron un impacto perjudicial sobre Japón y Europa occidental. También cabe señalar que el Chase Manhattan Bank de David Rockefeller, del que fue director general en el momento, fue beneficiado inmensamente por el sistema de reciclaje de los petrodólares promovido por Henry Kissinger, cuando los países de la OPEP reinvirtieron su nuevo excedente de capital en la economía norteamericana a través de bancos en Londres y Nueva York.

¿Cómo puede uno interpretar estas iniciativas que parecen diametralmente opuestas? Tal vez la crisis del petróleo, teniendo un efecto negativo en el Japón y las economías de Europa occidental, podría haber estimulado la necesidad de cooperación trilateral entre los países, obligándolos a unirse y coordinar las políticas futuras.

Es de vital importancia para entender las condiciones globales en que se desarrolló el aumento de los precios y se plantearon sus soluciones, especialmente en relación con el Tercer Mundo. África, desde finales de 1800, había estado bajo el control colonial europeo. Fue a partir de la década de 1950 hasta la década de 1960 que casi a todos los países africanos se les concedió la independencia de sus metrópolis europeas. África es un caso muy importante para mirar, ya que es muy rica en recursos, desde agricultura hasta petróleo, minerales, y una gran variedad de otros recursos utilizados en todo el mundo. Si las naciones africanas son capaces de desarrollar sus propias economías, utilizar sus propios recursos, y crear sus propias industrias y empresas, que primero podrían ser autosuficientes y, a continuación, convertirse en una gran fuerza competitiva para la industria y las elites establecidas de todo el mundo. Después de todo, Europa no tiene mucho que ofrecer en términos de recursos, en tanto las riquezas del continente han venido en mayor medida del saqueo de los recursos de regiones como África, y en convertirse en líderes de la manipulación monetaria. La revitalización, vibrante, económicamente independiente y exitosa de África podría significar el fin de la dominación financiera occidental. "Entre 1960 y 1975 la industria africana creció a la tasa anual del 7,5 por ciento. Esto se compara favorablemente con el 7,2 por ciento de América Latina y el 7,5 por ciento del sudeste asiático." [59] En África, "el período 1960-73 fue testigo de algunos importantes primeros pasos en el proceso de industrialización", sin embargo, "[l]a disminución dramática en las tasas de industrialización comenzó a presentarse después de la primera "crisis del petróleo". Entre 1973 y 1984, la tasa de crecimiento disminuyó rápidamente. [60]

Así, mediante la manipulación de los precios del petróleo, se puede manipular el desarrollo del Tercer Mundo, que comenzó a observarse como una potencial competencia significativa, ya que estaba experimentando un crecimiento exponencial. Hubo dos shocks petroleros en la década de 1970, uno en 1973 y otro en 1979. Tras el aumento de los precios, apareció la necesidad de los países del mundo en desarrollo de pedir prestado dinero para financiar su desarrollo.

Los bancos que estaban recibiendo grandes cantidades de petrodólares depositados en ellos por los países productores de petróleo necesitaban "reciclar" los dólares invertidos en alguna parte, con el fin de obtener algún beneficio. Afortunadamente para los bancos, "los países en desarrollo estaban desesperados por fondos para ayudarlos a industrializar sus economías. En algunos casos, los países en desarrollo consumidores de petróleo y que necesitaban los préstamos necesarios para ayudar a pagar el aumento de los precios del petróleo. En otros casos, se había decidido seguir una estrategia de industrialización sin deudas. Esto significaba que los estados prestaban dinero para invertir en la industrialización y pagar los préstamos con los beneficios de sus nuevas industrias. Los préstamos son una opción atractiva debido a que no cuentan con la influencia de las empresas transnacionales extranjeras que acompañan la inversión extranjera directa y la mayoría de los estados tenían escasos fondos propios fondos para invertir." [61]

El alza del precio del petróleo "cambió la faz de las finanzas mundiales" donde: "En la nueva era de energía costosa, decenas de países, no todos ellos en el Tercer Mundo, son demasiado pobres como para pagar sus facturas de importación de petróleo. Al mismo tiempo, los bancos occidentales recibieron de repente una afluencia masiva de depósitos de las naciones productoras de petróleo. Parece lógico, incluso humano, que los bancos deban reciclar los petrodólares". Aquí es donde el verdadero rostro de Trilateralismo empezó a mostrar: "Se convirtió en asunto de cada día llevar uno o dos bancos estadounidenses o de Europa occidental para arrinconar a decenas de socios por teléfono y colocarlos juntos en los denominados sindicatos jumbo para préstamos a los países en desarrollo. Algunos banqueros estaban tan preocupados de las pérdidas que durante las horas de almuerzo incluso facultaron a sus secretarios a prometer $ 5 millones o $ 10 millones como parte de cualquier préstamo de un billón de dólares para el conjunto de Brasil o México". Curiosamente, estos bancos sostuvieron, "que sus préstamos extranjeros fueron alentados por funcionarios del Tesoro de los EE.UU. y la Junta de la Reserva Federal. Temían que los países en desarrollo pudiesen ser económica y políticamente inestables si el crédito era denegado. En 1976 Arthur Burns, presidente de la Reserva Federal, comenzó a advertir a los banqueros que podrían tener demasiado crédito en el exterior, pero él no hizo nada para frenar los préstamos. En su mayoría, hicieron caso omiso de la advertencia. Los financieros confiaban en que países como México, con sus reservas de petróleo, y Brasil, con abundantes recursos minerales, eran buenos créditos riesgosos."[62]

Según un informe elaborado por la Reserva Federal, antes de la crisis del petróleo en 1973, "el sistema financiero privado japonés permanecía en mayor medida aislado del resto del mundo. El sistema era muy regulado" y, "los diversos tipos de entidades bancarias y otras empresas de servicios financieros estaban jurídica y administrativamente limitados a una determinada gama de actividades asignadas a cada uno". Sin embargo, el "shock petrolero de la OPEP en 1973 marcó un punto de inflexión en el funcionamiento del sistema financiero japonés." [63] Como parte de este punto de inflexión, el Banco de Japón (el banco central de Japón), relajó el "control monetario por préstamos más generosos a los grandes bancos. El resultado fue un creciente déficit presupuestario y un rápido aumento de la inflación." [64] La desregulación de la banca japonesa para acceder a los mercados extranjeros fue de la mano con la desregulación de los mercados internos. Es una vía de doble sentido, en tanto la industria japonesa y los bancos tuvieron acceso a los mercados extranjeros, la industria y los bancos extranjeros obtuvieron acceso al mercado japonés. Esto condujo a la expansión internacional de los bancos japoneses, muchos de los cuales hoy se encuentran entre los bancos más grandes del mundo. Este fue el resultado de los esfuerzos de la Comisión Trilateral. También evidente de la colaboración trilateral fue que los bancos occidentales "otorgaron préstamos a fin de que los países pobres pudieran comprar productos fabricados en Europa occidental y América del Norte." [65]

De gran importancia es que, "el nuevo régimen monetario internacional otorgara al gobierno de Estados Unidos una mucho mayor influencia sobre las relaciones monetarias y financieras internacionales, relaciones que había disfrutado el mundo bajo el sistema de Bretton Woods. Podría decidir libremente el precio del dólar. Y los estados se volvieron cada vez más dependientes de la evolución de los mercados financieros anglo-americanos en la gestión de sus relaciones monetarias internacionales. Y las tendencias en estos mercados financieros podían ser modificadas por las acciones (y las palabras) de las autoridades públicas estadounidenses, en el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal (el Banco Central de Estados Unidos)." [66] Este nuevo sistema se conoce como Régimen Dólar-Wall Street (DWSR), ya que depende del dólar estadounidense y los principales agentes de Wall Street.

La respuesta de la Reserva Federal al crash inicial de 1973-1974 por el precio del petróleo fue mantener bajas las tasas de interés, lo que llevó a la inflación y la devaluación del dólar. Fue también lo que permitió y alentó a los bancos a prestar grandes cantidades a los países en desarrollo, a menudo préstamos por encima de su patrimonio neto. Sin embargo, en 1979, con la segunda crisis del petróleo, la Reserva Federal cambió de política, y la verdadera naturaleza de la crisis del petróleo, y el reciclaje de los préstamos de petrodólares se hizo evidente.

El Ascenso del Neoliberalismo


A principios de 1970, el gobierno de Chile estuvo encabezado por un político de izquierda de tendencia socialista llamado Salvador Allende, quien estaba considerando la posibilidad de emprender un programa de nacionalización de industrias, lo que afectaría significativamente a los intereses de las empresas estadounidenses en el país. David Rockefeller expresó su opinión sobre el asunto en su libro, Memorias (Memoirs), cuando dijo que las medidas adoptadas por el nuevo gobierno de Chile "restringían severamente las operaciones de las empresas extranjeras", y continuó diciendo: "Estaba tan preocupado por la situación que me reuní con el Secretario de Estado William P. Rogers y Asesor de Seguridad Nacional, Henry Kissinger"[67].

Como analiza el autor Peter Dale Scott en su libro, The Road to 9/11, David Rockefeller desempeñó un papel fundamental en los acontecimientos ocurridos en Chile. Después de un fallido intento de tratar de resolver la “situación" mediante el envío del hermano de David, Nelson Rockefeller, el Gobernador de Nueva York, hasta América Latina, David Rockefeller lo intentó con una operación mas amplia. David Rockefeller cuenta la historia de cómo su amigo Agustín (Doonie) Edwards, el editor de El Mercurio, había advertido a David que si Allende ganaba las elecciones, que Chile "se convertiría en otra Cuba, un satélite de la Unión Soviética". Entonces David puso a Doonie "en contacto con Henry Kissinger." [68]

En el mismo mes que Kissinger se reunió con Edwards, el Consejo de Seguridad Nacional (del que Kissinger detentaba el puesto superior) autorizó “operaciones desestabilizadoras" de la CIA para impedir la elección de Allende. David Rockefeller conocía a Doonie Edwards desde el Grupo Empresarial para América Latina (BGLA), que fue fundado por Rockefeller en 1963, y que mas tarde sería denominado Council of the Americas. Rockefeller financió inicialmente, en cooperación con el gobierno de los Estados Unidos, “cobertura para operaciones encubiertas de la [CIA] en América Latina." El Secretario de Estado Adjunto de Estados Unidos para Asuntos de América Latina era en ese momento Charles Meyer, que anteriormente estaba en el BGLA de Rockefeller, señaló que fue elegido para su posición en el Departamento de Estado "por David Rockefeller". Cuando Allende fue elegido el 4 de septiembre de 1970, Doonie Edwards dejó Chile y se fue a Estados Unidos, donde Rockefeller le ayudó a "establecerse" y el CEO de PepsiCo, Donald Kendall, le dio trabajo como Vicepresidente. Diez días más tarde, Donald Kendall se reunió con Richard Nixon, y al día siguiente, Nixon, Kissinger, Kendall y Edwards habían desayunado juntos. Más tarde, Kissinger organizó una reunión entre Edwards y el director de la CIA, Richard Helms. Helms se reunió con Edwards y Kendall, quien pidió la intervención de la CIA. Más tarde, Nixon y Kissinger ordenaron a Helms "movilizarse en contra de Allende." [69]

Sin embargo, antes de que Edwards se reuniera con el director de la CIA, Henry Kissinger se había reunido en privado con "David Rockefeller, presidente del Chase Manhattan Bank, el cual tenía intereses en Chile, incluso más amplios que Pepsi-Cola". Rockefeller incluso permitió a la CIA utilizar su banco para "operaciones chilenas anti-Allende." [70] Después que Allende llegara al poder, “los bancos comerciales, incluido el Chase Manhattan, Chemical, First National City, Hannover Manufactures, y Morgan Guaranty, cancelaron sus créditos para Chile," y el "Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Agencia para el Desarrollo Internacional, y el Banco Export-Import cortaron sus programas en Chile o cancelaron sus créditos". Sin embargo,"la ayuda militar a Chile, que siempre ha sido sustancial, se duplicó en el periodo 1970-1974 en comparación con los cuatro años anteriores." [71]

El 11 de septiembre de 1973, el General Augusto Pinochet orquestó un golpe de Estado, con ayuda y participación de la CIA, contra el gobierno de Allende en Chile, derrocándolo e instalando a Pinochet como dictador. Al día siguiente, un plan económico para el país llegó a los escritorios de la "Mesa General de las Fuerzas Armadas que realizan las tareas de gobierno". El plan implica "privatización, desregulación y recortes al gasto social", escrito por "economistas formados en los Estados Unidos". [72] Se trataba de los conceptos esenciales en el pensamiento neoliberal, que, gracias a la crisis del petróleo de la década de 1970, serían impuestos a los países en desarrollo a través del Banco Mundial y el FMI.

En esencia, Chile fue el Plato de Petri del experimento neoliberal. Desde entonces se expandió drásticamente y terminó por convertirse en la esencia misma del orden económico internacional.

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