Foto: AFP PHOTO / MUSTAFA OZER / Archivo
Entre otras, la organización denuncia la tortura del gato, que consiste en que un preso es introducido desnudo junto con un gato en un saco, técnica utilizada sobre todo para hacer hablar a las mujeres.
Otra práctica, conocida como “tortura del pollo asado” consiste en colgar a los presos durante horas en un palo de metal, mientras se les golpea en las orejas hasta romper sus tímpanos, se les quema con cigarrillos o se les introducen objetos en el ano.
La organización con sede en Londres explicó que basó su informe en protocolos escritos de antiguos presos. Desde el inicio de las protestas en Siria la organización documentó además las declaraciones de familiares de 204 casos de presos torturados hasta la muerte.
El presidente sirio, Bashar al Assad, señaló en una entrevista concedida el miércoles que las informaciones sobre el uso de la violencia por las fuerzas de seguridad sirias son exageradas y que muchas víctimas de la violencia son seguidores del régimen. Además dijo que nunca dio orden de disparar contra los manifestantes. “No hubo orden de matar o de actuar de forma brutal”, señaló.
Amnistía Internacional denunció también numerosos métodos de tortura empleados en las prisiones sirias, incluso antes del inicio de las revueltas de marzo.
Mientras tanto, Turquía y Siria redujeron sus relaciones comerciales, tras el cierre provisional de su zona de libre comercio. Después de que Damasco bloqueara el transporte de bienes de camiones turcos, hoy fue cerrado otro paso fronterizo, informó la agencia de noticias turca Anadolu.
Turquía congeló los bienes de los representantes del régimen sirio en su territorio, como parte de las sanciones de la Liga Árabe, lo que fue respondido por Damasco con el bloqueo del acuerdo de libre comercio. Además, Siria introdujo tasas aduaneras del 30 por ciento a las importaciones turcas y varios camiones fueron bloqueados en la frontera durante días.
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