Getty Images Debido a que en esta oportunidad la razón para el escape podría ser mucho más seria para el BCE y mucho más perjudicial para el euro en un plazo más largo.
En cada caso, los déficit han surgido debido a que el sistema bancario no absorbió la oferta del banco central de depósitos con tasas de interés de corto plazo en la subasta. En otras palabras, los bancos prefirieron mantener su dinero en otra parte.
El BCE puede, por supuesto, resolver este problema en el futuro haciendo más atractivos sus depósitos para los bancos. Y podría tener que hacerlo si necesita incrementar su respaldo a los mercados de bonos periféricos a medida que sigue deteriorándose la crisis de deuda de la zona del euro.
Esterilizar estas compras es una parte vital del manejo del mercado de dinero por parte del BCE, debido a que sin ella el banco perderá, para cualquier propósito, el control de su política monetaria y será incapaz de cumplir con su mandato de mantener la estabilidad de precios.
Aunque han habido rumores en el último mes o dos acerca de un aumento de la liquidez por parte del BCE a través de medidas del flexibilización cuantitativa, como lo han hecho la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco de Inglaterra, las objeciones de Alemania a un expansionismo cuantitativo de ese tipo parecen haber evitado la toma de dicha medida.
Esto significa que las filtraciones monetarias, o la flexibilización cuantitativa bajo cualquier otro nombre, ciertamente no se están haciendo a propósito.
Por lo que la pregunta es: ¿por qué el funcionamiento del mercado de dinero de la zona del euro está fracasando una vez más en esta etapa?
En el pasado, el fracaso en las esterilizaciones previas sucedió cuando la tasa a la que los bancos se prestan entre sí (EONIA) fue más alta que la denominada tasa de refinanciación, la tasa que los bancos pagan para endeudarse con el banco central.
No obstante, en esta oportunidad, ése no es el caso.
La Eonia ha permanecido cerca de su descuento de 50 puntos base respecto de la tasa de refinanciación, y los bancos parecen estar rehuyendo los depósitos en el BCE en mayor medida debido a que prefieren preservar su liquidez.
Si las preocupaciones sobre la liquidez son la verdadera razón, el BCE podría enfrentar fracasos más serios en las esterilizaciones futuras, mientras continúa intentando estabilizar los mercados de bonos periféricos.
En otras palabras, los intentos del banco por estabilizar la crisis fiscal que azota a la zona del euro comenzarán a afectar a su capacidad para manejar la política monetaria.
Y, esa es la razón por la que el escape de combustible del banco, tan pequeño como podría parecer ahora, está proporcionando razones cada vez mayores para preocuparse seriamente.
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