Luego de denunciar que el narcotráfico influyó en los comicios que terminaron con el triunfo del PRI en Michoacán, el mandatario Felipe Calderón dejó entrever que la guerra contra el crimen organizado podría poner en peligro las elecciones presidenciales de 2012.
México vive una ola de violencia que ha dejado más de 45.000 muertos en cinco años - AP
La presencia del narcotráfico "en procesos electorales no es asunto de un partido político. Es un problema grave, es, insisto, un asunto que debe de verse con mirada de Estado", reiteró Calderón.
Con esa declaración sumaron al menos cuatro en una semana de Calderón sobre el acecho electoral del narcotráfico en México, que vive una ola de violencia que ha dejado más de 45.000 muertos en cinco años, desde que el gobierno emprendió una estrategia antidrogas basada en el despliegue militar.
En una entrevista y dos discursos previos Calderón denunció que el narcotráfico influyó la elección en noviembre de gobernador en el estado de Michoacán (oeste), donde su hermana -candidata del oficialista Partido Acción Nacional (conservador)- perdió ante el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El PRI que gobernó México durante más de 70 años consecutivos hasta 2000, aparece ahora como favorito para las presidenciales de julio. Según una encuesta de noviembre de la consultora Mitofsky, tendría 57% del voto, frente a 19% de la izquierda y 16% del PAN.
CRÍTICAS AL PRI
En octubre, Calderón insinuó en una entrevista con The New York Times que, durante su hegemonía, el PRI negoció con los carteles del narcotráfico para evitar la violencia.
El candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, catalogó de "preocupante" el hecho de que Calderón deslegitime el resultado en Michoacán y subrayó que un mandatario no puede descalificar una elección "cuando no hubo el resultado esperado por el gobierno".
El PRI anunció que estudia presentar una denuncia ante la autoridad electoral contra Calderón, mientras la izquierda -agrupada en una coalición encabezada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD)- sostiene que, de comprobarse las denuncias sobre influencia del narcotráfico en Michoacán, deben anularse los comicios.
Si es necesario, que se "sancione hasta el punto de anular una elección, cuando se compruebe que hay 'dinero sucio'", dijo Jesús Zambrano, presidente nacional del PRD, que gobernó Michoacán en la última década.
LA NUEVA ESTRATEGIA DE CALDERÓN
Las declaraciones de Calderón podrían anticipar una estrategia que llevaría incluso a anular la elección de 2012, señaló en una nota editorial del diario El Universal el periodista Carlos Loret de Mola. "La hipótesis de fondo es que la elección está irreversiblemente contaminada por el crimen", apuntó.
Loret de Mola consideró una paradoja que Calderón, cuyo gobierno se centró en combatir el narcotráfico, termine señalando que no puede "haber elección por la penetración del crimen organizado, que se propuso aniquilar". "Estaríamos ante un fracaso mayúsculo", concluyó.
José Antonio Crespo, investigador y profesor de Ciencias Políticas en el Centro de Estudio y Docencia Económicas (CIDE), considera que la estrategia del gobierno anticipa una "campaña negativa que se traducirá en una confrontación política" tan arisca como la de 2006, cuando Calderón ganó por estrecho margen frente a Andrés Manuel López Obrador, del PRD.
El presidente "ha comenzado una campaña negativa electoral que lo deslegitima y le quita seriedad, porque el problema en efecto es grave, pero no debe ser usado con ese fin" electoral, dijo Crespo.
López Obrador, de nuevo como candidato presidencial de la izquierda para 2012, señaló que el gobierno no puede limitarse a denunciar sino que debe actuar para frenar la influencia electoral del narcotráfico.
"No es nada más decir que está participando la delincuencia organizada en asuntos electorales o que está apoyando a los partidos. Hay que proceder si se tienen pruebas", declaró.
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