Marc Faber. Foto: archivo
Faber ha explicado que esta pérdida de riqueza se deberá a un posible colapso de la renta variable o al efecto de la inflación, que hará mella en el futuro debido a la política monetaria de la Reserva Federal.
De hecho, este gurú del sector financiero ha recomendado que en momentos como el actual, la clave está en diversificar. "Sería bueno tener algún tipo de propiedad inmobiliaria o activo físico, una parte invertida en renta variable y otra en oro", ha comentado.
Eso sí, sobre el metal precioso, Faber ha mostrado ciertas dudas. "Me preocupa que algún día los gobiernos se lo lleven todo", ha apuntado.
En lo que se refiere al sector de derivados, este inversor lanzó una teoría bastante sorprendente, al afirmar, que "dejará de existir" en los próximos años, hasta dejar de generar negocio.
Por último, Faber ha dejado muy clara su aversión contra los bonos de deuda soberana y cualquier tipo de deuda gubernamental. Un clase de activos muy dañinos especialmente con la crisis que vive en estos momentos el Viejo Continente. Al respecto, ha señalado que la Unión Europea todavía no ha propuesto soluciones reales a un problema que sigue creciendo a pasos agigantados y amenaza con poner en jaque a la economía mundial.
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