20 diciembre, 2011

Kim Jong Un: el enigma que preocupa al mundo

MARTIN FACKLER NYT MARTIN FACKLER TOKIO --

Con la abrupta muerte del líder norcoreano, Kim Jong Il, el destino de este aislado régimen con armas nucleares ha caído en las manos de su hijo más joven, Kim Jong-un, quien es tan desconocido que hasta el año pasado el mundo no sabía con seguridad cómo lucía.Pero el mayor enigma es si el hijo más joven del desaparecido dictador será capaz de mantenerse en el poder en el último bastión del comunismo de línea dura, y mucho más, si puede prevenir que colapse su empobrecida economía.


Por ahora, el reservado régimen actúa fiel a su costumbre, al ofrecer pocas claves sobre qué cambios, si es que habrá alguno, puede traer la muerte del dictador. Sin embargo, parece estar ofreciendo los primeros signos de una respuesta a la pregunta que desde hace tiempo ha preocupado a los analistas: ¿se mantendrá la poderosa rama militar y otras partes de la pequeña elite gobernante del país al lado de las ambiciones de la familia Kim de extender su gobierno dinástico a una tercera generación? A horas del anuncio del lunes de la muerte de su padre, el gobernante Partido de los Trabajadores de Corea del Norte emitió un comunicado en el que pedía al país que se uniera “bajo el liderazgo de nuestro camarada Kim Jong Un”.El Kim más joven fue también nombrado jefe del comité que supervisará el 28 de diciembre el funeral de su padre, algo que algunos analistas interpretaron como una prueba de que la transferencia de poderes al hijo procede sin problemas, al menos en los primeros días. Los analistas dijeron que esperan que el funeral sea un despliegue público elaborado, no sólo de reverencia para el fallecido dictador, sino también de unidad nacional ante su sucesor.“La primera prueba del nuevo liderazgo será en su manejo de la muerte misma”, declaró John Delury, profesor de Estudios Internacionales en la Universidad Yonsei, en Seúl.Algunos analistas declararon que Kim Jong Il usó los tres años después de su primer encuentro con la muerte, un derrame cerebral en el 2008, para fomentar con éxito el apoyo a su inexperto hijo, quien se cree que está cerca de los 30 años. Dijeron que la clase gobernante de Corea del Norte puede también reconocer que, al menos por ahora, no tiene otra elección sino aceptar la sucesión: los dos hijos mayores de Kim Jon Il son vistos como playboys haraganes, mientras que cualquier intento de rechazar a la familia Kim podría deshacer la legitimidad de todo el régimen.“Kim Jong Il usó los años después de su apoplejía para formar un consenso entre la elite de que su hijo podría ser el rostro de Corea del Norte después que él no estuviera”, declaró Kim Yeon Su, profesor de Estudios Norcoreanos en la Universidad Nacional de Defensa, en Seúl. Agregó que éste fue un rostro fácil de vender: con cachetes rellenos, pelo corto y una mirada fija, Kim Jong Un se parece mucho a su abuelo, Kim Il Sung, fundador del régimen y quien es aún reverenciado como un dios.Pero lo que suceda después del funeral es aún una incógnita para el mundo.El único precedente es la última transición en la actual dinastía gobernante, cuando Kim Jong Il asumió después de la muerte en 1994 de su padre, Kim Il Sung. En ese caso, el hijo observó un período tradicional de tres años de luto antes de tomar formalmente el control del país, una acción que refleja la extraña mezcla del régimen de las características habituales de una monarquía confuciana antigua con el culto a la personalidad estalinista del siglo XX.Con la muerte de Kim Jong Il, la mayoría de los analistas esperan que el joven sucesor observe un período de duelo similar, que probablemente use para consolidar su poder. Mientras que su padre tuvo una década para construir el apoyo entre ser nombrado como heredero y tomar verdaderamente el poder, Kim Jong Un fue presentado públicamente como sucesor apenas el año pasado, aunque los analistas consideran que pudo ser designado como sucesor en enero del 2009.Kim hizo su primera aparición pública el 9 de septiembre del año pasado, durante el aniversario de la fundación de Corea del Norte, al observar un desfile militar junto con su padre.Masao Okonogi, especialista en Corea del Norte en la Universidad Keio, en Tokio, afirmó que durante los primeros años del nuevo dictador, Corea del Norte podría apartarse del enfrentamiento con Estados Unidos y sus aliados, como Corea del Sur. Esto es lo que Kim Jong Il hizo después de sustituir a su padre, comentó Okonogi. Parecía mantener una rama de olivo al cumplir con un pacto de 1994 negociado por su padre para detener la construcción de dos reactores que se sospechaba iban a ser usados en el programa encubierto de armas atómicas del Norte. Pyongyang rompió el acuerdo en el 2003, tres años antes de probar su primera arma nuclear.“Esperen que Kim Jong Un haga alguna oferta, como reiniciar las conversaciones de las seis partes”, señaló Okonogi, al referirse a las estancadas negociaciones multilaterales para desmantelar las armas nucleares del Norte. “El necesita reducir tensiones con Estados Unidos para ganar tiempo”.Dada la relativamente difícil posición nacional de Kim Jong Un, Okonogi y otros analistas consideran que puede tomarse algún tipo de decisión. Ha habido mucha especulación sobre si el supuesto segundo al mando de Kim Jong Il, su cuñado Jang Song Taek, podría emerger como un regente. Sin embargo, los analistas creen que no hubo señales de eso el lunes en la propaganda que siguió a la muerte de Kim Jong Il.Los analistas afirmaron que hay señales de que Kim Jong Un ya ha empezado a construir una base de poder independiente, aunque aún limitada, particularmente con los militares. El año pasado, el más joven de los Kim fue ascendido a general de cuatro estrellas por su padre, quien también lo nombró vicepresidente de la Comisión de Defensa Nacional, el cuerpo más poderoso del país. Kim también pareció hacer relucir sus credenciales con las fuerzas armadas al supervisar el sospechado ataque del año pasado a una embarcación de guerra de Corea del Sur y el bombardeo de artillería a una isla fronteriza.El profesor Kim, de la Universidad Nacional de Defensa, dijo que el nuevo dictador también ha estado cultivando sus propias relaciones con las fuerzas armadas de Corea del Norte, incluyendo al jefe de Estado Mayor del ejército, Kim Yong Chol, de 65 años, un bien conocido militar de línea dura en los asuntos de defensa y jefe de la inteligencia militar, quien parece servir como mentor del joven líder. Algunos analistas aseguran que también hay señales de que el nuevo líder ya comenzó a purgar al personal militar de más antigüedad con una generación más joven de oficiales en sus 30 y 40 años.“Esta nueva generación estará comprometida con Kim Jong Un por su poder”, señaló Chang Yong Seok, investigador principal en el Instituto por la Paz y Estudios de Unificación de la Universidad Nacional de Seúl.Pero esto podría también dejar a Kim comprometido con los militares, lo que puede traer dudas sobre una de las mayores preguntas a largo plazo sobre el nuevo liderazgo de Corea del Norte: si será capaz de traer algún tipo de cambio al decrépito régimen y su débil economía estatal.Sin embargo, Chang y otros analistas dijeron que un cambio de generación podría traer una reevaluación del aislamiento del Norte, y comentaron que un creciente número de funcionarios norcoreanos están visitando la vecina China para ver el éxito de su abrazo de tres décadas de la economía de mercado bajo un régimen autoritario. Recientes visitantes a Corea del Norte dijeron que ya se ven señales de crecientes vínculos comerciales con China, incluyendo una nueva clase de ricos comerciantes y un incipiente influjo de bienes de consumo fabricados en esa nación.“El nuevo liderazgo sabe que tendrá que probar su temple en los próximos años”, subrayó Delury, quien visitó Pyongyang en septiembre. “La reforma económica será el mayor desafío individual que enfrenta”.

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