BUENOS AIRES (Dow Jones)--Argentina se unió a varias
naciones agrícolas como Brasil que han tomado medidas para limitar la
propiedad extranjera de lo que algunos analistas dicen podría ser uno de
los recursos más preciados del siglo XXI: la tierra cultivable.
Argentina posee vastas extensiones de tierra arable que le han
permitido convertirse en el principal exportador mundial de harina y
aceite de soya, el segundo mayor exportador de maíz, y el tercero en las
exportaciones de soya.
Natacha Pisarenko/ Associated Press
Cristina Fernández de Kirchner
La abundancia de tierra, combinada con
los altos precios de los productos agrícolas, ha provocado una ola de
compras por parte de empresas estadounidenses, chinas y saudíes.
Pero, temiendo que su país pierda control de sus campos, la
presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, usó su mayoría
en el Congreso para aprobar leyes que podrían poner fin a la adquisición
de tierras por parte de inversionistas extranjeros. El Senado aprobó el
proyecto de ley el jueves por la noche por 62 votos a favor y uno en
contra.
El proyecto de ley, que ahora Kirchner deberá promulgar, limita la
propiedad de un individuo o empresa extranjeros a 1.000 hectáreas (2.470
acres). Las empresas holding existentes están exentas de los límites.
Además, no más del 15% de toda la tierra cultivable del país puede
estar en manos extranjeras, del cual hasta un 30% puede pertenecer a
personas o empresas del mismo país.
Cerca del 7% de la tierra cultivable productiva de Argentina, unos 20
millones de hectáreas, ya está en manos extranjeras, según la
Federación Agraria Argentina.
Sin embargo, la verdadera cantidad de propiedad en manos extranjeras
no estará clara hasta que se complete un sondeo a la propiedad de las
tierras requerido por la nueva ley.
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