"Los banqueros del mundo, tirando de unas pocas palancas simples que controlan el flujo de dinero, pueden hacer o quebrar economías enteras. Mediante el control de los comunicados de prensa de estrategias económicas que dan forma a las tendencias nacionales, la élite del poder es capaz no sólo de reforzar su dominio sobre la estructura económica de este país; pueden extender ese control a lo largo del mundo. Los que poseen aquel poder, lógicamente, desean permanecer en segundo plano, invisibles para el ciudadano promedio." (Aldous Huxley)
Wikileaks se presenta como un gran avance en la lucha contra la desinformación de los medios y las mentiras del gobierno estadounidense.
Sin duda, los documentos publicados constituyen un valioso e importante banco de datos.
Los documentos han sido utilizados por investigadores críticos desde el inicio del proyecto Wikileaks. Anteriores revelaciones de Wikileaks se han centrado en crímenes de guerra estadounidenses en Afganistán (julio 2010), así como cuestiones relativas a las libertades civiles y la "militarización de la Patria" (ver Tom Burghardt, Militarizing the "Homeland" in Response to the Economic and Political Crisis, Global Research, 11 de Octubre de 2008)
En octubre de 2010, se informó que Wikileaks había publicado unos 400.000 documentos clasificados de la Guerra de Irak, abarcando eventos de 2004 a 2009 (Tom Burghardt, The WikiLeaks Release: U.S. Complicity and Cover-Up of Iraq Torture Exposed, Global Research, 24 de Octubre de 2010). Estas revelaciones contenidas en los diarios de la Guerra de Irak de Wikileaks proporcionaron "una prueba más del papel del Pentágono en la tortura sistemática de ciudadanos iraquíes por el régimen post-Saddam instalado por los estadounidenses." (Ibíd.)
Organizaciones progresistas han alabado el esfuerzo de Wikileaks. Nuestro propio sitio web Global Research ha proporcionado una amplia cobertura del proyecto Wikileaks.
Las filtraciones son proclamadas como una tremenda victoria contra la censura de los medios corporativos.
Pero hay mucho más de lo que parece.
Incluso antes de la puesta en marcha del proyecto, los medios del mainstream se habían puesto en contacto con Wikileaks.
También existen informes publicados sobre intercambios de emails que tuvo Wikileaks, en el inicio del proyecto en enero de 2007, contactando y buscando asesoramiento de la Freedom House incluyendo una invitación a Freedom House para participar del consejo asesor de Wikileaks. Freedom House es un "organismo de vigilancia que apoya la expansión de la libertad en todo el mundo" con sede en Washington.
"Estamos buscando uno o dos de FH para ser miembros iniciales del consejo asesor que podrían asesorar en lo siguiente:
En primer lugar a principios de 2007, Wikileaks reconoció que el proyecto había sido "fundado por disidentes, matemáticos y técnicos principiantes chinos, de los Estados Unidos, Taiwán, Europa, Australia y Sudáfrica... [Su consejo asesor] incluye a representantes de expatriados rusos y comunidades de refugiados tibetanos, periodistas, ex analistas de inteligencia y criptógrafos estadounidenses." (Wikileaks Leaks, intercambio de emails, Enero de 2007).
Wikileaks ha formulado su misión en su página web de la siguiente manera: "[Wikileaks será] una versión incensurable de Wikipedia para la filtración y análisis de documentos masivos. Nuestros intereses principales son regímenes opresivos en Asia, el antiguo bloque soviético, el África subsahariana y Medio Oriente, pero también esperamos ayudar a aquellos en Occidente que desean revelar el comportamiento poco ético en sus propios gobiernos y corporaciones", CBC News - Website wants to take whistleblowing online, 11 de Enero de 2007, énfasis añadido).
Esa misión fue confirmada por Julián Assange en una entrevista de Junio de 2010 al The New Yorker:
Desde el principio, el foco geopolítico de Wikileaks en "regímenes opresores" de Eurasia y el Medio Oriente fue "atractivo" para las élites estadounidense, es decir, parecían coincidir con los objetivos declarados de la política exterior estadounidense. Por otra parte, la composición del equipo de Wikileaks (que incluía a los disidentes chinos), por no mencionar la metodología de "exponer secretos" de gobiernos extranjeros, estaban en sintonía con las prácticas de las operaciones encubiertas estadounidenses (y con el apoyo de Freedom House) dirigidas a detonar el "cambio de régimen" y fomentar "revoluciones de color" en diferentes partes del mundo.
El Rol de los Medios Corporativos: El Rol Central del New York Times
Wikileaks no es un medio de comunicación alternativo típico. El New York Times, The Guardian y Der Spiegel participan directamente en la edición y selección de documentos filtrados. The Economist de Londres también ha desempeñado un rol importante.
Si bien el proyecto y su director Julián Assange revelan compromiso y preocupación por la verdad en los medios, las últimas liberaciones de cables de embajadas de Wikileaks han sido cuidadosamente "redactadas" por los medios en coordinación con el gobierno estadounidense. (Ver Interview with David E. Sanger, Fresh Air, PBS, 8 de Diciembre de 2010)
Esta colaboración entre Wikileaks y los medios selectos no es fortuita, ya que formaba parte de un acuerdo entre varios de los principales periódicos estadounidenses y europeos con el editor de Wikileaks, Julián Assange.
La pregunta importante es ¿quién controla y supervisa la selección, distribución y edición de los documentos entregados a un público más amplio?
¿Qué objetivos de política exterior estadounidense están siendo atendidos a través de este proceso de redacción?
¿Wikileaks forma parte de un despertar de la opinión pública, de una batalla contra las mentiras y falsedades que aparecen a diario en los medios impresos y en la TV?
Si es así, ¿cómo puede esta batalla contra la desinformación de los medios realizarse con la participación y colaboración de los arquitectos corporativos de la desinformación mediática?
Wikileaks ha contratado a los arquitectos de la desinformación mediática para combatir la desinformación mediática: un procedimiento incongruente y contraproducente.
Los medios corporativos estadounidenses y más concretamente el diario The New York forman parte integral del establishment económico, con vínculos a Wall Street, los think tanks de Washington y el Council on Foreign Relations (CFR).
Por otra parte, los medios corporativos estadounidenses han desarrollado una relación de larga data con el aparato de inteligencia estadounidense, que se remonta a la "Operación Mocking Bird", una iniciativa de la Oficina de Proyectos Especiales de la CIA (OSP), establecida en la década de 1950.
Incluso antes de que el proyecto Wikileaks se ganara el terreno, los medios estaban involucrados. Un papel fue definido y acordado por los medios corporativos no sólo en la liberación, sino también en la selección y edición de las filtraciones. En una amarga ironía, los "profesionales de los medios", en palabras de Julián Assange en entrevista con The Economist, han sido socios del proyecto Wikileaks desde el principio.
Por otra parte, periodistas clave vinculados al establishment de política exterior, seguridad-nacional e inteligencia estadounidenses han trabajado en estrecha colaboración con Wikileaks, en la distribución y difusión de los documentos filtrados.
En una amarga ironía, el socio de Wikileaks, The New York Times, quien ha promovido constantemente la desinformación de los medios está siendo acusado de conspiración. ¿Por qué? ¿Por revelar la verdad? ¿O por manipular la verdad? En las palabras del senador Joseph L. Lieberman:
David E. Sanger no puede ser descrito como un modelo de periodista independiente. Es miembro del Council on Foreign Relations (CFR) y el Grupo de Estrategia del Aspen Institute, que agrupa a gente como Madeleine K. Albright, Condoleezza Rice, el ex secretario de Defensa, William Perry, el ex jefe de la CIA, John Deutch, el presidente del Banco Mundial, Robert. B. Zoellick, y Philip Zelikow, anterior director ejecutivo de la Comisión del 9/11, entre otras prominentes figuras del establishment. (Véase también William F. Engdahl, Wikileaks: A Big Dangerous US Government Con Job, Global Research, 10 de Diciembre de 2010).
Cabe señalar que varios periodistas estadounidenses, miembros del Council on Foreign Relations, han entrevistado a Wikileaks, incluyendo a Richard Stengel de Time Magazine (30 de Noviembre de 2010) y a Raffi Khatchadurian de The New Yorker. (WikiLeaks and Julian Paul Assange : The New Yorker, 11 de Junio de 2007)
Históricamente, el New York Times ha servido a los intereses de la familia Rockefeller en el contexto de una relación de larga data. El actual presidente del New York Times, Arthur Sulzberger Jr. es miembro del Council on Foreign Relations, hijo de Arthur Ochs Sulzberger y nieto de Arthur Hays Sulzberger, quien sirvió como Administrador de la Fundación Rockefeller. Ethan Bronner, subdirector extranjero del The New York Times, así como Thomas Friedman, entre otros, son también miembros del Council on Foreign Relations (CFR). (Lista de Miembros – Council on Foreign Relations)
A su vez, los Rockefeller tienen una participación importante como accionistas de varios medios corporativos estadounidenses.
Los Cables de las Embajadas y el Departamento de Estado
No debería ser ninguna sorpresa que David E. Sanger y sus colegas en el New York Times centren su atención en una muy "selectiva" difusión de cables de Wikileaks, centrándose en áreas que apoyen los intereses de la política exterior estadounidense: el programa nuclear de Irán, Corea del Norte, el apoyo de Arabia Saudita y Pakistán a Al Qaeda, las relaciones de China con Corea del Norte, etc. Estas liberaciones se utilizaron como material de base para artículos y comentarios del New York Times.
Los cables de las embajadas y del Departamento de Estado publicados por Wikileaks fueron redactados y filtrados. Fueron utilizados con fines de propaganda. No constituyen un conjunto completo y continuo de memorandos.
A partir de una lista de cables selectos, las filtraciones son utilizadas para justificar una agenda de política exterior. Un ejemplo de ello es el supuesto programa iraní de armas nucleares, que es tema de numerosos memorandos del Departamento de Estado, así como el apoyo de Arabia Saudita al terrorismo islámico.
El Programa Nuclear de Irán
Los cables filtrados son utilizados para alimentar la campaña de desinformación sobre las Armas de Destrucción Masiva de Irán. Mientras los cables de filtrado se presentan como "evidencia" de que Irán constituye una amenaza, las mentiras y fabricaciones de los medios corporativos sobre el supuesto programa iraní de armas nucleares no son mencionadas, ni tampoco hay ninguna mención de ellos en los cables filtrados.
Las filtraciones, una vez que se canalizan en las cadenas de noticias corporativas, editadas y redactadas por el New York Times, sirven de forma indeleble a los intereses generales de la política exterior estadounidense, incluyendo los preparativos de guerra de Estados Unidos, la OTAN e Israel contra Irán.
Con respecto a la "inteligencia filtrada" y la cobertura del presunto programa de armas nucleares de Irán, David E. Sanger ha jugado un rol crucial. En noviembre de 2005, el New York Times publicó un informe coescrito por David E. Sanger y William J. Broad titulado "Confiando en un Computador, Estados Unidos busca demostrar los Objetivos Nucleares de Irán".
El artículo se refiere a los misteriosos documentos en un computador portátil robado de Irán, que incluye "una serie de planos de un vehículo de reentrada de misiles", que supuestamente podría alojar armas nuclear producida por Irán:
Aunque su autenticidad ha sido puesta en duda, un reciente artículo del periodista de investigación Gareth Porter confirma de manera inequívoca que los documentos del portátil misterioso son falsos. (Ver Gareth Porter, Exclusive Report: Evidence of Iran Nuclear Weapons Program May Be Fraudulent, Global Research, 18 de Noviembre de 2010).
Los dibujos que figuran en los documentos filtrados por William J. Broad y David E. Sanger no pertenecen al misil Shahab sino a un obsoleto sistema de misiles de Corea del Norte, que fue dado de baja por Irán a mediados de la década del 90. Los dibujos presentados por los funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos se referían a "Cabezas Balísticas Equivocadas":
Si bien este asunto de la inteligencia falsa prácticamente no recibió cobertura de medios de comunicación, invalida completamente las afirmaciones de Washington sobre las supuestas armas nucleares de Irán. También cuestiona la legitimidad del régimen de sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU dirigidas contra Irán.
Por otra parte, en una ironía amarga, la redacción selectiva de datos de los cables de las embajadas de Wikileaks por el New York Times ha sido útil no sólo para descartar el tema central de la inteligencia falsa, sino también para reforzar, a través de la desinformación mediática, el reclamo de Washington de que Irán está desarrollando armas nucleares. Un ejemplo de ello es un artículo de Noviembre de 2010, coescrito por David E. Sanger, que cita los cables de Wikileaks como fuente:
Wikileaks, Irán y el Mundo Árabe
Los cables publicados por Wikileaks también se están utilizando para crear divisiones entre Irán por un lado, y Arabia Saudita y los Estados del Golfo por el otro:
"La Guerra Global contra el Terrorismo"
Las filtraciones citadas por los medios occidentales revelan el apoyo de los Estados del Golfo y Arabia Saudita a varias organizaciones terroristas islámicas, un hecho que es conocido y ampliamente documentado.
Lo que los informes no mencionan, sin embargo, algo que es crucial en la comprensión de la "Guerra Global contra el Terrorismo", que la inteligencia estadounidense históricamente ha canalizado su apoyo a las organizaciones terroristas a través de Pakistán y Arabia Saudita. (Véase Michel Chossudovsky, America’s "War on Terrorism", Global Research, Montreal, 2005). Estas son operaciones de inteligencia encubiertas patrocinadas por Estados Unidos con la inteligencia saudí y paquistaní como intermediarios.
En este sentido, el uso de los documentos de Wikleaks por los medios tiende a mantener la ilusión de que la CIA no tiene nada que ver con las redes terroristas y que Arabia Saudita y los Estados del Golfo están "proporcionando la mayor parte del financiamiento" a Al Qaeda, los talibanes, Lashkar-e-Taiba, entre otros, cuando en realidad esta financiación se lleva a cabo en coordinación y consulta con sus homólogos de la inteligencia estadounidense:
El uso e interpretación de los medios corporativos de los cables de Wikileaks sirve para mantener dos mitos relacionados:
La relación de la CIA a los medios estadounidenses está ampliamente documentada. El New York Times continúa manteniendo una estrecha relación no sólo con la inteligencia estadounidense, sino también con el Pentágono, y más recientemente con el Departamento de Seguridad Nacional.
"Operación Mocking Bird" fue una iniciativa de la Oficina de Proyectos Especiales de la CIA (OSP), establecida en la década del 50. Su objetivo era influir en tanto los medios estadounidenses como extranjeros. Desde la década del 50, miembros de los medios estadounidenses fueron sistemáticamente reclutados por la CIA.
El funcionamiento interno de la relación de la CIA con los medios estadounidenses fue descrito por Carl Bernstein en un artículo de 1977 para la revista Rolling Stone titulado La CIA y los Medios:
En los últimos años, la relación de la CIA a los medios de comunicación se ha vuelto cada vez más compleja y sofisticada. Se trata de una gigantesca red de propaganda que involucra varios organismos del gobierno.
La desinformación mediática se ha institucionalizado. Las mentiras y falsedades se han vuelto cada vez más evidentes cuando se comparan con la década del 70. Los medios estadounidenses se han convertido en los portavoces de política exterior de Estados Unidos. La desinformación es rutinariamente "plantada" por agentes de la CIA en las redacciones de los diarios más importantes, revistas y canales de televisión: "Unos pocos corresponsales relativamente bien conectados ofrecen las primicias, obtienen la cobertura en las reducidas fuentes de las noticias mainstream, donde los parámetros del debate son establecidos y la "realidad oficial" es consagrada para los que aprietan botones en la cadena de noticias." (Chaim Kupferberg, The Propaganda Preparation of 9/11, Global Research, 19 de Septiembre de 2002).
Desde 2001, los medios estadounidenses han asumido un nuevo rol en el mantenimiento de la "Guerra Global contra el Terrorismo" (GWOT) y camuflan los crímenes de guerra patrocinados por Estados Unidos. A raíz del 9/11, el Secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, creó la Oficina de Influencia Estratégica (OSI), u "Oficina de Desinformación", como que fue calificada por sus críticos: "El Departamento de Defensa señaló que necesitaba hacer esto, y en realidad va a plantar historias falsas en el extranjero – como un esfuerzo para influir en la opinión pública en el mundo." (Entrevista con Steve Adubato, Fox News, 26 de Diciembre de 2002, véase también Michel Chossudovsky, War Propaganda, Global Research, 3 de Enero de 2003).
Los medios corporativos de hoy en día son instrumentos de propaganda de guerra, lo cual plantea la pregunta: Por qué el New York Times, de repente, promueve la transparencia y la verdad en los medios de comunicación, asistiendo a Wikileaks a "difundir la palabra", y que los pueblos alrededor del mundo no se detengan un momento y cuestionen la base de esta relación incongruente.
En la superficie, nada prueba que Wikileaks sea una operación encubierta de la CIA. Sin embargo, dada la relación coherente y estructurada de los medios corporativos con la inteligencia estadounidense, por no hablar de los vínculos de periodistas con el establishment militar y de seguridad nacional, la posibilidad de una operación psicológica patrocinada por la CIA necesariamente debe ser abordada.
El Séquito Social y Corporativo de Wikileaks
Wikileaks y The Economist también han entrado en lo que parece ser una relación contradictoria. Al fundador y editor de Wikileaks, Julián Assange, se le concedió en 2008 el New Media Award de The Economist.
The Economist mantiene una estrecha relación con las élites financieras de Gran Bretaña. Se trata de un medio de comunicación del establishment, que en general, ha apoyado la participación de Gran Bretaña en la guerra de Irak. Lleva el sello de la familia Rothschild. Sir Evelyn Robert Adrian de Rothschild fue presidente del The Economist desde 1972 hasta 1989. Su esposa Lynn Forester de Rothschild se encuentra actualmente en el directorio de The Economist. La familia Rothschild también tiene acciones considerables en la revista The Economist.
El problema más amplio es, ¿por qué Julián Assange recibe el apoyo del equipo de noticias del establishment británico por excelencia que desde siempre ha estado involucrado en desinformación mediática?
No estaremos ante un caso de "disidencia fabricada", por el que el proceso de apoyo y gratificación a los esfuerzos de Wikileaks, se convierte en una forma de controlar y manipular el proyecto Wikileaks, mientras al mismo tiempo se incorpora a los medios.
También vale la pena mencionar otro vínculo importante. El abogado de Julián Assange es Mark Stephens de Finers Stephens Innocent (FSI), una importante firma jurídica londinense de élite, que resulta ser asesora jurídica de la Rothschild Waddesdon Trust. Aunque esto por sí mismo no prueba nada, sin embargo, debe examinarse en un contexto más amplio el entorno social y corporativo de Wikileaks: el New York Times, el CFR, The Economist, Time Magazine, Forbes, Finers Stephens Innocent (FSI), etc.
Fabricando Disidencia
Wikileaks tiene las características esenciales de un proceso de "disidencia fabricada". Pareciera denunciar las mentiras del gobierno. Ha publicado información importante sobre los crímenes de guerra estadounidenses. Pero cuando el proyecto es incorporado en el marco del periodismo convencional, es utilizado como un instrumento de desinformación mediática:
Ya no se basa en la supresión pura y simple de hechos relacionados con crímenes de guerra de Estados Unidos y la OTAN. Tampoco exige que la reputación de los funcionarios del gobierno al más alto nivel, entre ellos el Secretario de Estado, sean protegidos. Los políticos del Nuevo Orden Mundial son en ese sentido, "desechables". Pueden ser reemplazados. Lo que debe ser protegido y sostenido son los intereses de las élites económicas, que controlan el aparato político detrás de las escenas.
En el caso de Wikileaks, los hechos están contenidos en un banco de datos; muchos de los hechos, en particular los relativos a gobiernos extranjeros, sirven a los intereses de política exterior estadounidense. Otros hechos tienden, por otra parte, a desacreditar a la administración estadounidense. Con respecto a la información financiera, la publicación de datos relativos a un banco en particular a través de Wikileaks facilitados por una institución financiera rival, podría ser utilizada para provocar el colapso o quiebra de una institución financiera específica.
Todos los Wiki-hechos son selectivamente redactados, son entonces "analizados" e interpretados por un medio que sirve a las élites económicas.
Si bien las numerosas informaciobes contenidas en el banco de datos de Wikileaks son accesibles, el público en general normalmente no se toma la molestia de consultar y buscar a través del banco de datos de Wikileaks. El público va a leer las redacciones e interpretaciones selectas presentadas en los principales medios noticiosos.
Es presentada una visión parcial y sesgada. La versión editada es aceptada por la opinión pública porque se basa en lo que se presenta como una "fuente confiable", cuando en realidad lo que se presenta en las páginas de los principales periódicos y en la TV es una cuidadosamente elaborada y compleja distorsión de la verdad.
Formas limitadas de debate crítico y "transparencia" son toleras mientras son ampliamente aceptadas las premisas básicas de la política exterior estadounidense, incluyendo su "Guerra Global contra el Terrorismo". En lo que respecta a un gran segmento del movimiento contra la guerra estadounidense, esta estrategia parece haber tenido éxito: "Estamos contra la guerra, pero apoyamos la 'guerra contra el terrorismo'".
Lo que esto significa es que la verdad en los medios sólo puede ser alcanzada desmantelando el aparato de propaganda, - es decir, quebrando la legitimidad de los medios corporativos que sostienen los intereses generales de las élites económicas así como el diseño militar global estadounidense.
A su vez, debemos asegurarnos que la campaña contra Wikileaks en Estados Unidos, usando la Ley de Espionaje de 1917, no sea utilizada como medio para librar una campaña para controlar Internet. En este sentido, también debemos mantenernos firmes en prevenir la persecución de Julián Assange en Estados Unidos.
Sin duda, los documentos publicados constituyen un valioso e importante banco de datos.
Los documentos han sido utilizados por investigadores críticos desde el inicio del proyecto Wikileaks. Anteriores revelaciones de Wikileaks se han centrado en crímenes de guerra estadounidenses en Afganistán (julio 2010), así como cuestiones relativas a las libertades civiles y la "militarización de la Patria" (ver Tom Burghardt, Militarizing the "Homeland" in Response to the Economic and Political Crisis, Global Research, 11 de Octubre de 2008)
En octubre de 2010, se informó que Wikileaks había publicado unos 400.000 documentos clasificados de la Guerra de Irak, abarcando eventos de 2004 a 2009 (Tom Burghardt, The WikiLeaks Release: U.S. Complicity and Cover-Up of Iraq Torture Exposed, Global Research, 24 de Octubre de 2010). Estas revelaciones contenidas en los diarios de la Guerra de Irak de Wikileaks proporcionaron "una prueba más del papel del Pentágono en la tortura sistemática de ciudadanos iraquíes por el régimen post-Saddam instalado por los estadounidenses." (Ibíd.)
Organizaciones progresistas han alabado el esfuerzo de Wikileaks. Nuestro propio sitio web Global Research ha proporcionado una amplia cobertura del proyecto Wikileaks.
Las filtraciones son proclamadas como una tremenda victoria contra la censura de los medios corporativos.
Pero hay mucho más de lo que parece.
Incluso antes de la puesta en marcha del proyecto, los medios del mainstream se habían puesto en contacto con Wikileaks.
También existen informes publicados sobre intercambios de emails que tuvo Wikileaks, en el inicio del proyecto en enero de 2007, contactando y buscando asesoramiento de la Freedom House incluyendo una invitación a Freedom House para participar del consejo asesor de Wikileaks. Freedom House es un "organismo de vigilancia que apoya la expansión de la libertad en todo el mundo" con sede en Washington.
"Estamos buscando uno o dos de FH para ser miembros iniciales del consejo asesor que podrían asesorar en lo siguiente:
1. las necesidades de FH como consumidor de filtraciones que expongan corrupción política o empresarialWikileaks ha entrado también en negociaciones con varias fundaciones corporativas, buscando obtener financiamiento. (Wikileaks Leaks, intercambio de emails, Enero de 2007):
2. las necesidads de fuentes de filtraciones como las experimentadas por FH
3. recomendaciones de FH para otros miembros del consejo asesor
4. asesoramiento general sobre financiación, construcción de coaliciones [sic] y operaciones y encuadre político descentralizados."(Wikileaks Leaks, intercambio de emails, Enero de 2007).
El eje de la red financiera de WikiLeaks es la Wau Holland Foundation de Alemania... "Estamos registrados como una biblioteca de Australia, estamos registrados como una fundación en Francia, estamos registrados como un periódico de Suecia", señaló el Sr. Assange. Wikileaks tiene dos organizaciones caritativas exentas de impuestos en Estados Unidos, conocidas como 501C3s, que "actúan como un frente" para el sitio web, dijo. Se negó a dar sus nombres, señalando que podría "perder parte de su base monetaria a causa de las sensibilidades políticas."Adquirir financiamento encubierto de agencias de inteligencia fue, de acuerdo a los intercambios de emails, también contemplado. (Ver Wikileaks Leaks, intercambio de emails, Enero de 2007)
El Sr. Assange señaló que Wikileaks recibe alrededor de la mitad de su dinero de modestas donaciones procesadas por su sitio web, y la otra mitad de "contactos personales", incluyendo "personas con algunos millones quienes se nos acercan...". (WikiLeaks Keeps Funding Secret, WSJ.com, 23 de Agosto de 2010)
En primer lugar a principios de 2007, Wikileaks reconoció que el proyecto había sido "fundado por disidentes, matemáticos y técnicos principiantes chinos, de los Estados Unidos, Taiwán, Europa, Australia y Sudáfrica... [Su consejo asesor] incluye a representantes de expatriados rusos y comunidades de refugiados tibetanos, periodistas, ex analistas de inteligencia y criptógrafos estadounidenses." (Wikileaks Leaks, intercambio de emails, Enero de 2007).
Wikileaks ha formulado su misión en su página web de la siguiente manera: "[Wikileaks será] una versión incensurable de Wikipedia para la filtración y análisis de documentos masivos. Nuestros intereses principales son regímenes opresivos en Asia, el antiguo bloque soviético, el África subsahariana y Medio Oriente, pero también esperamos ayudar a aquellos en Occidente que desean revelar el comportamiento poco ético en sus propios gobiernos y corporaciones", CBC News - Website wants to take whistleblowing online, 11 de Enero de 2007, énfasis añadido).
Esa misión fue confirmada por Julián Assange en una entrevista de Junio de 2010 al The New Yorker:
"Nuestros objetivos principales son regímenes altamente opresivos en China, Rusia y Eurasia Central, pero también esperamos ser de ayuda a occidentales que desean revelar comportamientos ilegales o inmorales de sus propios gobiernos y corporaciones. (Citado en WikiLeaks and Julian Paul Assange : The New Yorker, 7 de Junio 2010, énfasis añadido)Assange también dio a entender que "revelar secretos", "potencialmente podría derribar muchas administraciones que dependen de ocultar la realidad, incluida la administración estadounidense". (Ibíd.)
Desde el principio, el foco geopolítico de Wikileaks en "regímenes opresores" de Eurasia y el Medio Oriente fue "atractivo" para las élites estadounidense, es decir, parecían coincidir con los objetivos declarados de la política exterior estadounidense. Por otra parte, la composición del equipo de Wikileaks (que incluía a los disidentes chinos), por no mencionar la metodología de "exponer secretos" de gobiernos extranjeros, estaban en sintonía con las prácticas de las operaciones encubiertas estadounidenses (y con el apoyo de Freedom House) dirigidas a detonar el "cambio de régimen" y fomentar "revoluciones de color" en diferentes partes del mundo.
El Rol de los Medios Corporativos: El Rol Central del New York Times
Wikileaks no es un medio de comunicación alternativo típico. El New York Times, The Guardian y Der Spiegel participan directamente en la edición y selección de documentos filtrados. The Economist de Londres también ha desempeñado un rol importante.
Si bien el proyecto y su director Julián Assange revelan compromiso y preocupación por la verdad en los medios, las últimas liberaciones de cables de embajadas de Wikileaks han sido cuidadosamente "redactadas" por los medios en coordinación con el gobierno estadounidense. (Ver Interview with David E. Sanger, Fresh Air, PBS, 8 de Diciembre de 2010)
Esta colaboración entre Wikileaks y los medios selectos no es fortuita, ya que formaba parte de un acuerdo entre varios de los principales periódicos estadounidenses y europeos con el editor de Wikileaks, Julián Assange.
La pregunta importante es ¿quién controla y supervisa la selección, distribución y edición de los documentos entregados a un público más amplio?
¿Qué objetivos de política exterior estadounidense están siendo atendidos a través de este proceso de redacción?
¿Wikileaks forma parte de un despertar de la opinión pública, de una batalla contra las mentiras y falsedades que aparecen a diario en los medios impresos y en la TV?
Si es así, ¿cómo puede esta batalla contra la desinformación de los medios realizarse con la participación y colaboración de los arquitectos corporativos de la desinformación mediática?
Wikileaks ha contratado a los arquitectos de la desinformación mediática para combatir la desinformación mediática: un procedimiento incongruente y contraproducente.
Los medios corporativos estadounidenses y más concretamente el diario The New York forman parte integral del establishment económico, con vínculos a Wall Street, los think tanks de Washington y el Council on Foreign Relations (CFR).
Por otra parte, los medios corporativos estadounidenses han desarrollado una relación de larga data con el aparato de inteligencia estadounidense, que se remonta a la "Operación Mocking Bird", una iniciativa de la Oficina de Proyectos Especiales de la CIA (OSP), establecida en la década de 1950.
Incluso antes de que el proyecto Wikileaks se ganara el terreno, los medios estaban involucrados. Un papel fue definido y acordado por los medios corporativos no sólo en la liberación, sino también en la selección y edición de las filtraciones. En una amarga ironía, los "profesionales de los medios", en palabras de Julián Assange en entrevista con The Economist, han sido socios del proyecto Wikileaks desde el principio.
Por otra parte, periodistas clave vinculados al establishment de política exterior, seguridad-nacional e inteligencia estadounidenses han trabajado en estrecha colaboración con Wikileaks, en la distribución y difusión de los documentos filtrados.
En una amarga ironía, el socio de Wikileaks, The New York Times, quien ha promovido constantemente la desinformación de los medios está siendo acusado de conspiración. ¿Por qué? ¿Por revelar la verdad? ¿O por manipular la verdad? En las palabras del senador Joseph L. Lieberman:
"Ciertamente creo que WikiLleaks ha violado la Ley de Espionaje, pero después ¿qué pasa con las organizaciones de noticias - como el Times - que los aceptaron y distribuyeron? ", dijo el Sr. Lieberman, quien agregó: "Para mí, el New York Times se ha comprometido al menos un acto de mala ciudadanía, y si han cometido un delito, creo que deberían soportar una muy intensa investigación del Departamento de Justicia. " (WikiLeaks Prosecution Studied by Justice Department - NYTimes.com, 7 de Diciembre de 2010)Este rol "redactor" del New York Times es francamente reconocido por David E. Sanger, director corresponsal en Washington del New York Times:
"[N]osotros abordamos [los cables] con mucho cuidado para tratar de redactar el material que pensamos que podría ser perjudicial para personas o interrumpir operaciones en curso. Así que dimos el muy inusual paso de mostrarle unos 100 cables o algo asi que estuviéramos escribiendo, al gobierno estadounidense y preguntarles si tenían redacciones adicionales para sugerir." (Ver PBS Interview; The Redacting and Selection of Wikileaks documents by the Corporate Media, entrevista de PBS en "Fresh Air", con Terry Gross: 8 de Diciembre de 2010, énfasis añadido).Además, Sanger también señalaría más adelante en la entrevista:
"Es la responsabilidad del periodismo estadounidense, regresar a los fundamentos de este país, salir y tratar de lidiar con los temas más duros del día y hacerlo de forma independiente del gobierno." (Ibíd.)¿"Hacerlo de forma independiente del gobierno", mientras al mismo tiempo "pidiéndole al [gobierno estadounidense] si tenía redacciones adicionales para sugerir"?
David E. Sanger no puede ser descrito como un modelo de periodista independiente. Es miembro del Council on Foreign Relations (CFR) y el Grupo de Estrategia del Aspen Institute, que agrupa a gente como Madeleine K. Albright, Condoleezza Rice, el ex secretario de Defensa, William Perry, el ex jefe de la CIA, John Deutch, el presidente del Banco Mundial, Robert. B. Zoellick, y Philip Zelikow, anterior director ejecutivo de la Comisión del 9/11, entre otras prominentes figuras del establishment. (Véase también William F. Engdahl, Wikileaks: A Big Dangerous US Government Con Job, Global Research, 10 de Diciembre de 2010).
Cabe señalar que varios periodistas estadounidenses, miembros del Council on Foreign Relations, han entrevistado a Wikileaks, incluyendo a Richard Stengel de Time Magazine (30 de Noviembre de 2010) y a Raffi Khatchadurian de The New Yorker. (WikiLeaks and Julian Paul Assange : The New Yorker, 11 de Junio de 2007)
Históricamente, el New York Times ha servido a los intereses de la familia Rockefeller en el contexto de una relación de larga data. El actual presidente del New York Times, Arthur Sulzberger Jr. es miembro del Council on Foreign Relations, hijo de Arthur Ochs Sulzberger y nieto de Arthur Hays Sulzberger, quien sirvió como Administrador de la Fundación Rockefeller. Ethan Bronner, subdirector extranjero del The New York Times, así como Thomas Friedman, entre otros, son también miembros del Council on Foreign Relations (CFR). (Lista de Miembros – Council on Foreign Relations)
A su vez, los Rockefeller tienen una participación importante como accionistas de varios medios corporativos estadounidenses.
Los Cables de las Embajadas y el Departamento de Estado
No debería ser ninguna sorpresa que David E. Sanger y sus colegas en el New York Times centren su atención en una muy "selectiva" difusión de cables de Wikileaks, centrándose en áreas que apoyen los intereses de la política exterior estadounidense: el programa nuclear de Irán, Corea del Norte, el apoyo de Arabia Saudita y Pakistán a Al Qaeda, las relaciones de China con Corea del Norte, etc. Estas liberaciones se utilizaron como material de base para artículos y comentarios del New York Times.
Los cables de las embajadas y del Departamento de Estado publicados por Wikileaks fueron redactados y filtrados. Fueron utilizados con fines de propaganda. No constituyen un conjunto completo y continuo de memorandos.
A partir de una lista de cables selectos, las filtraciones son utilizadas para justificar una agenda de política exterior. Un ejemplo de ello es el supuesto programa iraní de armas nucleares, que es tema de numerosos memorandos del Departamento de Estado, así como el apoyo de Arabia Saudita al terrorismo islámico.
El Programa Nuclear de Irán
Los cables filtrados son utilizados para alimentar la campaña de desinformación sobre las Armas de Destrucción Masiva de Irán. Mientras los cables de filtrado se presentan como "evidencia" de que Irán constituye una amenaza, las mentiras y fabricaciones de los medios corporativos sobre el supuesto programa iraní de armas nucleares no son mencionadas, ni tampoco hay ninguna mención de ellos en los cables filtrados.
Las filtraciones, una vez que se canalizan en las cadenas de noticias corporativas, editadas y redactadas por el New York Times, sirven de forma indeleble a los intereses generales de la política exterior estadounidense, incluyendo los preparativos de guerra de Estados Unidos, la OTAN e Israel contra Irán.
Con respecto a la "inteligencia filtrada" y la cobertura del presunto programa de armas nucleares de Irán, David E. Sanger ha jugado un rol crucial. En noviembre de 2005, el New York Times publicó un informe coescrito por David E. Sanger y William J. Broad titulado "Confiando en un Computador, Estados Unidos busca demostrar los Objetivos Nucleares de Irán".
El artículo se refiere a los misteriosos documentos en un computador portátil robado de Irán, que incluye "una serie de planos de un vehículo de reentrada de misiles", que supuestamente podría alojar armas nuclear producida por Irán:
"A mediados de julio, altos funcionarios de inteligencia estadounidense llamaron a los líderes de la agencia internacional de inspección atómica a la cima de un rascacielos con vistas al Danubio en Viena y dieron a conocer el contenido de lo que señalaron, era un computador portátil iraní robado.Estos "documentos secretos", fueron presentados posteriormente por el Departamento de Estado de Estados Unidos al Organismo Internacional de Energía Atómica, OIEA, con el fin de demostrar que Irán estaba desarrollando un programa de armas nucleares. También fueron utilizados como pretexto para hacer cumplir el régimen de sanciones económicas contra Irán, aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Los estadounidenses presentaron sobre una pantalla y extendieron sobre una mesa de conferencias más de un millar de páginas de simulaciones por ordenador y reportes de experimentos iraníes, afirmando que demostraron un largo esfuerzo para diseñar una ojiva nuclear, según media docena de europeos y estadounidenses que participaron en la reunión.
Los documentos, reconocieron desde el principio los estadounidenses, no prueban que Irán tenga una bomba atómica. Son presentados como la más fuerte evidencia hasta el momento de que, a pesar de la insistencia de Irán de que su programa nuclear es pacífico, el país está tratando de desarrollar una ojiva compacta para entrar en sus misiles Shahab, que pueden alcanzar Israel y otros países del Medio Oriente." (William J. Broad y David E. Sanger, Relying on Computer, U.S. Seeks to Prove Iran's Nuclear Aims - New York Times, 13 de Noviembre de 2005, énfasis agregado)
Aunque su autenticidad ha sido puesta en duda, un reciente artículo del periodista de investigación Gareth Porter confirma de manera inequívoca que los documentos del portátil misterioso son falsos. (Ver Gareth Porter, Exclusive Report: Evidence of Iran Nuclear Weapons Program May Be Fraudulent, Global Research, 18 de Noviembre de 2010).
Los dibujos que figuran en los documentos filtrados por William J. Broad y David E. Sanger no pertenecen al misil Shahab sino a un obsoleto sistema de misiles de Corea del Norte, que fue dado de baja por Irán a mediados de la década del 90. Los dibujos presentados por los funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos se referían a "Cabezas Balísticas Equivocadas":
En julio de 2005,... Robert Joseph, Subsecretario de Estado de Estados Unidos para el control de armas y seguridad internacional, hizo una presentación formal sobre los supuestos documentos del programa iraní de armas nucleares a funcionarios líderes de la agencia en Viena. Joseph presentó extractos de los documentos en la pantalla, prestando especial atención a la serie de dibujos técnicos o "esquemas" que muestran 18 maneras diferentes de colocar una carga útil no identificada en la entrada del vehículo nuevo o "cabeza" de misil balístico de Irán de mediano alcance, Shahab-3. Cuando a los analistas del OIEA se les permitió estudiar los documentos, sin embargo, descubrieron que los esquemas se basaron en un vehículo de re-entrada que los analistas ya sabían que había sido abandonado por el ejército iraní en favor de un diseño nuevo y mejorado. La ojiva que se muestra en los esquemas tenía la familiar forma de "orejas de burro" del misil de origen norcoreano No Dong, que Irán había adquirido a mediados de la década del 90. ... Los documentos del computador portátil representaban el vehículo de reentrada incorrecto siendo rediseñado... (Gareth Porter, Op cit., énfasis agregado)David E, Sanger, quien trabajó diligentemente con Wikileaks bajo la bandera de la verdad y la transparencia también fue instrumental en la "filtración" del New York Times de lo que Gareth Porter describe como inteligencia falsa. (Ibíd.)
Si bien este asunto de la inteligencia falsa prácticamente no recibió cobertura de medios de comunicación, invalida completamente las afirmaciones de Washington sobre las supuestas armas nucleares de Irán. También cuestiona la legitimidad del régimen de sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU dirigidas contra Irán.
Por otra parte, en una ironía amarga, la redacción selectiva de datos de los cables de las embajadas de Wikileaks por el New York Times ha sido útil no sólo para descartar el tema central de la inteligencia falsa, sino también para reforzar, a través de la desinformación mediática, el reclamo de Washington de que Irán está desarrollando armas nucleares. Un ejemplo de ello es un artículo de Noviembre de 2010, coescrito por David E. Sanger, que cita los cables de Wikileaks como fuente:
"Irán obtuvo 19 misiles de Corea del Norte, según un cable [de Wikileaks] de fecha 24 de Febrero de este año.... (WikiLeaks Archive — Iran Armed by North Korea - NYTimes.com, 28 de Noviembre de 2010).Estos misiles se dice que tienen la "capacidad de atacar capitales de Europa Occidental o fácilmente llegar a Moscú, y funcionarios estadounidenses advirtieron que su propulsión avanzada podría acelerar el desarrollo iraní de misiles balísticos intercontinentales." (Ibíd., énfasis agregado).
Wikileaks, Irán y el Mundo Árabe
Los cables publicados por Wikileaks también se están utilizando para crear divisiones entre Irán por un lado, y Arabia Saudita y los Estados del Golfo por el otro:
"Después que WikiLeaks afirmara que algunos países árabes están preocupados por el programa nuclear de Irán y han instado a Estados Unidos a tomar medidas [militares] para contener a Irán, la Secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, se aprovechó del asunto y señaló que los cables liberados mostraron que las preocupaciones estadounidenses con respecto al programa nuclear de Irán son compartidas por la comunidad internacional." Tehran Times : WikiLeaks promoting Iranophobia, 5 de Diciembre de 2010)Los medios de comunicación occidentales han saltado en esta oportunidad y han citado los memorandos del Departamento de Estado publicado por Wikileaks con miras a presentar a Irán como una amenaza apara la seguridad global, así como fomentar las divisiones entre Irán y el mundo árabe.
"La Guerra Global contra el Terrorismo"
Las filtraciones citadas por los medios occidentales revelan el apoyo de los Estados del Golfo y Arabia Saudita a varias organizaciones terroristas islámicas, un hecho que es conocido y ampliamente documentado.
Lo que los informes no mencionan, sin embargo, algo que es crucial en la comprensión de la "Guerra Global contra el Terrorismo", que la inteligencia estadounidense históricamente ha canalizado su apoyo a las organizaciones terroristas a través de Pakistán y Arabia Saudita. (Véase Michel Chossudovsky, America’s "War on Terrorism", Global Research, Montreal, 2005). Estas son operaciones de inteligencia encubiertas patrocinadas por Estados Unidos con la inteligencia saudí y paquistaní como intermediarios.
En este sentido, el uso de los documentos de Wikleaks por los medios tiende a mantener la ilusión de que la CIA no tiene nada que ver con las redes terroristas y que Arabia Saudita y los Estados del Golfo están "proporcionando la mayor parte del financiamiento" a Al Qaeda, los talibanes, Lashkar-e-Taiba, entre otros, cuando en realidad esta financiación se lleva a cabo en coordinación y consulta con sus homólogos de la inteligencia estadounidense:
"La información salió a la luz en la última serie de documentos publicados el domingo por Wikileaks. En sus comunicados al Departamento de Estado, las embajadas estadounidenses en Arabia Saudita y los estados del Golfo describen una situación en la que ricos donantes privados, a menudo abiertamente, apoyan generosamente a los mismos grupos contra los que Arabia Saudita afirma luchar." (Wikileaks: Saudis, Gulf States Big Funders of Terror Groups - Defense/Middle East - Israel News - Israel National News)Del mismo modo, con respecto a Pakistán:
Los cables, obtenidos por WikiLeaks y puestos a disposición una serie de organizaciones de noticias, dejan en claro que debajo de las garantías públicas descansan profundos enfrentamientos [entre Estados Unidos y Pakistán] sobre objetivos estratégicos en temas como el apoyo de Pakistán a los talibanes afganos y la tolerancia de Al Qaeda ,..." (Wary Dance With Pakistan in Nuclear World, The New York Times, 1 de Diciembre de 2010)Informes de esta naturaleza sirven para proporcionar legitimidad a los ataques de aviones estadounidenses no tripulados contra presuntos objetivos terroristas dentro de Pakistán.
El uso e interpretación de los medios corporativos de los cables de Wikileaks sirve para mantener dos mitos relacionados:
1) Irán tiene un programa de armas nucleares y constituye una amenaza para la seguridad mundial.La CIA y los Medios de Comunicación Corporativos
2) Arabia Saudita y Pakistán son patrocinadores de Al Qaeda. Ellos están financiando organizaciones terroristas islámicas que están decididas a atacar a Estados Unidios y sus aliados de la OTAN.
La relación de la CIA a los medios estadounidenses está ampliamente documentada. El New York Times continúa manteniendo una estrecha relación no sólo con la inteligencia estadounidense, sino también con el Pentágono, y más recientemente con el Departamento de Seguridad Nacional.
"Operación Mocking Bird" fue una iniciativa de la Oficina de Proyectos Especiales de la CIA (OSP), establecida en la década del 50. Su objetivo era influir en tanto los medios estadounidenses como extranjeros. Desde la década del 50, miembros de los medios estadounidenses fueron sistemáticamente reclutados por la CIA.
El funcionamiento interno de la relación de la CIA con los medios estadounidenses fue descrito por Carl Bernstein en un artículo de 1977 para la revista Rolling Stone titulado La CIA y los Medios:
"[M]ás de 400 periodistas estadounidenses desarrollaron secretamente tareas de la Agencia Central de Inteligencia, de acuerdo a los documentos sobre los cuarteles generales de la CIA [1950-1977] Algunas de estas relaciones de los periodistas con la Agencia eran tácitas, y algunas… eran explícitas... Reporteros compartieron sus cuadernos con la CIA. Editores compartieron su personal. Algunos de los periodistas fueron los ganadores del Premio Pulitzer... La mayoría eran menos exaltados. Corresponsales extranjeros que consideraban que su asociación con la Agencia ayudó a su trabajo...;Bernstein sugiere, a este respecto, que "el uso de la CIA de los medios estadounidenses ha sido mucho más amplio que lo que los funcionarios de la Agencia han reconocido públicamente o en sesiones a puerta cerrada con los miembros del Congreso." (Ibíd.)
Entre los ejecutivos que prestaron su colaboración a la Agencia están Williarn Paley de la Columbia Broadcasting System, Henry Luce de Tirne Inc., Arthur Hays Sulzberger del New York Times, Barry Bingham Sr. de la LouisviIle Courier-Journal, y James Copley del Copley News Service. Otras organizaciones que cooperaron con la CIA incluyen la American Broadcasting Company, la National Broadcasting Company, Associated Press, United Press International, Reuters, Hearst Press, Scripps Howard, Newsweek Magazine, el Mutual Broadcasting System, el Miami Herald y el antiguo Saturday Evening Post y el New York Herald Tribune. (The CIA and the Media by Carl Bernstein)
En los últimos años, la relación de la CIA a los medios de comunicación se ha vuelto cada vez más compleja y sofisticada. Se trata de una gigantesca red de propaganda que involucra varios organismos del gobierno.
La desinformación mediática se ha institucionalizado. Las mentiras y falsedades se han vuelto cada vez más evidentes cuando se comparan con la década del 70. Los medios estadounidenses se han convertido en los portavoces de política exterior de Estados Unidos. La desinformación es rutinariamente "plantada" por agentes de la CIA en las redacciones de los diarios más importantes, revistas y canales de televisión: "Unos pocos corresponsales relativamente bien conectados ofrecen las primicias, obtienen la cobertura en las reducidas fuentes de las noticias mainstream, donde los parámetros del debate son establecidos y la "realidad oficial" es consagrada para los que aprietan botones en la cadena de noticias." (Chaim Kupferberg, The Propaganda Preparation of 9/11, Global Research, 19 de Septiembre de 2002).
Desde 2001, los medios estadounidenses han asumido un nuevo rol en el mantenimiento de la "Guerra Global contra el Terrorismo" (GWOT) y camuflan los crímenes de guerra patrocinados por Estados Unidos. A raíz del 9/11, el Secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, creó la Oficina de Influencia Estratégica (OSI), u "Oficina de Desinformación", como que fue calificada por sus críticos: "El Departamento de Defensa señaló que necesitaba hacer esto, y en realidad va a plantar historias falsas en el extranjero – como un esfuerzo para influir en la opinión pública en el mundo." (Entrevista con Steve Adubato, Fox News, 26 de Diciembre de 2002, véase también Michel Chossudovsky, War Propaganda, Global Research, 3 de Enero de 2003).
Los medios corporativos de hoy en día son instrumentos de propaganda de guerra, lo cual plantea la pregunta: Por qué el New York Times, de repente, promueve la transparencia y la verdad en los medios de comunicación, asistiendo a Wikileaks a "difundir la palabra", y que los pueblos alrededor del mundo no se detengan un momento y cuestionen la base de esta relación incongruente.
En la superficie, nada prueba que Wikileaks sea una operación encubierta de la CIA. Sin embargo, dada la relación coherente y estructurada de los medios corporativos con la inteligencia estadounidense, por no hablar de los vínculos de periodistas con el establishment militar y de seguridad nacional, la posibilidad de una operación psicológica patrocinada por la CIA necesariamente debe ser abordada.
El Séquito Social y Corporativo de Wikileaks
Wikileaks y The Economist también han entrado en lo que parece ser una relación contradictoria. Al fundador y editor de Wikileaks, Julián Assange, se le concedió en 2008 el New Media Award de The Economist.
The Economist mantiene una estrecha relación con las élites financieras de Gran Bretaña. Se trata de un medio de comunicación del establishment, que en general, ha apoyado la participación de Gran Bretaña en la guerra de Irak. Lleva el sello de la familia Rothschild. Sir Evelyn Robert Adrian de Rothschild fue presidente del The Economist desde 1972 hasta 1989. Su esposa Lynn Forester de Rothschild se encuentra actualmente en el directorio de The Economist. La familia Rothschild también tiene acciones considerables en la revista The Economist.
El problema más amplio es, ¿por qué Julián Assange recibe el apoyo del equipo de noticias del establishment británico por excelencia que desde siempre ha estado involucrado en desinformación mediática?
No estaremos ante un caso de "disidencia fabricada", por el que el proceso de apoyo y gratificación a los esfuerzos de Wikileaks, se convierte en una forma de controlar y manipular el proyecto Wikileaks, mientras al mismo tiempo se incorpora a los medios.
También vale la pena mencionar otro vínculo importante. El abogado de Julián Assange es Mark Stephens de Finers Stephens Innocent (FSI), una importante firma jurídica londinense de élite, que resulta ser asesora jurídica de la Rothschild Waddesdon Trust. Aunque esto por sí mismo no prueba nada, sin embargo, debe examinarse en un contexto más amplio el entorno social y corporativo de Wikileaks: el New York Times, el CFR, The Economist, Time Magazine, Forbes, Finers Stephens Innocent (FSI), etc.
Fabricando Disidencia
Wikileaks tiene las características esenciales de un proceso de "disidencia fabricada". Pareciera denunciar las mentiras del gobierno. Ha publicado información importante sobre los crímenes de guerra estadounidenses. Pero cuando el proyecto es incorporado en el marco del periodismo convencional, es utilizado como un instrumento de desinformación mediática:
"Va en interés de las elites corporativas el aceptar el disenso y la protesta como una característica del sistema en la medida en que no pongan en peligro el orden social establecido. El propósito no es reprimir la disidencia, sino, por el contrario, darle forma y moldear el movimiento de protesta, para establecer el límite externo de la disidencia. Para mantener su legitimidad, las élites económicas favorecen formas limitadas y controladas oposición... Para ser eficaz, sin embargo, el proceso de "fabricar disidencia" debe ser cuidadosamente regulado y supervisado por los que son objeto del movimiento de protesta." (Véase Michel Chossudovsky, "Manufacturing Dissent": the Anti-globalization Movement is Funded by the Corporate Elites, Septiembre de 2010)Lo que este estudio del proyecto Wikileaks también sugiere es que la mecánica propagandística del Nuevo Orden Mundial, sobre todo en lo que respecta a su programa militar, se ha vuelto cada vez más sofisticada.
Ya no se basa en la supresión pura y simple de hechos relacionados con crímenes de guerra de Estados Unidos y la OTAN. Tampoco exige que la reputación de los funcionarios del gobierno al más alto nivel, entre ellos el Secretario de Estado, sean protegidos. Los políticos del Nuevo Orden Mundial son en ese sentido, "desechables". Pueden ser reemplazados. Lo que debe ser protegido y sostenido son los intereses de las élites económicas, que controlan el aparato político detrás de las escenas.
En el caso de Wikileaks, los hechos están contenidos en un banco de datos; muchos de los hechos, en particular los relativos a gobiernos extranjeros, sirven a los intereses de política exterior estadounidense. Otros hechos tienden, por otra parte, a desacreditar a la administración estadounidense. Con respecto a la información financiera, la publicación de datos relativos a un banco en particular a través de Wikileaks facilitados por una institución financiera rival, podría ser utilizada para provocar el colapso o quiebra de una institución financiera específica.
Todos los Wiki-hechos son selectivamente redactados, son entonces "analizados" e interpretados por un medio que sirve a las élites económicas.
Si bien las numerosas informaciobes contenidas en el banco de datos de Wikileaks son accesibles, el público en general normalmente no se toma la molestia de consultar y buscar a través del banco de datos de Wikileaks. El público va a leer las redacciones e interpretaciones selectas presentadas en los principales medios noticiosos.
Es presentada una visión parcial y sesgada. La versión editada es aceptada por la opinión pública porque se basa en lo que se presenta como una "fuente confiable", cuando en realidad lo que se presenta en las páginas de los principales periódicos y en la TV es una cuidadosamente elaborada y compleja distorsión de la verdad.
Formas limitadas de debate crítico y "transparencia" son toleras mientras son ampliamente aceptadas las premisas básicas de la política exterior estadounidense, incluyendo su "Guerra Global contra el Terrorismo". En lo que respecta a un gran segmento del movimiento contra la guerra estadounidense, esta estrategia parece haber tenido éxito: "Estamos contra la guerra, pero apoyamos la 'guerra contra el terrorismo'".
Lo que esto significa es que la verdad en los medios sólo puede ser alcanzada desmantelando el aparato de propaganda, - es decir, quebrando la legitimidad de los medios corporativos que sostienen los intereses generales de las élites económicas así como el diseño militar global estadounidense.
A su vez, debemos asegurarnos que la campaña contra Wikileaks en Estados Unidos, usando la Ley de Espionaje de 1917, no sea utilizada como medio para librar una campaña para controlar Internet. En este sentido, también debemos mantenernos firmes en prevenir la persecución de Julián Assange en Estados Unidos.
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