Izquierda-derecha y liberal-conservador son adjetivos
frecuentemente utilizados para definir la posición de partidos,
candidatos, grupos o personas. Se asume que basta con calificar a
alguien como de izquierda para que le atribuyamos posiciones más
favorables a la ampliación de la intervención del Estado en la economía,
soluciones más colectivistas que individualistas, y una mayor
disposición a aumentar el gasto social. Asimismo, basta decir que
alguien es conservador para que asumamos que se opone a la legalización
del aborto y a la formalización de uniones entre personas del mismo
sexo, por ejemplo.
El cuestionario de la encuesta CIDE-CSES 20091 pidió a los
entrevistados ubicarse a sí mismos con respecto a los conceptos
izquierda-derecha y liberal-conservador en una escala que va de 0 a 10.
Las variables se codificaron en tres categorías, izquierda, centro y
derecha, y liberal, centro y conservador.2
En la encuesta se incluyeron también algunas preguntas de la encuesta World Values Survey3 en las que se pide a los entrevistados su opinión sobre qué tanto se justifica la homosexualidad, la prostitución, el aborto, el divorcio y la eutanasia, usando escalas de 0 a 10.4 En otra batería de preguntas se indaga sobre actitudes relacionadas con temas de igualdad, el papel del gobierno y el individualismo. Con base en las respuestas a estas baterías de preguntas se construyeron un índice de actitudes “sociales” y uno de actitudes “económicas”. El valor del índice para cada persona es el promedio de los valores que le dio a cada pregunta. Ambos índices se recodificaron en tres categorías: liberal, neutro y conservador en el índice moral, e izquierda-igualitario, neutro o derecha-meritocrático en el económico. Entre más alto es el valor que la persona le da a cada pregunta (“siempre se justifica” en el índice social), más liberal es el respondente y lo mismo ocurre en el índice económico, donde el valor más bajo es igualitario y el más alto meritocrático.5
En la encuesta se incluyeron también algunas preguntas de la encuesta World Values Survey3 en las que se pide a los entrevistados su opinión sobre qué tanto se justifica la homosexualidad, la prostitución, el aborto, el divorcio y la eutanasia, usando escalas de 0 a 10.4 En otra batería de preguntas se indaga sobre actitudes relacionadas con temas de igualdad, el papel del gobierno y el individualismo. Con base en las respuestas a estas baterías de preguntas se construyeron un índice de actitudes “sociales” y uno de actitudes “económicas”. El valor del índice para cada persona es el promedio de los valores que le dio a cada pregunta. Ambos índices se recodificaron en tres categorías: liberal, neutro y conservador en el índice moral, e izquierda-igualitario, neutro o derecha-meritocrático en el económico. Entre más alto es el valor que la persona le da a cada pregunta (“siempre se justifica” en el índice social), más liberal es el respondente y lo mismo ocurre en el índice económico, donde el valor más bajo es igualitario y el más alto meritocrático.5
Se observa una clara y marcada discrepancia entre la manera como las personas se ubican a sí mismas en la escala económica y su ubicación objetiva. Mientras que sólo el 14% de las personas se consideró a sí misma como de izquierda, el 50% cae en esa categoría por sus respuestas a las preguntas específicas. Obviamente, lo mismo ocurre con el posicionamiento en la derecha, 66% se considera de derecha, pero sólo 29% cae en esa categoría por sus respuestas a preguntas concretas (ver gráfica 1).
Los conceptos liberal-conservador también muestran diferencias entre la autoubicación y la posición objetiva, 20% se autodefinen como liberales, mientras que sólo 39% lo son por sus opiniones, y 57% se consideran conservadores, mientras que sólo 42% objetivamente cae en la categoría (ver gráfica 2).
Estos conceptos son construcciones de las elites y suponemos
que el público los usa como atajos cognitivos que le permiten minimizar
los costos de informarse. Pensamos que el público los usa y que en
efecto resumen posiciones complejas. Este supuesto tiene sustento, pero
únicamente para una porción limitada de la población. Solamente en el
52% de los entrevistados la autoubicación en la escala izquierda-derecha
y 48% en la escala liberal-conservador corresponde a sus opiniones. Es
decir, la autodefinición de las personas parece poco relacionada con las
orientaciones de política que supuestamente debieran sustentarla, o
bien, las categorías subjetivas que utilizan las personas para ubicarse
en las dimensiones “ideológicas” están basadas en espacios distintos a
los que los investigadores suponemos.
Ulises Beltrán. Director general de BGC. Beltrán y Asocs. S.C.
Ulises Beltrán. Director general de BGC. Beltrán y Asocs. S.C.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario