Molestó a muchos y enfureció a
otros tantos, la difusión, en este espacio -el pasado jueves-, de los
argumentos jurídicos que legalmente sirven para que todo ciudadano -sea o
no famoso, político o servidor público-, pueda reclamar el respeto a su
vida privada.
Dijimos, en pocas palabras, que una cosa es la inviolable libertad de
expresión y las libertades de prensa -la libertad de escribir sobre
cualquier materia-, y otra muy distinta es el derecho que tienen todos
los ciudadanos mexicanos a la garantía de mantener resguardada su vida
privada.
Sin embargo y, a juzgar por el contenido de las más de 600 visitas de
los inquilinos de abajo -y de otros cientos en redes sociales-, se
confirmó que, en efecto, una mayoría de opinantes no sólo son ignorantes
de las reglas básicas del periodismo sino que, en una preocupante
muestra de intolerancia, se tragan completo el anzuelo "engañabobos" de
la información basura, y hasta la defendieron como si se tratara de un
acto de fe. Por eso, y para abonar argumentos al debate del tema,
volvemos al mismo.
Primero, debemos aclarar que un requisito fundamental del ejercicio
periodismo de opinión, es dar la cara; responsabilizarse de las ideas
expresadas, sea en prensa, radio y/o televisión. La diferencia de un
profesional de la opinión -como el autor del Itinerario Político-, con
los cientos de cometarios vertidos en la entrega anterior, es que el
primero se hace responsable de cada una de las ideas aparecidas bajo su
firma. En cambio, la mayoría de los opinantes en el piso de abajo y en
las redes sociales, suelen opinar, insultar, ofender, denigrar y
agredir, amparados en el grosero anonimato, sin dar siquiera su nombre.
Pero resulta aún más curioso que la mayoría de quienes reaccionaron con
el argumento del insulto, la ofensa y la descalificación, son los mismos
que defendieron a rabiar la llamada información basura. ¿A qué nos
referimos?. Precisamente al comercio periodístico de la vida privada. En
Europa le llaman "Tabloides", en el vecino del norte "prensa
amarillista" y en México le conocemos como "revistas del corazón".
En todos los casos, ese tipo de prensa vende imágenes e historias
"exclusivas" de la vida de "los famosos" y, su mercado, es "el morbo"
social por conocer, enterarse o compararse con "las vidas ejemplares"
que allí aparecen. Entre alguno especialistas, esa información es
conocida como "información basura". Pero, contra lo que muchos suponen,
no todo es impunidad.
Es ampliamente conocido el caso de una ciudadana mexicana "del
espectáculo" -en su momento esposa del ex presidente López Portillo-,
que ganó una demanda presuntamente por esa razón, porque se habría
afectado su honor.
Pero en política, la exaltación del "morbo", va más allá del mercado de
la "información basura". En realidad, cuando un grupo político echa a
rodar información sobre la vida privada de otro grupo o, de un político
en específico, lo que busca es la ganancia electoral y/o el desprestigio
del adversarios. Es decir, la "información basura" se pone al servicio
del poder.
Y ese es el caso de Enrique Peña Nieto. La existencia de dos hijos fuera
de su primer matrimonio era un secreto a voces. Y si tienen dudas,
pueden consultar el Itinerario Político del 25 de febrero de 2010 -hace
casi dos años-, titulado "Peña, paternidad y golpes bajos". En esa
ocasión dijimos que sólo era cuestión de tiempo para que los enemigos de
Peña Nieto hicieran pública la paternidad fuera del matrimonio -su vida
privada-, del entonces gobernador mexiquense, con fines político
electorales. Y en efecto, así ocurrió.
Es decir, manos interesadas entregan a los ciudadanos información basura
de algún político, exaltan el morbo, para alentar a los ciudadanos
contra tal o cual candidato. En otras palabras, en el lodazal en el que
se revuelcan los políticos, también meten a los ciudadanos. Claro, a los
morbosos que se quieren meter.
¿Y cuál es la resultante?. El escándalo. ¿Y quién gana?. No ganan los
ciudadanos, sino el político que difundió la vida privada de su
adversario. ¿Ejemplos?.
¿Qué ganaron los ciudadanos, con el escándalo de que Salinas mató a su
sirvienta; con el escándalo de que, en sus mocedades, AMLO mató de un
tiro a un hermano?. ¿Qué ganaron los ciudadanos con el escándalo de la
amante de Fox, llamada Martha Sahagún, que se convirtió en su esposa ya
en Los Pinos. De los amoríos de Santiago Creel con reconocida
actriz...?. Esa información basura, "engañabobos", fue defendida a
rabiar por miles, el pasado jueves. |
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