Isabel Miranda de Wallace fue
--hasta antes de su imposición como candidata al GDF por el PAN--, una
de las más respetada lideresas sociales en los últimos años. Víctima del
secuestro y asesinato de su hijo Hugo, la señora Miranda se dio a la
tarea de buscar y llevar a prisión a casi todos los responsables del
crimen, al tiempo que contribuyó a empujar reformas para contener y
castigar con mayor severidad ese flagelo. Lo curioso del caso, es que
mientras crecía su liderazgo entre la sociedad civil, desde las alturas
del poder se promovía la imagen de la señora Wallace --desde hace
años--, en todos los foros, de casi todos los temas, dentro y fuera del
país, hasta que en días pasados se cerró el círculo. Y si, por
instrucciones presidenciales fue impuesta como candidata del PAN al
Gobierno del DF.
¿Qué significa que una líder social, como la señora Wallace, sea
arrebatada del espacio ciudadano, y que un partido como el PAN, intente
llevarla al otro extremo, el de la militancia y el ejercicio del poder?
Significa, en primer lugar, que el PAN fracasó en la construcción de
cuadros, en la capital del país, capaces de competir en propuestas,
imagen, popularidad y arraigo entre los electores, con los políticos de
la izquierda que gobierna. Por eso, ante ese fracaso, el PAN salió a
comprar un liderazgo, al nutrido mercado de líderes sociales mexicanos.
Se juntaron, en realidad, la demanda y la oferta.
El fracaso del PAN y, claro, la ambición desmedida de la señora Wallace.
Pero en el camino dejaron un cochinero. ¿Por qué? Porque a pesar de las
ingenuas declaraciones de la señora Wallace --dice que su candidatura
marca la hora de los ciudadanos--, todos saben que es candidata por el
palomeo de Los Pinos. Porque la imposición de la señora Wallace es una
grosera expresión del "dedazo" al más puro estilo del PRI --aplicado en
el PAN--, lo que confirma que doña Isabel ya es parte del mismo sistema
político que cuestionó por años y, en cuyas fallas y deficiencias,
secuestraron y mataron a su hijo.
Porque es de risa que, mientras la señora Wallace pregona que su
candidatura es para impedir "el carro completo del PRI", ella es ungida
por una de las más groseras prácticas de la antidemocracia priista. Más
curioso resulta que Santiago Creel y Josefina Vázquez Mota rechazan que
Calderon imponga a Cordero, pero aplauden el dedazo de Wallace.
Porque la señora Wallace siempre cuestionó la profesionalización nula de
los impartidores de justicia, reprochó la improvisación en las
procuradurías y policías y... ella, en tanto aspirante al GDF, es una
improvisada carente de las herramientas profesionales básicas.
Porque la señora Wallace juró y perjuró que nunca aceptaría un cargo
público o de elección popular --porque sería traicionar su lucha--, y
hoy prodiga demagogia, miente y promete igual que los políticos que
criticó. Porque la señora Wallace argumenta que aceptó ser candidata,
"porque nos negaron las candidaturas independientes", cuando en realidad
los partidos negaron esas candidaturas, porque lo que intenta es
cooptar a los líderes sociales.
Porque la señora Wallace dice que su candidatura no es del PAN, pero lo
cierto es que la palomeó el jefe del PAN, Felipe Calderón; la registrará
el PAN, la campaña la financiará el PAN, los votos los recibirá el PAN
y, claro, la estructura del PAN hará la campaña.
Porque, en el fondo, la señora Wallace no es más que una oportunista a
la que nada importa su causa. ¿Pruebas? Dijo que si ese cargo se lo
hubiese ofrecido el PRI o el PRD, lo hubiese aceptado; que si le
hubiesen dado a escoger, hubiese preferido al PRD; que no conoce los
estatutos del PAN, pero que no le importa, ya que ella impulsará su
agenda ciudadana. ¿De verdad será tal la ingenuidad de doña Isabel, que
cree que en el PAN la dejarán hacer lo que le plazca?
Queda claro que la señora Wallace nunca entendió que los líderes
sociales, en tanto voceros de la opinión pública, tienen como principal
responsabilidad, hacer valer las leyes de la opinión pública; el repudio
a los malos gobiernos y gobernantes y el aplauso a los aciertos. Nunca
entendió que en la historia de la humanidad, los poderes constituidos y
los poderes fácticos, siempre intentan cooptar a los líderes sociales
para –precisamente--, debilitar las causas, las luchas y las voces
sociales.
Hoy, la sociedad mexicana perdió a una soldadera. ¿Cuántos secuestrados
habrán perdido la esperanza, mientras Isabel hace campaña y disfruta las
mieles del poder; cuántos secuestradores estarán de fiesta? Al tiempo. |
1 comentario:
pobre pendeio seguramente eres una rata del prd yo voy a votar por esta señora a ver si la deja trabajar la mafia que es el gobierno
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