Hoy es el turno de analizar qué pasó en 2011 y que podría suceder
en 2012 con Argentina, la tercera economía latinoamericana. También es
el turno de otras dos economías sudamericanas de peso, como Chile y
Perú. Para completar nos ocuparemos de dos países caribeños de habla
hispana: Cuba y la República Dominicana. La principal fuente de análisis
será el Balance preliminar de 2011 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Argentina: el año en que resultó reelecta la
presidenta Cristina Fernández de Kirchner este país creció otra vez a
uno de los ritmos más altos de Latinoamérica. Sin embargo, las
cuestionadas estadísticas oficiales de Argentina llevan a que no se
conozca con precisión cuánto aumentó exactamente el PIB. La CEPAL es un
organismo de la ONU y toma como ciertas las estadísticas oficiales. Es
así que proyectó que el PIB oficial de Argentina se expandió “por lo
menos un 8,5%” el año pasado, lo que supone una leve desaceleración
respecto del 9,2% de 2010. En cambio, consultoras privadas argentinas
relevadas por la firma británica Consensus Economics calculan un
crecimiento menor en 2011: Orlando Ferreres & Asociados habla de un 5,8%; M&S Consultores y ACM, de un 6%; y Econviews y Ecolatina, de un 6,5%.
La CEPAL comenta que en 2011 se mantuvieron varias de las políticas expansivas usadas para hacer frente a los efectos de la crisis internacional. Los servicios se mostraron más dinámicos que la producción de bienes. La agricultura y la minería registraron bajas en la actividad en la primera mitad del año pasado (2010 había registrado una cosecha histórica), mientras la industria se expandió 7,7% en los primeros nueve meses de 2011, sobre todo por el buen desempeño de la fabricación de coches, en especial con destino a Brasil. La fuerte desaceleración del gigante sudamericano ya ha impactado en una caída de la producción de coches argentinos en diciembre pasado. Mientras tanto, el paro descendió al 7,2% en 2011 y la elasticidad empleo/PIB mejoró respecto de 2010, aunque aún no ha recuperado el ritmo previo a la crisis mundial de 2008/2009.
El Gobierno de Fernández volvió a hacer uso de las reservas del Banco Central y los recursos de la Seguridad Social para financiarse. La deuda en relación al PIB aumentó al 46,3% del PIB, pero alrededor de la mitad corresponde a obligaciones del Tesoro con organismos del sector público, según calcula la CEPAL. El superávit fiscal de 2010 (0,2% del PIB) se perdió en 2011 (-0,3%), según el organismo que dirige la mexicana Alicia Bárcena. La CEPAL recuerda que a finales de 2011 el Gobierno anunció la eliminación de subsidios al gas, la electricidad y el agua para ciertos sectores económicos y hogares de ingresos medio altos y altos.
La salida de capitales, que rondaba los 7.000 millones de media en los primeros semestres del periodo 2007/2010, se aceleró a 10.000 millones en 2011. En el tercer semestre este fenómeno se acentuó y por eso en noviembre pasado el Gobierno implementó medidas para controlar la compra de divisas y para obligar a petroleras (como Repsol YPF) y mineras a liquidar en el mercado local lo que exportan. Además, informalmente, el Ejecutivo ha presionado a empresas para que suspendan importaciones, retrasen sus pagos y aborten el giro de utilidades al exterior (Repsol YPF las remitió de todos modos). Estas políticas y el alza de tipos de interés evitaron una devaluación del peso. No obstante, el Banco Central perdió el 10% de las reservas en 2011, aunque siguen siendo “considerables”, según la CEPAL.
La inflación alcanzó el 21%, según el instituto de estadística de la provincia de Santa Fe, gobernada por la oposición. En 2012, el Gobierno pretende reducirla y por eso informalmente promueve que los salarios aumenten de media alrededor del 18%, frente al 27,4% del año pasado.
Para 2012, el relevamiento de mercado de Consensus Economics indica que Argentina desacelerará mucho su crecimiento, al 3,5%, con una inversión 5,4% superior y una producción industrial 3,6% arriba. La consultora Ex Ante es la más optimista sobre el crecimiento argentino en el nuevo año (6%), mientras que el banco JP Morgan Chase prevé que Argentina apenas crezca 1%. La CEPAL, en cambio, vaticina un crecimiento cercano al 5%. El déficit público subiría al 1,3% del PIB y el de cuenta corriente llegaría a 1.500 millones de dólares, según Consensus Economics.
Chile: el país de Sebastián Piñera, pese a que fue el año de las protestas estudiantiles, creció en 2011 más que en 2010, a un ritmo del 6,3%, uno de los más altos de la región. Como consecuencia, el paro descendió al 7,2%. La demanda interna tiró del carro del crecimiento después de que se revirtieran los efectos negativos del terremoto y tsunami de 2010. La reconstrucción de las zonas destruidas también contribuyó al aumento de la actividad en obras y consumo de bienes durables. Mejoraron también los salarios, el crédito, el comercio, los servicios y la industria salmonera. En cambio, se contrajo la minería, tanto por huelgas como por el menor rendimiento de los yacimientos.
En 2012 se prevé que continúe la desaceleración que comenzó en la segunda mitad de 2011 por el deterioro de la economía mundial. La CEPAL no descarta que disminuyan los precios del cobre, principal exportación, aunque sigan en niveles históricamente altos. Este organismo anticipa un alza del PIB del 5%. Consensus Economics prevé un crecimiento menor, del 4%, con una inflación del 3% (frente al 3,9% en 2011), una inversión que aumente el 5% y una actividad industrial que apenas se expanda al 1,2%. EL banco HSBC es el más optimista con la expansión de Chile (4,5%) y el Bank of America Merrill Lynch se presenta como el más pesimista (3,5%).
El Gobierno central logró un superávit fiscal del 1,2% del PIB en 2011, según la CEPAL. Esto ha permitido “recomponer en parte los ahorros en fondos soberanos, de modo que, de ser necesario, se podría desplegar nuevamente una acción pública contracíclica”, como en la crisis mundial de 2008/2009, según el organismo de la ONU. “Con todo, estos fondos aún no han recuperado el nivel máximo registrado antes de la crisis financiera mundial (de 2008/2009)”, advierte la CEPAL. En 2012, Consensus Economics prevé que las cuentas públicas cierren en equilibrio y el déficit de cuenta corriente se dispare a 4.300 millones de dólares.
Perú: en 2011 el PIB creció un 7%, impulsado por la continuación del elevado dinamismo, tanto de la demanda interna, en particular del consumo e inversión privados, como de la externa, en el contexto de un cambio de Gobierno, según la CEPAL. Ollanta Humala sucedió a Alan García en la presidencia peruana. Los sectores de mayor crecimiento fueron los de transporte y comunicaciones, los servicios a las empresas y el comercio. Sin embargo, este país rico en minerales apenas disminuyó el paro del 8,1% en los primeros nueve meses de 2010 al 8% en el mismo periodo de 2011.
Ante el fuerte dinamismo de la demanda interna, en la primera mitad del año el Gobierno de García redujo el gasto público y ahorró 2.000 millones de dólares en el Fondo de Estabilización Fiscal, que servirá en caso de producirse una crisis mundial. También disminuyó el IVA, el impuesto a las transferencias financieras y los aranceles a la importación (Perú acordó en 2011 liberalizar el comercio con la Unión Europea, México y Corea del Sur). Cuando Humala lo sucedió en el poder, elevó las regalías a la minería y además creó nuevos impuestos contra esta actividad. De todos modos, el nuevo presidente defiende la explotación mineral, como ha demostrado en la represión de la reciente revuelta popular contra el impacto ambiental de un yacimiento de oro en la región de Cajamarca. Humala también ha sido, junto a su par de Brasil, Dilma Rousseff, de los primeros en adoptar medidas contra un eventual regreso de la recesión mundial, pese a los consejos del Fondo Monetario Internacional (FMI) en sentido opuesto.
La deuda pública bajó en 2011 al 20,9% del PIB, el Gobierno de García debió aplicar controles al abundante ingreso de capitales para evitar una excesiva apreciación del sol y la inflación finalizó en el 4,3%, según la CEPAL. Para 2012, este organismo de la ONU prevé un crecimiento económico cercano al 5%. Los mercados son aún más optimistas: 5,2%, según Consensus Economics. Deutsche Bank prevé un 5,9%, mientras que Capital Economics, un 4%, en lo que constituyen los dos pronósticos más contrastantes de los relevados.
La inversión crecería al 8,8%; la actividad manufacturera, el 4,7%; la inflación, apenas el 2,7%, pero el déficit de cuenta corriente subiría a 4.400 millones de dólares, según Consensus Economics.
Cuba: en 2011 la economía cubana creció “dentro de un contexto marcado por la gradual, pero decidida aplicación de una serie de medidas concretas para impulsar la actualización del modelo económico”, según la CEPAL. Este organismo calcula que el país que dirige Raúl Castro creció alrededor de 2,5% en 2011 (contra un 2,1% en 2010) por cierta mejora de su restricción externa (aumentos del turismo, la exportación y las remesas) y a un incremento moderado del consumo, tanto público como privado, al tiempo que la inversión continuó manteniéndose en niveles "muy bajos". La mejora de la cuenta corriente facilitó avanzar con la regularización de pagos a acreedores externos. El déficit fiscal aumentó de 3,5% del PIB en 2010 a 3,8% en 2011 porque el gasto privilegió la normalización financiera de empresas públicas.
Dentro de las reformas comenzadas en 2010 y aprobadas por el IV Congreso del Partido Comunista, en abril de 2011, se preveía la eliminación de 500.000 empleos públicos (el proceso está siendo más lento que lo pensado, pero en un año ha aumentado en 181.000 la cantidad de trabajadores por cuenta propia) y el impulso a la producción no estatal, la mayor autonomía de las empresas públicas y má descentralización de las decisiones de inversión y productivas. La nueva política apunta a estimular el crédito a agricultores y cuentapropistas, por lo que la CEPAL espera un 2012 más dinámico en la economía que el año pasado. En cuanto a los agricultores, Cuba les ha otorgado de manera acelerada, a partir de 2010, tierras ociosas en usufructo por un período de 10 años y ha sustituido el sistema tradicional de contratación de productores, que los obligaba a venderle al organismo estatal de acopio el 80% de su producción, por un régimen más flexible de contratos negociados individualmente en que el monto contratado depende del suministro de insumos y en el que se permite vender en el mercado libre la proporción de la producción no contratada .
Se calcula que en 2011 hubo un ligero aumento del índice de precios, en torno al 2%, pese a que la exclusión de ciertos productos de la libreta de racionamiento pudo generar presiones inflacionarias mayores, según la CEPAL.
República Dominicana: el país que preside Leonel Fernández se desaceleró mucho en 2011. Pasó de expandirse 7,8% en 2010 a crecer 4,2% en 2011. En el nuevo año, el mercado espera un repunte del 4,8%, según Consensus Economics.
La ralentización de la economía dominicana coincidió con un programa financiero acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Este plan consistió en retirar el estímulo fiscal concebido en 2010 para salir de la crisis mundial. Así fue se focalizaron los subsidios generalizados y se incrementaron los tipos de interés. El aumento del precio del petróleo impidió que la reducción de las subvenciones a la electricidad alcanzara la magnitud esperada, por lo que el Gobierno aplicó la tijera en otros gastos corrientes, excluidos los sociales. Fernández también creó impuestos e introdujo medidas para mejorar la recaudación tributaria.
Pese a la desaceleración, se destacó el desempeño de la industria en zonas francas; la minería, que se ha visto beneficiada por la reanudación de explotación de ferroníquel, y el turismo, que sufrió la reducción de la cantidad de turistas europeos, pero fue compensada por el crecimiento en las llegadas de estadounidenses y sudamericanos, según la CEPAL. De todos modos, todo eso no alcanzó para evitar una leve subida del alto nivel de paro (14,6%), de los más elevados de Latinoamérica.
A pesar del ajuste fiscal, la inflación siguió creciendo por el aumento del precio internacional del crudo y los alimentos. El índice de precios al consumidor (IPC) se elevó al 10% anual en julio pasado, pero finalizó en el 8%, según la CEPAL. En 2012 se reduciría al 6%, de acuerdo con el relevamiento de Consensus Economics. El déficit de cuenta corriente se contraerá a 4.400 millones de dólares, según esta consultora británica.
La CEPAL comenta que en 2011 se mantuvieron varias de las políticas expansivas usadas para hacer frente a los efectos de la crisis internacional. Los servicios se mostraron más dinámicos que la producción de bienes. La agricultura y la minería registraron bajas en la actividad en la primera mitad del año pasado (2010 había registrado una cosecha histórica), mientras la industria se expandió 7,7% en los primeros nueve meses de 2011, sobre todo por el buen desempeño de la fabricación de coches, en especial con destino a Brasil. La fuerte desaceleración del gigante sudamericano ya ha impactado en una caída de la producción de coches argentinos en diciembre pasado. Mientras tanto, el paro descendió al 7,2% en 2011 y la elasticidad empleo/PIB mejoró respecto de 2010, aunque aún no ha recuperado el ritmo previo a la crisis mundial de 2008/2009.
El Gobierno de Fernández volvió a hacer uso de las reservas del Banco Central y los recursos de la Seguridad Social para financiarse. La deuda en relación al PIB aumentó al 46,3% del PIB, pero alrededor de la mitad corresponde a obligaciones del Tesoro con organismos del sector público, según calcula la CEPAL. El superávit fiscal de 2010 (0,2% del PIB) se perdió en 2011 (-0,3%), según el organismo que dirige la mexicana Alicia Bárcena. La CEPAL recuerda que a finales de 2011 el Gobierno anunció la eliminación de subsidios al gas, la electricidad y el agua para ciertos sectores económicos y hogares de ingresos medio altos y altos.
La salida de capitales, que rondaba los 7.000 millones de media en los primeros semestres del periodo 2007/2010, se aceleró a 10.000 millones en 2011. En el tercer semestre este fenómeno se acentuó y por eso en noviembre pasado el Gobierno implementó medidas para controlar la compra de divisas y para obligar a petroleras (como Repsol YPF) y mineras a liquidar en el mercado local lo que exportan. Además, informalmente, el Ejecutivo ha presionado a empresas para que suspendan importaciones, retrasen sus pagos y aborten el giro de utilidades al exterior (Repsol YPF las remitió de todos modos). Estas políticas y el alza de tipos de interés evitaron una devaluación del peso. No obstante, el Banco Central perdió el 10% de las reservas en 2011, aunque siguen siendo “considerables”, según la CEPAL.
La inflación alcanzó el 21%, según el instituto de estadística de la provincia de Santa Fe, gobernada por la oposición. En 2012, el Gobierno pretende reducirla y por eso informalmente promueve que los salarios aumenten de media alrededor del 18%, frente al 27,4% del año pasado.
Para 2012, el relevamiento de mercado de Consensus Economics indica que Argentina desacelerará mucho su crecimiento, al 3,5%, con una inversión 5,4% superior y una producción industrial 3,6% arriba. La consultora Ex Ante es la más optimista sobre el crecimiento argentino en el nuevo año (6%), mientras que el banco JP Morgan Chase prevé que Argentina apenas crezca 1%. La CEPAL, en cambio, vaticina un crecimiento cercano al 5%. El déficit público subiría al 1,3% del PIB y el de cuenta corriente llegaría a 1.500 millones de dólares, según Consensus Economics.
Chile: el país de Sebastián Piñera, pese a que fue el año de las protestas estudiantiles, creció en 2011 más que en 2010, a un ritmo del 6,3%, uno de los más altos de la región. Como consecuencia, el paro descendió al 7,2%. La demanda interna tiró del carro del crecimiento después de que se revirtieran los efectos negativos del terremoto y tsunami de 2010. La reconstrucción de las zonas destruidas también contribuyó al aumento de la actividad en obras y consumo de bienes durables. Mejoraron también los salarios, el crédito, el comercio, los servicios y la industria salmonera. En cambio, se contrajo la minería, tanto por huelgas como por el menor rendimiento de los yacimientos.
En 2012 se prevé que continúe la desaceleración que comenzó en la segunda mitad de 2011 por el deterioro de la economía mundial. La CEPAL no descarta que disminuyan los precios del cobre, principal exportación, aunque sigan en niveles históricamente altos. Este organismo anticipa un alza del PIB del 5%. Consensus Economics prevé un crecimiento menor, del 4%, con una inflación del 3% (frente al 3,9% en 2011), una inversión que aumente el 5% y una actividad industrial que apenas se expanda al 1,2%. EL banco HSBC es el más optimista con la expansión de Chile (4,5%) y el Bank of America Merrill Lynch se presenta como el más pesimista (3,5%).
El Gobierno central logró un superávit fiscal del 1,2% del PIB en 2011, según la CEPAL. Esto ha permitido “recomponer en parte los ahorros en fondos soberanos, de modo que, de ser necesario, se podría desplegar nuevamente una acción pública contracíclica”, como en la crisis mundial de 2008/2009, según el organismo de la ONU. “Con todo, estos fondos aún no han recuperado el nivel máximo registrado antes de la crisis financiera mundial (de 2008/2009)”, advierte la CEPAL. En 2012, Consensus Economics prevé que las cuentas públicas cierren en equilibrio y el déficit de cuenta corriente se dispare a 4.300 millones de dólares.
Perú: en 2011 el PIB creció un 7%, impulsado por la continuación del elevado dinamismo, tanto de la demanda interna, en particular del consumo e inversión privados, como de la externa, en el contexto de un cambio de Gobierno, según la CEPAL. Ollanta Humala sucedió a Alan García en la presidencia peruana. Los sectores de mayor crecimiento fueron los de transporte y comunicaciones, los servicios a las empresas y el comercio. Sin embargo, este país rico en minerales apenas disminuyó el paro del 8,1% en los primeros nueve meses de 2010 al 8% en el mismo periodo de 2011.
Ante el fuerte dinamismo de la demanda interna, en la primera mitad del año el Gobierno de García redujo el gasto público y ahorró 2.000 millones de dólares en el Fondo de Estabilización Fiscal, que servirá en caso de producirse una crisis mundial. También disminuyó el IVA, el impuesto a las transferencias financieras y los aranceles a la importación (Perú acordó en 2011 liberalizar el comercio con la Unión Europea, México y Corea del Sur). Cuando Humala lo sucedió en el poder, elevó las regalías a la minería y además creó nuevos impuestos contra esta actividad. De todos modos, el nuevo presidente defiende la explotación mineral, como ha demostrado en la represión de la reciente revuelta popular contra el impacto ambiental de un yacimiento de oro en la región de Cajamarca. Humala también ha sido, junto a su par de Brasil, Dilma Rousseff, de los primeros en adoptar medidas contra un eventual regreso de la recesión mundial, pese a los consejos del Fondo Monetario Internacional (FMI) en sentido opuesto.
La deuda pública bajó en 2011 al 20,9% del PIB, el Gobierno de García debió aplicar controles al abundante ingreso de capitales para evitar una excesiva apreciación del sol y la inflación finalizó en el 4,3%, según la CEPAL. Para 2012, este organismo de la ONU prevé un crecimiento económico cercano al 5%. Los mercados son aún más optimistas: 5,2%, según Consensus Economics. Deutsche Bank prevé un 5,9%, mientras que Capital Economics, un 4%, en lo que constituyen los dos pronósticos más contrastantes de los relevados.
La inversión crecería al 8,8%; la actividad manufacturera, el 4,7%; la inflación, apenas el 2,7%, pero el déficit de cuenta corriente subiría a 4.400 millones de dólares, según Consensus Economics.
Cuba: en 2011 la economía cubana creció “dentro de un contexto marcado por la gradual, pero decidida aplicación de una serie de medidas concretas para impulsar la actualización del modelo económico”, según la CEPAL. Este organismo calcula que el país que dirige Raúl Castro creció alrededor de 2,5% en 2011 (contra un 2,1% en 2010) por cierta mejora de su restricción externa (aumentos del turismo, la exportación y las remesas) y a un incremento moderado del consumo, tanto público como privado, al tiempo que la inversión continuó manteniéndose en niveles "muy bajos". La mejora de la cuenta corriente facilitó avanzar con la regularización de pagos a acreedores externos. El déficit fiscal aumentó de 3,5% del PIB en 2010 a 3,8% en 2011 porque el gasto privilegió la normalización financiera de empresas públicas.
Dentro de las reformas comenzadas en 2010 y aprobadas por el IV Congreso del Partido Comunista, en abril de 2011, se preveía la eliminación de 500.000 empleos públicos (el proceso está siendo más lento que lo pensado, pero en un año ha aumentado en 181.000 la cantidad de trabajadores por cuenta propia) y el impulso a la producción no estatal, la mayor autonomía de las empresas públicas y má descentralización de las decisiones de inversión y productivas. La nueva política apunta a estimular el crédito a agricultores y cuentapropistas, por lo que la CEPAL espera un 2012 más dinámico en la economía que el año pasado. En cuanto a los agricultores, Cuba les ha otorgado de manera acelerada, a partir de 2010, tierras ociosas en usufructo por un período de 10 años y ha sustituido el sistema tradicional de contratación de productores, que los obligaba a venderle al organismo estatal de acopio el 80% de su producción, por un régimen más flexible de contratos negociados individualmente en que el monto contratado depende del suministro de insumos y en el que se permite vender en el mercado libre la proporción de la producción no contratada .
Se calcula que en 2011 hubo un ligero aumento del índice de precios, en torno al 2%, pese a que la exclusión de ciertos productos de la libreta de racionamiento pudo generar presiones inflacionarias mayores, según la CEPAL.
República Dominicana: el país que preside Leonel Fernández se desaceleró mucho en 2011. Pasó de expandirse 7,8% en 2010 a crecer 4,2% en 2011. En el nuevo año, el mercado espera un repunte del 4,8%, según Consensus Economics.
La ralentización de la economía dominicana coincidió con un programa financiero acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Este plan consistió en retirar el estímulo fiscal concebido en 2010 para salir de la crisis mundial. Así fue se focalizaron los subsidios generalizados y se incrementaron los tipos de interés. El aumento del precio del petróleo impidió que la reducción de las subvenciones a la electricidad alcanzara la magnitud esperada, por lo que el Gobierno aplicó la tijera en otros gastos corrientes, excluidos los sociales. Fernández también creó impuestos e introdujo medidas para mejorar la recaudación tributaria.
Pese a la desaceleración, se destacó el desempeño de la industria en zonas francas; la minería, que se ha visto beneficiada por la reanudación de explotación de ferroníquel, y el turismo, que sufrió la reducción de la cantidad de turistas europeos, pero fue compensada por el crecimiento en las llegadas de estadounidenses y sudamericanos, según la CEPAL. De todos modos, todo eso no alcanzó para evitar una leve subida del alto nivel de paro (14,6%), de los más elevados de Latinoamérica.
A pesar del ajuste fiscal, la inflación siguió creciendo por el aumento del precio internacional del crudo y los alimentos. El índice de precios al consumidor (IPC) se elevó al 10% anual en julio pasado, pero finalizó en el 8%, según la CEPAL. En 2012 se reduciría al 6%, de acuerdo con el relevamiento de Consensus Economics. El déficit de cuenta corriente se contraerá a 4.400 millones de dólares, según esta consultora británica.
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