En una línea similar a como Hank Paulson amenazó con la ley marcial en las calles de Estados Unidos si el rescate no era aprobado, los principales bancos como UBS están advirtiendo de un "gobierno autoritario o militar" y "guerra civil" en un intento de asustar a los Estados miembros sobre abandonar el euro.
Es una estratagema transparente diseñada para crear el pretexto para dar mas poder a la Unión Europea para imponer una política económica común en todos los Estados miembros, algo que el primer ministro británico, David Cameron, ahora apoya abiertamente.
En un comunicado de UBS Investment Research, el banco suizo advierte de que si algún Estado miembro comenzara a abandonar el euro, lo que precipitaría el colapso de la moneda única, probablemente afrontaría "alguna forma de gobierno autoritario o militar, o una guerra civil."
El tono de UBS suena muy grave y autoritario, pero hemos visto este tipo de difusión del miedo financiero, durante el debate del rescate de 2008, que finalmente fue aprobado con el respaldo de amenazas bélicas, de la ley marcial y del Armagedón económico.
Como reveló el senador James Inhofe, el entonces secretario del Tesoro, Hank Paulson dijo a los miembros del Congreso que la crisis sería "mucho peor que la Gran Depresión" si el Congreso no autorizaba el proyecto de ley para comprar la deuda tóxica", una propuesta que abandonó un día después de tener ya el dinero", añadió Inhofe, refiriéndose a cómo inmediatamente después de su aprobación, Paulson anunció que el dinero del rescate no sería utilizado para comprar la deuda tóxica, sino que se inyectaría directamente en bancos como Goldman Sachs, del que él era un ex director general.
Los políticos del momento fueron amenazados con la "ley marcial" y "el ejército en las calles" si no votaban a favor del proyecto, la retórica idéntica que ahora estamos escuchando de UBS y otros.
El gobierno de Obama también utilizó el terrorismo económico para llegar a un acuerdo en subir el techo de la deuda. Mientras que a los estadounidenses les decían que una nueva Gran Depresión podría ocurrir en tan sólo unos días, si un acuerdo no se alcanzaba, Obama le decía en privado a los grandes bancos que no se preocuparan, y asegurándoles que "ese evento no iba a suceder."
El inversor multimillonario George Soros se ha unido al coro, y ha advertido que "la crisis tiene el potencial de ser mucho peor que la de Lehman Brothers," a menos que a la Unión Europea se le entregue más poder para crear un gobierno económico europeo central.
Por supuesto, las poblaciones de Grecia, Italia, Portugal y otros no es lo más probable que fueran a recurrir a los disturbios y a la guerra civil, si el euro desapareciera. La mayoría de ellos darían la bienvenida al regreso de sus antiguas monedas y el tradicional valor de los bienes y servicios simplemente se re-valuaría acorde a la realidad.
No habría un pánico masivo, ni disturbios ni necesidad de la ley marcial, pero la entidad bancaria tiene que hacer que lo parezca con el fin de preservar el euro y mantener el continente en el camino a una fusión futura en un superestado europeo federal al estilo del Cuarto Reich, que era el plan original desde el principio.
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