Está claro desde el principio que si
Moscú y Pekín no hubiesen vetado el proyecto de resolución sobre Siria
las potencias imperialistas se hubiesen apresurado a "rescatar" a la
humanidad e impulsar la justicia y la "democracia" con sus legiones, los
misiles de crucero Tomahawk y las Fuerzas Especiales. Era la segunda
vez que estos dos países, miembros permanentes del Consejo de Seguridad,
impidieron que el imperio aprobase una resolución que permitiría más
adelante intervenir militarmente en Siria; el primer veto se impuso el 4
de octubre. Tal oposición tiene un gran significado: la determinación
de Moscú y Pekín para frenar las ambiciones del imperio estadounidense
para establecer un nuevo "Califato" en el Medio Oriente, dirigido por
sus nuevos aliados en la zona, la Hermandad Musulmana y grupos wahabíes
islamistas. Por encima de todo, de las lágrimas de cocodrilo de los
funcionarios occidentales y sus subordinados árabes, el doble veto tiene
una lectura que nos lleva a varias conclusiones:
En primer lugar, lo que hace distinto
este segundo veto es que se produjo pocos días después de una visita a
Damasco del ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov. Era
la primera vez que el señor Lavrov, visitaba Damasco desde el inicio del
ciclo de la violencia, 15 de marzo de 2011.
En segundo lugar, el Sr. Lavrov, llegó a
la capital de los omeyas acompañado por el director del Servicio de
Inteligencia Exterior de la Federación de Rusia (SVR), Mijaíl Fradkov,
lo que plantea varias interrogantes sobre la naturaleza y los objetivos
de esta visita. En tercer lugar, la visita de Lavrov tuvo éxito, de
hecho, para lograr dos objetivos: acelerar las reformas políticas y
constitucionales iniciadas por el régimen sirio con el fin de "cortar el
camino" a la interferencia del Atlántico, y para ver de cerca el
progreso de las operaciones militares contra los grupos armados y las
medidas adoptadas por el ejército sirio para recuperar el control de las
ciudades y regiones. Esto, por supuesto, requiere una cierta
colaboración entre los servicios de inteligencia de ambos países en la
guerra contra el terrorismo en territorio sirio.
En cuarto lugar, la visita de Lavrov
sirve para enviar un claro mensaje a varios destinatarios, lo que
confirma que la posición rusa con respecto a Siria y su actual régimen
se basa en los intereses estratégicos estructurales de la región y no en
el chantaje o la negociación circunstancial detrás de las bambalinas
del Consejo de Seguridad. Esto nos lleva a decir que ni la presión del
imperio estadounidense puede intimidar a Rusia, ni la "generosa" oferta
de Emiratos Árabes Unidos y los sultanatos del Golfo [sobre el exilio de
Al-Assad en Moscú] son suficientes para dejar el terreno libre a la
OTAN y sus aliados sobre el terreno, los islamistas wahabíes.
En quinto lugar, reafirma la posición
estratégica de Rusia en la crisis con Siria y refuerza su postura en el
G-8 y el G-20. Los occidentales comenzaban a decir que si Rusia quiere
mantener los beneficios de que goza en el mercado nacional e
internacional, que debe cambiar su actitud "anormal" en el Consejo de
Seguridad porque, de lo contrario, podría perder su lugar en el mundo.
En sexto lugar, Beijing y Moscú están
decididos a oponerse a una nueva resolución que conduciría a un
escenario catastrófico como en Libia. Esta es la primera vez que China y
Rusia imponen su veto sobre el mismo asunto en menos de cuatro meses.
Esto nos lleva a decir que Siria y el régimen de Assad, específicamente,
son ahora una parte integral de los intereses estratégicos de China y
Rusia, no sólo en la región sino también en todo el mundo.
En séptimo lugar, la visita de Lavrov,
acompañado por el director del SVR, Mikhail Fradkov, muestra hasta qué
punto la seguridad y la estabilidad de la Federación de Rusia depende de
la de Oriente Medio, en especial de Siria y Irán. Los rusos y los
chinos previenen que la conspiración del Atlántico, disfrazada con el
ropaje de la "revolución de la primavera" de los países árabes, una vez
con éxito, podría extenderse hacia el este, hacia las repúblicas
musulmanas de la Federación de Rusia -especialmente en Chechenia- y las
provincias del noroeste de China -Xinjiang, Gansu y Ningxia [ 1 ]- cuya
estabilidad es frágil, y las colocase en estado de ebullición.
En octavo lugar, al vetar la segunda
vez, Moscú y Pekín definieron los principios que deben dirimir cualquier
futura solución a la crisis con Siria. Resumimos estos principios en
cuatro puntos: 1) No a la intervención militar extranjera en Siria, 2)
No al derrocamiento del presidente Assad, 3) No a que las ciudades
sirias caigan en manos de grupos armados, y 4) Sí al diálogo entre el
régimen y la oposición no armada, dando lugar a reformas políticas y
constitucionales, bajo el liderazgo del presidente Assad.
En noveno lugar, la supuesta "oposición"
de Siria, al rechazar las reformas iniciadas por el régimen y rechazar
las llamadas para el diálogo, es la responsable de la aceleración de los
ciclos de violencia en Siria, la destrucción de infraestructuras y
equipamientos del Estado y las bajas. Se hizo evidente que la supuesta
"oposición pacífica" no existe, y los enfrentamientos sobre el terreno
se están llevando a cabo entre el ejército sirio y las fuerzas del
orden, por un lado, y los grupos armados islamistas, las milicias y
soldados extranjeros del llamado "Ejército Sirio Libre", en el otro
lado. Por lo tanto, cualquier resolución del Consejo de Seguridad
propuesta de condena de la violencia en Siria debe tener en cuenta estos
hechos, de lo contrario no hay ningún proyecto que pueda aprobarse en
el futuro.
En décimo lugar, el veto de China y
Rusia desenmascara la propaganda occidental afirmando que la violencia
en Siria proviene de una fuente, la del régimen. Lavrov confirmó además
que la razón por la que Rusia ha aceptado la iniciativa de la Liga
Árabe, es que ella había declarado que se ponga fin a la violencia
"independientemente de la fuente de la que procede". Sin embargo,
observamos que la resolución más reciente en el Consejo de Seguridad
implicaba al régimen sirio y no a los grupos armados. El ministro de
Asuntos Exteriores de Rusia también hizo hincapié en que la resolución
debía contener no sólo eslóganes, sino también adoptar medidas concretas
para acabar con la violencia de ambos lados: "Estas medidas han sido
descritos en detalle, pero sólo por un lado, el gobierno [de Siria]",
dijo Lavrov. "Hemos presentado varias enmiendas para eliminar este
desequilibrio y las medidas prácticas que podemos esperar de la
oposición y la comunidad internacional a los extremistas armados en
Siria" [ 2 ].
Lluvia de críticas histéricas en Occidente
Tras el veto de China y Rusia, las
reacciones histéricas llenaron la sala del Consejo de Seguridad, sobre
todo de los países occidentales, que expresaron su "disgusto" de la
posición de Pekín y Moscú . La más notable de estas reacciones fue la de
la Embajadora del Imperio en elConsejo de Seguridad, Susan Rice, quien,
entre otras cosas, expresó su "asco" [ 3 ] por el veto. Por su parte,
el ministro de Defensa francés Gerard Longuet, describió a Rusia y China
como países que "se merecen una patada en los pantalones" [ 4], lo que
es, en efecto, una ruptura con el tradicional lenguaje diplomático. Por
su parte, la secretaria de Estado Hillary Clinton atacó a "los que
todavía apoyan al régimen y envian armas que se usan contra los sirios
indefensos, entre ellos mujeres y niños" [ 5 ] y describe la votación de
la ONU votará como una "parodia". Tal vez, era necesario recordarle a
Clinton que si es cierto que la oposición de China y Rusia al proyecto
de resolución del Consejo de Seguridad sobre Siria era una "parodia", es
igualmente cierto que los estadounidenses de han utilizado 48 vetos
para oponerse a los proyectos de resolución encaminados a proteger al
pueblo palestino de las atrocidades israelíes y que estos actos son una
"farsa" real [ 6 ]. En París, su homólogo francés, Alain Juppé, ha
asegurado que la UE no se quedaría en "stand by" después del fracaso de
la diplomacia: "Vamos a ayudar a la oposición siria a estructurase,
organizarse, impondremos más sanciones al régimen sirio y, a
continuación, vamos a tratar de aumentar la presión internacional y
habrá un momento en que el régimen se verá obligado a reconocer que está
completamente aislado y no puede continuar". Sólo podemos mencionar
-para poner fin a la ira occidental- que el Ministro de Asuntos
Exteriores belga, Didier Reynders, quien también llegó a la conclusión
de que "otras medidas restrictivas" se deben tomar contra el régimen [ 7
].
Las lágrimas de cocodrilo árabes
Sin lugar a dudas, el veto chino-ruso ha
desenmascarado las mentiras de algunos líderes árabes y su
participación efectiva en la conspiración imperialista contra Siria y
les instó, por tanto, a precipitarse en el anfiteatro de Flavio [ 8 ],
del imperio americano pero no como gladiadores luchando entre sí en un
"munus" [ 9 ] sagrado, sino como Lanistes [ 10 ], dando como resultado
el apoyo a las “bestias”, los grupos islamistas armados puesto que para
nada se mantiene en secreto que los que apoyan, financian y arman. Son
los grupos armados que, en Siria, están cerca de César.
Además, los gritos hipócritas pidieron
una reforma del derecho de veto en la ONU. Podríamos distinguir entre
estos gritos los de los líderes árabes, obedientes al imperio, gritando
"¡Ave Caesar, morituri te salutant "[ 11 ], y veríamos al primer
ministro de Qatar, jeque Hamad, vestirse, esta vez en Crixus [ 12],
diciendo que el veto chino-ruso dio "el derecho a matar" al presidente
Assad [ 13]; hemos escuchado al primer ministro de Túnez, disfrazado de
Retiarius [ 14], instando a la comunidad internacional a romper las
relaciones diplomáticas con Damasco [ 15]. Hemos escuchado, por último,
al ministro de Asuntos Exteriores turco, Davutoglu, vistiendo el
uniforme de Espartaco, gritando su indignación en el umbral de la
Sublime Puerta: "Rusia y China no votaron teniendo en cuenta la
realidad, sino en contra de Occidente (...) Ahora tenemos que discutir
el uso del veto".
Pero, como dijo Lavrov s [ 16 ], quienes
piden la reforma del derecho de veto, deberían explicar por qué no lo
han hecho cuando el Imperio lo ha utilizado cincuenta veces para
bloquear la condena a la agresión israelí contra los pueblos de la
región. De hecho, habría estado muy complacido si su majestad, los
monarcas absolutos de los emiratos y sultanatos árabes del Golfo, y el
nuevo califa otomano de Ankara lo hubiesen sugerido en el Consejo de
Seguridad cada vez que se pretendía proteger al pueblo palestino,
encadenados durante seis décadas como Prometeo a la roca en las montañas
del Cáucaso [ 17]. Por otra parte, no se oirá ninguna voz humanitaria
respecto a los habitantes de Gaza ni de los césares americanos ni de los
gladiadores europeos [18], o los Lanistes árabes del Golfo. No, la
atrocidad israelí cuenta con la coalición árabe y la hipocresía
occidental.
En Palestina, los colonos continúan sus
ataques contra los palestinos a la vista de todo el mundo. Las fuerzas
de ocupación han advertido a los habitantes de un pequeño pueblo en el
norte del Valle del Jordán, de que sus casas y graneros serán destruidos
[ 19 ]. La difícil situación del pueblo palestino es de los crímenes
más atroces de la historia moderna. Loa césares imperialistas se
desenmascaran a sí mismos cada vez que pronuncian palabras
filantrópicas.
La jefa de la diplomacia de la UE,
Catherine Ashton, instó a los miembros del Consejo de Seguridad de la
ONU a asumir la responsabilidad y "actuar ahora" para terminar con la
violencia en Siria [20 ], recordando que la UE apoya las iniciativas de
la Liga Árabe para poner “fin a la crisis en Siria” [ 21]. Lo que nos
sorprende aquí no es la preocupación de Ashton, sino más bien el hecho
de que sea capaz de mantenerse "tranquila y silenciosa" ante las
imágenes de Gaza y los territorios ocupados, donde los civiles
palestinos fueron víctimas de la atrocidad de los soldados israelíes.
El post-veto o el principio de "Apocalypse Now"
El plan occidental en contra de Siria
comenzó a cristalizar a partir del año 2006, cuando la OTAN fue
consciente de la incapacidad de Israel [se refiere a la derrota
infringida a Israel por Hizbulá] para mantenerse [como potencia
hegemónica en la zona], por lo que decidió unirse a Turquía y Qatar.
Así, vemos que los petrodólares del Golfo, que no se invierten en el
mundo árabe, sirven para comprar armas que serían utilizadas para llevar
a cabo los planes para invadir la región [ 22].
Por otra parte, la aplicación de este
plan ha sido revelada recientemente por varios varios medios de
comunicación al informar de la participación de tropas de Qatar y Gran
Bretaña en los combates que tienen lugar en Homs [ 23]. Mejor aún, el
presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Duma, Alexei
Pushkov, indicó la presencia de tropas extranjeras en territorio sirio,
que participan en el combate contra el ejército de las ciudades sirias:
"De acuerdo a los informes que fueron verificados, comandos extranjeros
fueron desplegados en Siria", dijo a los periodistas Pushkov: Si estos
informes demuestran ser ciertos, se aplica el mismo escenario que en
Libia [ 24]. De hecho, esta confluencia de fuerzas militares
occidentales y árabes ocupó una parte importante de la agenda del
presidente Assad durante su reunión con el director del SVR, Mikhail
Fradkov, [ 25].
Frente a estos informes que muestran el
despliegue de tropas occidentales y árabes en Siria, el diario chino
Renmin Ribao, informó, por su parte, del despliegue de 15.000
combatientes de la Brigada al-Quds iraní en zonas consideradas
estratégicas del territorio sirio [ 26]. La misma información también
fue reportada por el diario israelí Haaretz. Sin embargo, las
autoridades iraníes hasta el momento ni han confirmado ni negado esos
informes.
Queda por añadir que por la rápida
multiplicación de los informes y rumores sobre el despliegue de las
tropas extranjeras, parece que las potencias imperialistas, seguidas por
sus "jinetes" árabes del Golfo, están decididas a aventurarse de nuevo
en el Medio Oriente, y esto mediante la aplicación de la misma situación
"humanitaria" utilizada una vez en Libia. ¿No es cierto que en Libia
los fuegos artificiales del "Consejo Nacional de Transición" se han
convertido en cohetes incendiarios de la OTAN?
"¡Oh noche la apariencia de un sueño, que te predican con claridad estas desgracias! "[ 27 ].
Fida Dakroub
Fida Dakroub es doctora en filología francesa, escritora e investigadora integrante del "Grupo de investigación y estudio sobre las literaturas y culturas del mundo francófono" (GRELCEF) de la Universidad de Western Ontario. Es la autora de "Al este de Amin Maalouf, La escritura y la construcción de la identidad en las novelas históricas de Amin Maalouf" (2011).
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