01 marzo, 2012

EE.UU.: Santorum está terriblemente equivocado

por Gene Healy

Gene Healy es Vice Presidente de Cato Institute.
"Soy severamente conservador", aseguró Mitt Romney al público en la Conferencia de Acción Política Conservadora a principios de este mes. ¡Qué manera de vender esa idea gobernador!
Es evidente que el equipo para la campaña presidencial Romney-2012 aún tiene algunos errores en su maquinaria de propaganda. La torpeza robótica del ex gobernador de Massachusetts ayudó a impulsar a Rick Santorum a una serie de victorias en Missouri, Minnesota y Colorado a principios de este mes y una nueva encuesta del Centro de Investigación Pew lo ubica con una ligera ventaja sobre Romney entre los votantes republicanos a nivel nacional.


Tomando prestado el estilo de Romney, no soy severamente conservador, pero si padezco un avanzado caso de liberalismo. Cualquier persona que comparta esa condición encontrará el auge de Santorum particularmente desconcertante. El ex senador de Pennsylvania es el némesis conservador del liberalismo.
En un almuerzo del Club de Prensa de Pennsylvania en Harrisburg el verano pasado, Santorum declaró, "Yo no soy liberal y lucho con fuerza contra la influencia liberal dentro del Partido Republicano y el movimiento conservador".
En ese aspecto, Santorum tiene un historial bastante impresionante. Al votar a favor de la ley "Que ningún niño se quede atrás", ayudó a darle el poder a Obama de gestionar a nivel micro las escuelas del país desde Washington; y al apoyar el derecho a la prescripción de medicamentos de Medicare, ayudó a cargarle a los contribuyentes con una obligación no financiada de $16 billones.
En 2005, Santorum votó a favor de la ley de las carreteras “puente sin destino”, ha apoyado un programa ampliado de servicio nacional y su conservadurismo compasivo tiene el sello de aprobación de Bono: "En nuestros problemas, ha sido un defensor de los más vulnerables". Rick Santorum: es del gobierno y está aquí para ayudar.
La plataforma de campaña de Santorum incluso incluye un compromiso para "re direccionar fondos del HHS [Departamento de Salud y Servicios Humanos], para que se puedan crear alianzas entre el sector público y privado...con el propósito de fortalecer los matrimonios, las familias, y la paternidad".
Si le gustó lo que el gobierno federal hizo por el mercado de la vivienda, espere a ver lo que pueden hacer por su matrimonio.
Se suponía que el movimiento del Tea Party representaba el fin de este tipo de conservadurismo moralista y un Estado grande. Animados por la "responsabilidad fiscal, un gobierno limitado y el libre mercado", como lo establece el credo de los patriotas del Tea Party, el movimiento supuestamente había dejado de lado los temas sociales para enfocarse en la crisis del crecimiento del Estado.
En algún momento Santorum compartió esta causa con el Tea Party —y le preocupaba. En esa misma charla en Harrisburg, dijo: "Tengo algunas serias preocupaciones acerca de este movimiento dentro del Partido Republicano y del movimiento del Tea Party, de que pueda remodelar el conservadurismo y yo me opondré verbal y públicamente a ello".
Santorum no tiene de qué preocuparse: en las contiendas de este año, regularmente él ha atraído más apoyo de los votantes del Tea Party que Ron Paul, quien ha sido descrito como el "padrino intelectual del movimiento del Tea Party".
Las encuestas muestran a Santorum sacándole ventaja a Paul entre los autodenominados partidarios del Tea Party en Iowa, Carolina del Sur y Florida, detrás de él únicamente en New Hampshire y Nevada, estados con muchos electores independientes.
Un reciente simposio de la revista Times le preguntó a los principales intelectuales de derecha, "¿Qué es conservadurismo?". El defensor de la lucha contra los impuestos, Grover Norquist, respondió: "Los conservadores piden solo una cosa al gobierno. Quieren que los deje tranquilos".
Díganle eso a Santorum, cuya nueva agenda se basa en intervenir con las personas, a veces mediante leyes y a veces con grupos de transporte aéreo.
Santorum dijo en la Radio Nacional Pública en 2006: "Esta idea de que se debería dejar tranquilas a las personas, de que se les permita hacer lo que quieran hacer … que no debemos involucrarnos en cuestiones personales, que no debemos involucrarnos en asuntos culturales...Esa no es la forma en la que los conservadores tradicionales ven el mundo".
Esa versión del conservadurismo tiene un nuevo estandarte y él está subiendo en las encuestas.

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