Los analistas de Bank of America Merrill, liderados por Laurence
Boone, determinan en su último informe que "existen diversas razones
para pensar que el ajuste fiscal en España será todo un desafío". De
hecho, los expertos indican que aunque el gobierno español y los
ministros de Finanzas de la zona euro se han fijado un nuevo objetivo
fiscal "la implementación de este ajuste es probable que empeore las
perspectivas sobre la economía de España durante los próximos años".
Es
decir, el nuevo objetivo de déficit fiscal, que deberá reducirse hasta
el 5,3 por ciento este año y hasta el 3 por ciento el año que viene
podrían ser difíciles de alcanzar e incluso destartalar aún más el
contexto macroeconómico de nuestro país.
Desde Bank of America Merrill Lynch determinan varias razones que
demuestran que el ajuste fiscal será un importante desafío difícil de
conseguir. "En primer lugar, el PIB probablemente se contraerá de forma
drástica, lo que implicará, naturalmente, la ampliación del déficit",
determinan.
En segundo lugar, "la mayor parte del problema es estructural y está
relacionado con las comunidades autónomas de España, algo que provoca
que "los ajustes sean más difíciles de poner en práctica". Por último,
Bank of America Merrill Lynch destaca que "España no logró mejorar sus
finanzas públicas cuando la actividad económica era boyante a pesar de
los ingresos fiscales adicionales relacionados con impuestos sobre la
vivienda", añaden.
Los economistas del banco estadounidense señalan que los sorprendente
de nuestro país es "la magnitud y el ritmo de su deterioro". "En tan
sólo cuatro años, el ratio de deuda española respecto al PIB aumentó en
30 puntos porcentuales, muy por encima de la media de la zona euro",
explican. Este deterioro es principalmente de "carácter estructural",
apunta el informe que identifica tres razones para la caída en picado
que experimenta la economía española.
En primer lugar se hace referencia a la reducción permanente de
impuestos implementada en 2007, que supuso un 1,5 puntos porcentuales
del PIB. Por otro lado, la aceleración del gasto (desde el año 2005, el
gasto público ha crecido más rápido que el PIB nominal), especialmente
entre las comunidades autónomas que controlan los gastos estructurales,
tales como salud y educación.
Por último, Bank of America Merrill Lynch habla de ingresos fiscales
"hinchados" gracias al boom de la vivienda y el sector empresarial,
cuyos ingresos se vieron impulsados por un auge en el sector de la
construcción. "Estos factores sugieren que el ajuste fiscal será
doloroso", indican.
Los expertos de la entidad indican que recuperarse de una expansión
basada en gran parte por el auge de la construcción "es un reto" tanto
desde el punto de vista económico como fiscal. En este sentido, Bank of
America Merrill Lynch destaca que la meta fiscal de nuestro país "es
muy ambiciosa".
Además, reconocen que en un contexto de recesión, un ajuste del orden
de 3,2 puntos porcentuales del PIB, "podría frenar el crecimiento
futuro". Eso sí, no todo son malas noticias. En el lado positivo destaca
el hecho de que España ha cubierto ya en gran medida sus necesidades de
financiación (entre 40 y 45%).
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