Explotó a unos metros del periódico Expreso, de Ciudad Victoria, Tamaulipas. No hubo lesionados, sólo daños materiales
Tras la explosión, que se escuchó en varias calles a la redonda y que no dejó personas lesionadas, arribaron al lugar decenas de efectivos militares, de la Policía Federal, así como personal de la Secretaría de Seguridad Pública del estado para resguardar y acordonar la zona.
El atentado tuvo lugar a escasos 200 metros de donde se encuentra una unidad habitacional de personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Según la versión de testigos presenciales, pasadas las 8 de la noche, un fuerte estruendo sacudió el edificio que alberga a este medio de comunicación local; el presunto cochebomba provocó que al menos dos unidades más se incendiaran.
Otras unidades afectadas fueron un vehículo Stratus, una camioneta pick up, un Nissan, un Volkswagen, entre otros.
El automóvil que estalló se encontraba a unos metros de las rotativas del periódico Expreso, que se localiza en el Fraccionamiento Almendros, de la ciudad capital.
Hasta el momento se desconocen los daños totales y el monto de las afectaciones materiales.
En el caso de la guardería Mi BB, ubicada en la acera de enfrente, se observaron daños en puertas y ventanas de cristal, así como plafones caídos.
Los elementos militares, federales y de seguridad estatal acordonaron el área e implementaron rondines de vigilancia, toda vez que en la cercanía se encuentra la unidad que habita el personal castrense.
En las instalaciones del medio de comunicación tamaulipeco laboran poco menos de cien empleados, de los cuales la mayoría, entre personal administrativo, de limpieza, algunos otros de redacción ya se habían retirado.
Por miedo, no abren la puerta ni al INEGI
Como resultado de los hechos violentos que se registran en Tamaulipas desde hace un par de años, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reporta dificultades para aplicar encuestas o estudios de campo y obtener información.
De
acuerdo con la institución, los efectos colaterales de las
contingencias sufridas por inseguridad en esta entidad provocan que la
ciudadanía, principal aportadora de información, no salga de sus hogares
y mucho menos proporcione los datos para la elaboración de
estadísticas.
Marco Antonio Chapa Martínez,
coordinador estatal del INEGI en la entidad, señaló que en ciudades como
Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo, Victoria, Tampico, Madero y Altamira
existen zonas donde la gente tiene miedo y no abre la puerta a
desconocidos.
Ante
esa situación la institución establece que los encuestadores a su cargo
deben portar el uniforme completo, con las identificaciones de la
institución, así como los teléfonos de las oficinas a fin de que la
ciudadanía pueda constatar que efectivamente son empleados de la
dependencia.
Aunado
a eso, explicó, recibieron capacitación en comunicación interpersonal a
fin de convencer a los informantes del uso adecuado de los datos
proporcionados, y garantizando que el acceso a esa información es
confidencial y sólo sirve para elaboración de datos estadísticos
Chapa
Martínez señaló que la situación prevaleciente obliga a los
encuestadores a dar tres o más visitas a un mismo domicilio para tratar
de obtener información de uso exclusivo para las estadísticas.
Cabe
recordar que durante el levantamiento de información del pasado censo
2010 al menos una joven encuestadora asignada a la zona sur de
Tamaulipas resultó víctima mortal de un fuego cruzado.
Tamaulipas es uno de los
estados con los mayores índices de violencia asociada al crimen
organizado, situación que ha obligado a miles de personas a migrar a
otras entidades o a Estados Unidos.
El
coordinador estatal del programa federal Oportunidades, César Guerra
Montalvo, reportó el éxodo de cuatro mil familias de 11 municipios de
Tamaulipas.
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