20 marzo, 2012

Estados Unidos dejó escapar a traficante de armas

El diario Los Angeles Times reveló que una agente de Rápido y Furioso dejó ir a un armero de El Chapo porque ofreció cooperar

Carmen Álvarez
CIUDAD DE MÉXICO, 20 de marzo.- A siete meses de que arrancó la fallida operación Rápido y Furioso (mayo de 2010), los agentes federales de Estados Unidos se tropezaron con su principal sospechoso en un remoto puesto de vigilancia de Arizona y lo dejaron ir. Se trataba de Manuel Fabián Celis-Acosta, de 24 años, quien dijo que iba a casa de El Chendi, a quien describió como la mano derecha de Joaquín El Chapo Guzmán, publicó ayer el diario Los Angeles Times.


Celis-Acosta fue atrapado in fraganti con 74 cartuchos de municiones y nueve celulares escondidos en un viejo BMW en mayo de 2010.
La nota relata que en el interrogatorio Celis-Acosta admitió que “sabía mucho de armas de fuego” y que se dirigía a la fiesta del cumpleaños de El Chendi (Claudio Badilla Jaime), quien enviaba seis mil libras (dos mil 730 kilos) de mariguana por semana a Estados Unidos, que aterrorizaba a la policía mexicana, que dentro de su casa había “mucho oro” y que afuera había una pista de aterrizaje.
El reporte del diario angelino agrega que tras recibir esa información la principal investigadora de Rápido y Furioso, la agente especial Hope MacAllister, garabateó su número de teléfono en un billete de 10 dólares después que él prometió cooperar y mantenerse en contacto con los investigadores. Pero él nunca la llamó.
“Después que lo interrogaron desapareció tras su regreso a México y el programa cayó en una espiral fuera de control”, dice la nota del diario angelino firmada por Richard A. Serrano.
Y agrega que, según las autoridades, Celis-Acosta se siguió escabullendo de ida y vuelta a través de la frontera comprando ilegalmente más armas estadunidenses y financiando otras. Y que sólo fue arrestado hasta febrero de 2011. “Un mes después que concluyó Rápido y Furioso, dice el reporte.
El diario angelino recordó que la operación Rápido y Furioso, manejada por la oficina de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) en Phoenix, Arizona, “dejaba caminar” las armas con la esperanza de detectarlas cuando cayeran en manos de los capos de la droga.
“En lugar de eso, unas mil 700 armas se desaparecieron y muchas aparecieron en escenas de crímenes en México. Dos de ellas fueron halladas al sur de Tucson donde el patrullero fronterizo Brian Terry fue baleado de muerte en diciembre de 2010”, dice la nota de Los Angeles Times.
Al respecto, el 19 de agosto de 2010, el diario Número Uno Online reportó el hallazgo del cuerpo de Claudio Badilla Jaime, de 33 años, El Chendi, en el kilómetro 26 de la carretera Sonoyta-Peñasco, tres días después de ser plagiado por desconocidos.
Origen fallido
El operativo Rápido y Furioso se desarrolló a finales de 2009 cuando las autoridades de EU permitieron que miles de armas llegaran a México.tienen adeudos con el fisco.
El operativo buscaba asegurar las armas antes de cruzar la frontera y llevar un control y rastrear las redes de narcotráfico, pero la operación falló y se  perdió el rastro de las armas que, se asegura, llegaron a manos del los cárteles de narcotráfico.
En diciembre de 2009 fue asesinado un agente de la Patrulla Fronteriza. El arma encontrada en la escena del crimen fue relacionada con el operativo .
Las investigaciones comienzan sacando a la luz el fallido Rápido y Furioso que se salió de control y filtró miles de armas en el país, implicadas en el crimen organizado.
Común, el trato con delincuentes en EU: experto
 Los arreglos con gente que es claramente culpable son comunes entre los agentes de ATF y la DEA. Hacen esos tratos para arrestar a más gente pero eso sólo perpetúa el crimen, dijo a
Excélsior el reconocido abogado texano Dick DeGuerin.
“Es un negocio sucio, básicamente los dejan ir bajo la promesa de que les van a dar información. Como dice el viejo dicho: Los criminales son los que matan, no las armas.”
DeGuerin defendió a la tienda de armamento Carter’s County de las represalias de algunos funcionarios de ATF por haberse negado a “dejar caminar” las armas a México.
“Mis clientes dejaron de cooperar con las peticiones de ATF para dejar que las armas caminen. Y ahora si tienen una venta cuestionable no la van a hacer”, dijo.
Dos de las armas estadunidenses que “caminaron” hasta México como señuelos, fueron halladas en un crimen cometido al sur de Tucson, donde el agente de la Patrulla Fronteriza Brian Terry fue muerto a balazos en diciembre de 2010.
En 1994 DeGuerin fue nombrado “Destacado Abogado Penalista del Año” por la Barra de Abogados de Texas, por defender a acusados en condiciones difíciles.
Sobre el río de armas ilegales que fluye desde el sur de la frontera de Estados Unidos el informe del Banco Mundial Crimen y Violencia en Centroamérica. Un desafío para el desarrollo dice que 4.5 millones de armas pequeñas estaban desde 2007 en Centroamérica, y causaron 80 por ciento de los crímenes violentos, sobre todo contra jóvenes.

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