(LPAC).— La mayor parte de la gente piensa primero en Dick Cheney y en los neoconservadores cuando escuchan sobre la privatización de las fuerzas armadas de EU y la revolución en los asuntos militares. Pero más bien deberían pensar en Al Gore. Como parte del timo fascista de 1990, Reinventando el Gobierno, para hacer que el estado funcionara "más como una corporación", Gore puso junto una fuerza de tarea para disminuir el papel del gobierno en las fuerzas armadas de los E.U. a la vez que entregaba cada vez más funciones internas cruciales, como logística y tecnología, a manos del sector privado. Se alega que el programa beneficia a la población en general al hacer recortes en los gastos excesivos del gobierno, pero realmente es una movida hacia una austeridad fascista, bajo el disfraz hipócrita de "ahorrarle dinero a los contribuyentes". Si Gore, que realmente es mucho más gordo que Hermman Goering de Hitler, realmente estuviera preocupado por ahorrar dinero en defensa, ¿entonces por qué emitió él el voto decisivo a favor de la Operación Tormenta del Desierto en 1991? ¿Por qué hacer cabildeo con el Presidente para que atacara a Iraq en 1998, o presionar para que la OTAN bombardeara a Yugoeslavia en 1999?
La
Fuerza de Tarea sobre Reformas en Defensa fue creado en 1993 como parte
de la Revisión Nacional de Desempeño (NPR) de Gore que buscaba que el
gobierno "adelgazara y empequeñeciera" mediante "la inyección de
competencia en todo lo que hacemos" y buscando "soluciones de mercado,
no administrativas" a los problemas presupuestales. En 1998, el NPR se
transformó en la Sociedad Nacional para Reinventar el Gobierno al estilo
Confederados, Gore y el invento británico, Gingrich, alegan que es "el
esfuerzo de reforma más exitoso y más prolongado en la historia de los
E.U. hasta la fecha".
La Fuerza de Tarea sobre Reformas en
Defensa publicó sus recomendaciones en 1997 para hacer recortes o
eliminar personal y organizaciones de defensa, reducir los gastos
militares contratando funciones militares con el sector privado, y
estableciendo los devastadores cierres de bases militares BRAC del 2001
al 2005. Después de su publicación, la Fuerza de Tarea y sus
recomendaciones se integraron a la Junta de Ciencias de Defensa (DSB)
como un subgrupo de peritos encargado de llevar a cabo evaluaciones
independientes sobre "reformas en defensa". La Junta de Ciencias de
Defensa es un comité asesor sobre estrategia de defensa muy influyente,
que le da asesoría al secretario y subsecretario de defensa, al
subsecretario de defensa sobre Adquisiciones, Tecnología y Logística
(DATL) y al Jefe del Estado Mayor Conjunto. Es de destacarse que varios
de los miembros del DSB son también miembros de la junta de directores
de BAE, y DARPA.
El jefe de la fuerza de tarea de defensa de Gore
y personaje de alta graduación en el Departamento de Defensa, John
Hamre, renunció en el 2000 para convertirse en el presidente y director
ejecutivo del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS),
en donde después hizo equipo con el nazi, Felix Rohatyn. El Movimiento
de Juventudes Larouchistas (LYM) interceptaron a Hamre en la conferencia
sobre PPP del CSIS de marzo del 2006, en donde trató de evadir el tema
de la privatización de las fuerzas armadas cuando miembros del LYM
preguntaron sobre esto. Rohatyn, por supuesto, es de triste fama por sus
comentarios en la conferencia en la Universidad de Middlebury en el
2004 sobre las fuerzas armadas privadas, en donde dijo: "El tema sobre
qué es lo que sólo el gobierno puede hacer, probablemente es matar
gente. Pero yo no creo que haya muchos otros asuntos en donde el
gobierno actúe en donde el sector privado no pueda tomar parte".
Para
darse una idea de lo que empezó a funcionar bajo la dirección de Gore y
que fue después recogido por Cheney, lo siguiente son citas del informe
del 10 de noviembre de 1997 de Iniciativa de Reformas de Defensa con
los locos futuristas, Al Gore y el secretario de defensa, William Cohen:
Gore: Estamos
de acuerdo en un problema. La nación necesita gastar decenas de miles
de millones de dólares para reemplazar equipo militar obsoleto. Este es
un requerimiento urgente. Ese dinero tiene que venir de algún lado que
no sea el pedir prestado para agigantar los déficits presupuestales.
Lo
que realmente me entusiasmó fue que el secretario Cohen compartiera mi
propia convicción profunda sobre la solución a este problema. Que
tenemos el dinero que necesitamos para que las fuerzas armadas de
América sigan siendo totalmente modernas y capaces —con mucho las más
poderosas en el mundo— pero que estamos gastando demasiado de nuestro
dinero de defensa en las cosas equivocadas. En papeleo, por ejemplo, y
en una burocracia anquilosada que es demasiado costosa y demasiado lenta
como para mantener el paso en el mundo actual. En pocas palabras, el
secretario Cohen y yo estamos de acuerdo en que lo que necesitamos es un
gobierno estilo empresarial y ese es, por coincidencia, nuestro tema en
la operación de reinventar el gobierno de este año. Éste es el último
informe del avance de reinventar el gobierno y todo tiene que ver con lo
que hemos aprendido de las mejores compañías de América. Está lleno de
historias sobre cómo las compañías privadas le enseñan a las agencias
del gobierno a trabajar mejor y a un costo menor, y muchas otras
historias en el libro son sobre defensa. Todas las historias son sobre
capitalizar la fuerte economía de libre mercado de América; sobre crear
un gobierno tipo empresarial.
Cohen: Vamos
a competir con actividades comerciales. Debemos competir con muchas de
las funciones que actualmente las lleva a cabo el gobierno, debemos
competir con el sector privado. Si se ve años al pasado hasta 1996, se
puede ver que no hemos hecho un buen trabajo en extender estas funciones
para la competencia con el sector privado. A partir de este año se
notará un aumento dramático en las competencias que ya se están llevando
a cabo. Se ha multiplicado por diez el aumento en la competencia que,
de hecho, ha beneficiado a los contribuyentes americanos. Producto de
estas competencias que el sector privado y el sector público tienden a
dividirse casi por la mitad de forma tal que el sector público puede
demostrar que puede competir también con las organizaciones del sector
privado, 50 por ciento del tiempo, pero en última instancia de todas
formas nos beneficiamos a largo plazo debido a que los contribuyentes
salen beneficiados.
Vamos a eliminar el exceso en
infraestructura. Ustedes han escuchado que hemos hablado sobre esto
antes. Necesitamos tener por lo menos dos rondas BRAC más. En nuestra
Iniciativa de Reforma de Defensa, estamos pidiendo rondas adicionales
para los años 2001 y 2005.
Como lo informó anteriormente
LPAC, la bola demoledora preferida de Londres para el Partido Demócrata
en los E.U. Al Gore, ya se está posicionando a sí mismo para salirle al
paso como el "candidato de conciliación" si Hillary Clinton y "Nacido
para perder" Obama, son eliminados antes de la convención de agosto.
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