EN EXCLUSIVA: Se podría decir que el presidente Obama jamás ha visto una subida de impuestos con malos ojos, ya sea dejar que los recortes de impuestos de 2001 y 2003 expiren, insistir en mayores impuestos para los creadores de empleo y, como ayer, apelar al Congreso para subir los impuestos a la industria petrolera. Pero con todo lo que el presidente quiere subir los impuestos, la Fundación Heritage ha descubierto que hay incluso más subidas de impuestos ocultas en su presupuesto, sumando un total de $2 billones en mayores impuestos.
En un nuevo informe, el experto de Heritage Curtis Dubay desvela las subidas de impuestos ocultas de Obama y averigua que el incremento de impuestos de $1.561 billones propuesto por el presidente en el plazo de 10 años es mucho mayor de lo anunciado. De hecho, el presidente quiere subir los impuestos en $1.689 billones, que es $128,000 millones más de lo informado por la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca (OMB) en la propuesta de presupuesto del presidente para el ejercicio fiscal 2013.
¿Cuál es la justificación para esta discrepancia? Dubay explica que la OMB informa de las subidas de impuestos en áreas excluyendo la sección tributaria, induciendo a error a los lectores en la creencia de que las subidas de impuestos del presidente son menores de lo que en realidad son. Entre ellas se encuentran la “Cuota de Responsabilidad por la Crisis Financiera”, más conocida como el impuesto bancario, el cual añade otros $61,000 millones al total de la subida de impuestos del presidente, una subida de impuestos de $44,000 millones para permitir al Servicio de Impuestos Internos (IRS) ajustar un tope de integridad al programa, un incremento de $48,000 millones en el impuesto para el desempleo y una subida de $1,000 millones en cuotas para usuarios de navegación comercial en aguas interiores.
¿Qué hay de aquello de “la Casa Blanca más transparente de la historia”?
Pero, espere, hay más.
Además de los $128,000 millones en impuestos ocultos, el presidente se atribuye el mérito de recortar impuestos cuando realmente no se lo merece. Dubay informa de que el presupuesto incluye $317,000 millones en normativas de recorte de impuestos preexistentes, incluyendo no tener que pagar temporalmente el impuesto de nómina ($31,000 millones), el Crédito Tributario de Oportunidad Americano ($109,000 millones), el grupo de normativas de reducción de impuestos ($34,000 millones) conocidas como “ampliación fiscal” porque extienden el tiempo de validez de algunas reducciones fiscales, junto con un puñado de otras provisiones que totalizan $6,000 millones, incluso aunque estas normativas fuesen ya parte del código tributario. En otras palabras, el presidente quiere llevarse todo el mérito mientras elude la culpa.
Reste Ud. esos recortes mal contabilizados y verá que el presidente en realidad quiere subir los impuestos en ¡más de $2 billones!
Dubay dice que la Casa Blanca tiene algunas explicaciones que dar:
El Congreso debería hacer caso omiso de la engañosa cifra de la subida de impuestos que figura en la tabla de la OMB y usar la cantidad correcta de $2 billones en lo referente al total de subidas de impuestos en el presupuesto del presidente. Y los miembros del Congreso deberían cuestionar a la OMB respecto a por qué eligieron despistar a los lectores acerca de la subida total de impuestos que el presidente Obama ha requerido de los contribuyentes americanos.
¿Por qué importa toda esta charla en materia de impuestos? Échele un vistazo a la economía. América está experimentando una recuperación históricamente lenta, de un tipo que no se ha visto desde la Segunda Guerra Mundial. El empleo en el sector privado está un 4.5% por debajo de los niveles anteriores a la recesión, el desempleo se mantiene en el 8.3% (el más alto desde la recesión de 1981-1982) y sólo el 63.7% de los adultos americanos son una fuerza de trabajo activa, el nivel más bajo desde 1983. Mientras tanto, las pequeñas empresas dicen que los impuestos están entre sus problemas más importantes, temen que Washington suba los impuestos para pagar incluso más gastos, así que se están manteniendo al margen y no están generando empleos. Ahora parece que sus peores temores se están haciendo realidad.
En lugar de disparar los impuestos por las nubes y esconder al pueblo americano una parte de esas subidas de impuestos, Washington debería dedicarse a unas normativas que promuevan el crecimiento y que ayuden a devolver a los desempleados al trabajo. Un modo de hacerlo es con el “Nuevo Impuesto Único” de Heritage que simplifica el sistema tributario y motiva la inversión.
Estados Unidos no necesita $2 billones en impuestos más altos, especialmente en época de débil recuperación. Y con certeza no necesita que se los cuelen por debajo de sus narices. El presupuesto del presidente quiere que, por los recortes de impuestos, le reconozcan un mérito que no se merece, esconde el verdadero costo de las subidas de impuestos que impone y castiga a los creadores de empleo en vez de motivarlos a ampliar sus negocios. Considérelo la receta secreta del presidente para una débil economía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario