Por Andrés Oppenheimer
Dos nuevas encuestas de votantes latinos
confirman lo que he venido escribiendo durante varios meses: el
probable candidato republicano Mitt Romney es tan impopular entre los
votantes hispanos que le resultará muy difícil ganar las elecciones en
noviembre.
Una encuesta nacional de probables
votantes hispanos que acaba de ser dada a conocer por Fox News Latino
revela que si la eleccion fuera realizada hoy, el 70 por ciento de los
hispanos votarían por el presidente Barack Obama, y apenas el 14 por
ciento votaría por Romney. La encuesta, realizada por teléfono, tiene un
margen de error del 2.7. por ciento.
Otra encuesta de votantes latinos
registrados a nivel nacional dada a conocer el 24 de enero por la cadena
televisiva Univision, revela que el índice de aprobación de Obama entre
los hispanos alcanza el 63 por ciento, comparado con el 28 por ciento
de Romney. El margen de error de la encuesta de Univision es del 4.4 por
ciento.
No resulta sorprendente que ambas
encuestas demuestren que los latinos están asustados por la retórica
anti-inmigrante de Romney —y, para ser justos, también de los otros
aspirantes a la candidatura republicana— en las primarias republicanas.
Romney apoya la draconiana ley
inmigratoria de Arizona, que muchos hispanos temen llevará a que la
policia local acose a los inmigrantes latinos independientemente de su
estado legal. Tambien ha dicho que vetaria el proyecto de ley Dream Act,
que ofrece una vía para la obtención de residencia legal a los latinos
que fueron traídos al país cuando niños y que ahora están en la
universidad o en las fuerzas armadas.
Según la encuesta de Fox News Latino, el 90 por ciento de los latinos que son ciudanonos estadounidenses apoyan el Dream Act, y el 80 por ciento quieren que los inmigrantes indocumentados tengan una oportunidad de legalizar su estatus.
Según la encuesta de Fox News Latino, el 90 por ciento de los latinos que son ciudanonos estadounidenses apoyan el Dream Act, y el 80 por ciento quieren que los inmigrantes indocumentados tengan una oportunidad de legalizar su estatus.
Cuando les pregunté a varios estrategas
del Partido Republicano si la encuesta de Fox News Latino no demuestra
que a Romney le resultará difícil ganar las elecciones de noviembre, me
refutaron la premisa con tres argumentaciones:
• Primero, la encuesta no es muy
significativa en términos electorales, porque la mayoría de los
encuestados son hispanos de estados demócratas del Oeste de Estados
Unidos. Lo que realmente importará en noviembre será el voto hispano en
estados oscilantes como Florida, Arizona y Colorado, aseguraron.
“Al gobernador Romney le ha ido bien en
estados con gran población hispana, como Nevada, Arizona y Florida”, me
dijo el vocero de Romney Alberto Martínez. “Cuando su visión sobre la
creación de empleos y la reconstrucción de la economía sea comparada con
el pésimo resultado obtenido por Obama en los últimos tres años, el
gobernador Romney seguirá siendo exitoso entre los hispanos a nivel
nacional”.
Romney conquistó el 38 por ciento del
voto hispano de Arizona en las primarias recientes, comparado con el 24
por ciento obtenido por su rival Rick Santorum. En Florida, Romney
conquistó el 54 por ciento del voto hispano, según las encuestas de
salida de CNN.
• En segundo lugar, todas las encuestas
coinciden en que la preocupación mayor de los latinos es la economía,
mucho mas que la inmigración, dicen los estrategas republicanos.
• En tercer lugar, muchos latinos que
tradicionalmente votan por el Partido Demócrata posiblemente no voten en
estas elecciones, porque están desilusionados con Obama por la
situación económica, la falta de cumplimiento de su promesa de hacer
aprobar una reforma migratoria, y por el número récord de hispanos que
han sido deportados durante su presidencia, dicen los republicanos.
Una encuesta reciente del Pew Hispanic
Center demostró que el apoyo a Obama entre los latinos cayó del 58 por
ciento en el 2010 al 49 por ciento en el 2011.
Mi opinión: Romney
tiene un enorme problema con el voto latino. Probablemente, si gana la
nominacion de su partido, tratará de resolverlo designando a un latino
como compañero de fórmula. Puede que elija al senador de Florida Marco
Rubio o a la gobernadora de Nuevo México Susana Martínez, aunque también
podría optar por el ex gobernador de Florida Jeb Bush, que habla fluido
español y está casado con una mexicana.
Pero aun así, a Romney le resultaría
difícil conquistar el 40 por ciento del voto latino que, según los
encuestadores, necesitaría para ganar las elecciones de noviembre.
En su afán por ganarse a la extrema
derecha de su partido en las primarias, adoptó un tono francamente
hostil contra los indocumentados que a ratos parecía dirigido a toda la
comunidad latina.
Es cierto, Romney podría hacer un cambio
radical en su discurso sobre la inmigración. Pero dudo que con eso le
baste: también tendría que cambiar su postura sobre la ley de Arizona,
el Dream Act y otros temas que son importantes para los hispanos.
De otra manera, tal como lo demuestra el
ínfimo apoyo del 14 por ciento que tiene entre los hispanos en la
última encuesta, seguirá siendo considerado el candidato antilatino, y
perderá las elecciones de noviembre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario