por Yesenia Alvarez
Presidenta del Instituto Político para la Libertad
Es una vergüenza que el presidente de nuestro congreso, el señor Daniel Abugattás haya declarado que el "Perú
tiene que aprender de Cuba en varios temas". El señor Abugattás
preside un congreso que ha sido elegido democráticamente por los
peruanos y él oscurece la institución propagando su admiración por una
dictadura que viola los derechos más fundamentales de sus ciudadanos.
Con el respeto que se merece el pueblo cubano, víctima de la tiranía
castrista, es por el contrario una historia como la cubana la que no
debemos repetir.
Abugattás, como presidente del congreso está llamado a promover el diálogo, la paz, la democracia, la libertad y el respeto del pluralismo,
sin embargo nos dice que tenemos que aprender de un país que lleva más
de cincuenta años practicando perversamente lo contrario. De él, ni una
palabra en contra del sistema que ha condenado el destino de los cubanos
a la represión y la miseria.
Lo dicho por Abugattás quedaría en el ámbito de su libertad de opinar,
pero es el presidente del congreso -la institución más importante del
país para consolidar nuestra democracia- y sus preferencias por estos
sistemas y estrategias dictatoriales parecen conciliar con su
incendiario talante y sus constantes intentonas autoritarias de pasar
por encima del Estado de Derecho en el congreso.
Fiel a su estilo, no ha aclarado los cuestionamientos por el secretismo en la implementación del programa Gestores para el Desarrollo Local
(GPD), iniciativa por la que ha contratado dentro del congreso personas
que deberán hacer funciones que corresponden al Ejecutivo. Este
programaademás de desdibujar el rol de los poderes del estado es una
madriguera para el clientelismo político con la que se
pueden beneficiar las aspiraciones políticas de su creador y en donde
los contratados fungen como sus operadores políticos en todo el país, a
costas de todos los peruanos.
El puesto que tiene Abugattás es neurálgico para consolidar nuestra
democracia. Es por ello que debe preocuparnos tanto sus declaraciones de
imitar la dictadura cubana como las decisiones túrbidas que viene
tomando en el congreso. No debe preocuparnos menos que de vez en cuando
sacude al mismo gobierno que supuestamente apoya. Hasta ahora sus
despropósitos evidencian ser perjudiciales para la democracia, el Estado
de Derecho y la gobernabilidad, en sí para los peruanos. Progrese o no
la censura presentada en su contra, Abugattás ya está siendo testigo de
cómo las fuerzas políticas, la opinión pública, y los ciudadanos en
general no estamos dispuestos a pasar por alto sus arbitrariedades.
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