12 marzo, 2012

Por qué el autor de la masacre de Kandahar no será enjuiciado en Afganistán

BBC Mundo
 

           
   
           
   
           
   
           
   
           
   
           
           
           
   
       
El parlamento afgano aprobó este lunes una resolución exigiendo que el militar estadounidense acusado de matar a 16 personas en la provincia de Kandahar sea llevado a juicio en Afganistán.
En una fuerte condena a la masacre, la institución señaló que los afganos "perdieron la paciencia con las acciones de las fuerzas extranjeras" y pidieron enjuiciar públicamente al indiciado.
Sin embargo, las probabilidades de que esto ocurra son prácticamente nulas.
Según el Acuerdo de Estatus de Fuerzas (SOFA, por sus siglas en inglés) suscrito en 2003 entre las tropas de la OTAN y Afganistán, el soldado sólo puede ser juzgado por una corte militar estadounidense.
Tropas estadounidenses en Afganistán
Los afganos quieren que el soldado sea juzgado en Afganistán.
El acuerdo de Estatus de Fuerzas (SOFA, por sus siglas en inglés) efectivo desde 2003, regula el estatus legal de las fuerzas armadas en el país donde se encuentran desplegadas.
Y según Carlos Espósito, profesor de Derecho Internacional Público de la Universidad Autónoma de Madrid, es muy poco probable que EE.UU. esté dispuesto a renunciar a la cláusula de inmunidad de jurisdicción.
"Desde el punto de vista de EE.UU sentaría un precedente grave para el futuro", señaló el catedrático.
Y es que una decisión en ese sentido podría abrir las puertas para el enjuiciamiento de soldados estadounidenses en otros países.

Tampoco el CPI

Estados Unidos siempre se ha opuesto a la posibilidad de que sus soldados puedan ser juzgados por otros tribunales.
De hecho, EE.UU. es uno de tres países que retiraron su firma del Estatuto de Roma que creó a la Corte Penal Internacional (aunque en total son 32 los que no lo han ratificado).
"Desde el punto de vista de EE.UU sentaría un precedente grave para el futuro"
Carlos Espósito, Universidad Autónoma de Madrid
El organismo, que puede asumir la jurisdicción nacional de un país para juzgar a individuos por crímenes como genocidio, crímenes de guerra y lesa humanidad, empezó a funcionar en 2002 y hasta febrero de este año había sido reconocido por 120 países.
Estados Unidos, sin embargo, no acepta la jurisdicción de la institución, ya que considera que el tribunal podría ser utilizado como instrumento para entablar procesos judiciales motivados políticamente.
Y además de no reconocer a la CPI, el gobierno estadounidense también ha presionado a muchos países para que firme acuerdos bilaterales que tienen como condición la inmunidad de sus ciudadanos.

Antecedentes

La desconfianza de los afganos en la justicia militar estadounidense, sin embargo, parece estar justificada por los antecedentes.
Un total de 16 personas, incluyendo 9 niños, murieron en el ataque.
Ya existen incidentes previos del mismo tipo como el del sargento Calvin Gibbs, condenado a prisión de por vida en EE.UU. por el asesinato premeditado de civiles en Afganistán cuando encabezaba una unidad del ejército también en la provincia de Kandahar.
Previamente, también ocurrió lo mismo con militares estadounidenses detenidos en Irak como el caso de Franz Wuterich, quien encabezó la patrulla de infantes de marina que en 2005 mató a 24 ciudadanos iraquíes en la ciudad de Haditha.
Sin embargo, el juez militar encargado del caso dejó a Wuterich en libertad. El acusado se declaró culpable de incumplimiento de su deber y evitó la pena de 90 días de prisión que le fue impuesta gracias a un acuerdo con la fiscalía.
Es ese tipo de sentencias blandas lo que ha aumentado la desconfianza en Afganistán para ver que se haga justicia.
La masacre de Kandahar ocurre además poco después de que efectivos de EE.UU. quemaran copias del Corán, lo que ya había desatado una airada reacción dentro de Afganistán, haciendo peligrar las complicadas negociaciones sobre un nuevo acuerdo para extender la presencia de las tropas de EE.UU. después de 2014.

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