El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de campaña en Asturias, ha
anunciado que su Gobierno acometerá “muchas más reformas”, tras la
fiscal, la financiera y la laboral. Aunque no ha anunciado todo el
alcance de las decisiones que ultima su ejecutivo, Rajoy ha desvelado la
próxima aprobación de una ley para favorecer a los emprendedores y una
“revisión” de toda la legislación para simplificar lo que ha definido
como una “oleada de leyes, normas, reglamentos y decretos, que son
trabas” para lo que quieren hacer cosas y emprender. “Un buen director
general”, ha sostenido, “no es el que aprueba cinco decretos, sino el
que los deroga, porque no molesta, da libertad y deja vivir”.
Rajoy ha afeado al PSOE por “presumir” de izquierdista y no haber sido capaz, como sí ha hecho el PP, de limitar las remuneraciones de los ejecutivos de los bancos que han recibido ayudas públicas. El presidente del Gobierno ha vuelto a justificar la reforma laboral: “Con cinco millones de parados ¿Quieren que no hagamos nada? Sería una irresponsabilidad”, ha argumentado.
El presidente del PP y del Gobierno ha llamado en Oviedo a los asturianos en tales términos para que no vuelvan a entregar el Gobierno de la comunidad el día 25 al exsecretario general del PP y presidente de FAC Francisco Álvarez-Cascos porque “en siete meses dilapidó el amplísimo caudal de confianza que le dio la gente”, “no hizo nada”, se dedicó a crear “problemas” y “disputas” y “no ha estado a la altura de las circunstancias”. Asturias “no está para operaciones individuales” ni “para hacer experimentos” ni para partidos que “son cosa de uno", ha sostenido
Y ha alentado a los votantes del Principado a que no giren tampoco hacia la izquierda porque “Asturias no puede quedarse como una isla” en medio de un país casi totalmente gobernado por el PP y porque “no se puede volver a confiar en quienes nos trajeron hasta aquí y nos han colocado en la situación de dificultad en la que estamos”.
Rajoy, que coincidió en el avión en el que viajó a Asturias con los dirigentes del PSOE (Alfredo Pérez Rubalcaba) y de IU (Cayo Lara), ha atacado a los socialistas por el nombre y a Álvarez-Cascos sin citarlo en una sala del Palacio de Congresos y Exposiciones de Oviedo, de 2.000 localidades, que no ha llenado, y mientras en el exterior el presidente del Principado y lider FAC, Francisco Álvarez-Cascos, contraprograma haciendo oír su voz y su discurso en una grabación que un coche de propaganda del partido casquista emitía por megafonía.
En unas elecciones de pronóstico incierto y en las que todas las encuestas apuntan a un posible resultado muy apretado entre el bloque de la izquierda y el fracturado bando de la derecha, Rajoy ha llamado al voto útil conservador para recuperar a los electores naturales del PP pero también de la izquierda que en mayo se fueron a FAC. “Un dirigente no está para quejarse, sino para coger el toro por los cuernos, resolver problemas y no crearlos, ganarse el apoyo de los ciudadanos y ser capaz de hablar y de dialogar. Porque esto también es la democracia”, ha sostenido el líder del PP.
Cascos ha sido el sujeto elíptico de una intervención en la que su excompañero de Consejo de Ministros ofreció la alternativa del PP (“un partido seguro, previsible y tranquilo, que está en toda Europa y en toda España”, dotado de “gente competente” y al que “los españoles siempre llaman en tiempo de dificultades”) frente a una opción individualista (“el partido de uno” en contraposición “al partido de muchos y de todos”, que es, dijo, el PP) y que “no ha estado a la altura de las circunstancias” de quienes “confiaron en ellos”. “No merecen volver a gobernar”, ha sostenido Rajoy, porque decepcionaron a los asturianos y porque “las divisiones, los líos, las expresiones malsonantes sólo sirven para aumentar las dificultades”. “No estamos aquí para crear problemas sino para solucionar lo que existen”. El PP, a afirmado, “se compromete a escuchar y a dialogar”, a “unir a los asturianos” y a “acabar con la parálisis de los Gobiernos asturianos en los últimos años”.
Y, en alusión a los diez meses de gestión de Cascos, ha aseverado que “lo peor que se puede hacer es no hacer nada y no tomar decisiones porque esto nos lleva al fracaso”. “La gente fue muy generosa con ellos cuando crearon un partido en meses”, ha dicho en alusión a los casquistas, “pero ahora toca ser serio y dejarse de experimentos”. Y más, ha sostenido, “cuando Asturias necesita un gobierno que aplique las mismas políticas que se están adoptando en el resto de España” y que trabaje “en línea y en entendimiento con el Gobierno central”.
En su segunda visita a Asturias en menos de un mes en apoyo de la candidata del PP a la presidencia de Asturias, Mercedes Fernández, Rajoy ha salido al paso del reproche de Cascos, quien descalificó días atrás el paso de ministros y altos cargos del PP por la comunidad (un método que él mismo empleó en Asturias con profusión siendo secretario general del PP) como “un desfile de variedades y de vedettes”: “Los ministros y el presidente venimos porque estamos volcados con Asturias y con Mercedes Fernández. Y vamos a seguir viniendo a apoyar al PP de Asturias”.
Rajoy ha afeado al PSOE por “presumir” de izquierdista y no haber sido capaz, como sí ha hecho el PP, de limitar las remuneraciones de los ejecutivos de los bancos que han recibido ayudas públicas. El presidente del Gobierno ha vuelto a justificar la reforma laboral: “Con cinco millones de parados ¿Quieren que no hagamos nada? Sería una irresponsabilidad”, ha argumentado.
El presidente del PP y del Gobierno ha llamado en Oviedo a los asturianos en tales términos para que no vuelvan a entregar el Gobierno de la comunidad el día 25 al exsecretario general del PP y presidente de FAC Francisco Álvarez-Cascos porque “en siete meses dilapidó el amplísimo caudal de confianza que le dio la gente”, “no hizo nada”, se dedicó a crear “problemas” y “disputas” y “no ha estado a la altura de las circunstancias”. Asturias “no está para operaciones individuales” ni “para hacer experimentos” ni para partidos que “son cosa de uno", ha sostenido
Y ha alentado a los votantes del Principado a que no giren tampoco hacia la izquierda porque “Asturias no puede quedarse como una isla” en medio de un país casi totalmente gobernado por el PP y porque “no se puede volver a confiar en quienes nos trajeron hasta aquí y nos han colocado en la situación de dificultad en la que estamos”.
Rajoy, que coincidió en el avión en el que viajó a Asturias con los dirigentes del PSOE (Alfredo Pérez Rubalcaba) y de IU (Cayo Lara), ha atacado a los socialistas por el nombre y a Álvarez-Cascos sin citarlo en una sala del Palacio de Congresos y Exposiciones de Oviedo, de 2.000 localidades, que no ha llenado, y mientras en el exterior el presidente del Principado y lider FAC, Francisco Álvarez-Cascos, contraprograma haciendo oír su voz y su discurso en una grabación que un coche de propaganda del partido casquista emitía por megafonía.
En unas elecciones de pronóstico incierto y en las que todas las encuestas apuntan a un posible resultado muy apretado entre el bloque de la izquierda y el fracturado bando de la derecha, Rajoy ha llamado al voto útil conservador para recuperar a los electores naturales del PP pero también de la izquierda que en mayo se fueron a FAC. “Un dirigente no está para quejarse, sino para coger el toro por los cuernos, resolver problemas y no crearlos, ganarse el apoyo de los ciudadanos y ser capaz de hablar y de dialogar. Porque esto también es la democracia”, ha sostenido el líder del PP.
Cascos ha sido el sujeto elíptico de una intervención en la que su excompañero de Consejo de Ministros ofreció la alternativa del PP (“un partido seguro, previsible y tranquilo, que está en toda Europa y en toda España”, dotado de “gente competente” y al que “los españoles siempre llaman en tiempo de dificultades”) frente a una opción individualista (“el partido de uno” en contraposición “al partido de muchos y de todos”, que es, dijo, el PP) y que “no ha estado a la altura de las circunstancias” de quienes “confiaron en ellos”. “No merecen volver a gobernar”, ha sostenido Rajoy, porque decepcionaron a los asturianos y porque “las divisiones, los líos, las expresiones malsonantes sólo sirven para aumentar las dificultades”. “No estamos aquí para crear problemas sino para solucionar lo que existen”. El PP, a afirmado, “se compromete a escuchar y a dialogar”, a “unir a los asturianos” y a “acabar con la parálisis de los Gobiernos asturianos en los últimos años”.
Y, en alusión a los diez meses de gestión de Cascos, ha aseverado que “lo peor que se puede hacer es no hacer nada y no tomar decisiones porque esto nos lleva al fracaso”. “La gente fue muy generosa con ellos cuando crearon un partido en meses”, ha dicho en alusión a los casquistas, “pero ahora toca ser serio y dejarse de experimentos”. Y más, ha sostenido, “cuando Asturias necesita un gobierno que aplique las mismas políticas que se están adoptando en el resto de España” y que trabaje “en línea y en entendimiento con el Gobierno central”.
En su segunda visita a Asturias en menos de un mes en apoyo de la candidata del PP a la presidencia de Asturias, Mercedes Fernández, Rajoy ha salido al paso del reproche de Cascos, quien descalificó días atrás el paso de ministros y altos cargos del PP por la comunidad (un método que él mismo empleó en Asturias con profusión siendo secretario general del PP) como “un desfile de variedades y de vedettes”: “Los ministros y el presidente venimos porque estamos volcados con Asturias y con Mercedes Fernández. Y vamos a seguir viniendo a apoyar al PP de Asturias”.
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