Por NICHOLAS HASTINGS
LONDRES— Cuando el premier chino Wen Jiabao anunció la semana pasada que el crecimiento de este año sería menor al esperado, un escalofrío recorrió a los mercados financieros.
Un fuerte crecimiento de China sigue siendo vital para la recuperación mundial debido a que aún no hay mucho que lo reemplace.
Puede que la economía estadounidense esté mejorando, pero Japón continúa con dificultades, la zona euro podría estar entrando a una recesión de doble caída, e incluso el Reino Unido parece estar sucumbiendo, según datos nuevos que muestran una sorpresiva caída de la producción industrial.
Las expectativas de que más mercados emergentes podrían asumir un rol ante el menor crecimiento de China también han resultado decepcionantes. Solo basta mirar los recientes datos de crecimiento de Brasil, el cual ha sido forzado a reducir las tasas de interés para ayudar a la economía.
Por lo tanto, aún todas las miradas están sobre China como principal motor de la recuperación mundial.
Y es la razón por la que cualquier sugerencia de que China podría dirigirse hacia un aterrizaje forzoso hace que los mercados entren en pánico.
Pero el viernes temprano, mientras el mundo esperaba a ver si Grecia sería capaz de completar el mayor rescate soberano de la historia, Beijing publicó datos que deberían ayudar a mejorar la confianza del mercado.
Anunció que la inflación china cedió a 3,2% el mes pasado, desde el 4,5% de enero. Aunque se esperaba una caída debido a que se diluyó el impacto de un aumento en los precios de los alimentos, los datos también mostraron que la inflación de los precios sin los alimentos también había retrocedido. ING Financial Markets dijo que la inflación china para el año completo ahora caería a 3% desde sus estimaciones previas de 3,5%.
Este optimismo por el retroceso de la presión de precios fue reforzado por otros datos que mostraron que los precios al productor no registraron cambios en febrero, después de aumentar 0,7% en enero.
Todo esto significa que Beijing ahora puede concentrarse en fomentar el crecimiento en lugar de preocuparse de que la inflación se les esté yendo de las manos.
Ya existen crecientes especulaciones de que China recortará el nivel de los requisitos de reservas para los bancos para estimular los préstamos.
Otros datos publicados esta semana que mostraron que el crecimiento de las ventas minoristas y de la producción industrial continuó en los primeros meses del año, ciertamente sugieren que es necesario un mayor expansionismo monetario.
Por supuesto, Beijing aún podría encontrar obstáculos para relajar demasiado la política mientras trata de mantener el control sobre el auge del mercado de viviendas del país.
Pero ahora que la inflación está bajo control, y que posiblemente se mantenga de esa manera por ahora, China está en una mejor posición para reaccionar a cualquier riesgo bajista del crecimiento económico con mucha mayor premura.
Para una economía mundial que aún sigue al filo de la navaja, esto sólo puede ser una buena noticia.
Y para los mercados financieros, esta debería ser otra razón para que se tranquilicen.
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