Associated Press
Parte del yacimiento iraní de Azadegan, cerca de la frontera con Irak.
El cambio se produjo en medio de una
colisión entre las dos inversiones: el aumento de los precios del
petróleo, causado por los temores de que Irán podría bloquear los envíos
o detener la producción en el caso de un conflicto militar, coincidió
con una profundización de la crisis europea, que reforzó el dólar al
tiempo que se debilitaba el euro. Es un fenómeno inusual porque un dólar
más alto hace al petróleo, cuya cotización se denomina en dólares, más
caro para quienes compran en otras monedas, reduciendo la demanda.
John Kilduff, socio fundador del fondo de cobertura Again Capital,
dice que en ocasiones se ha visto obligado a ajustar a diario su
posición en los futuros del petróleo sobre la base de los movimientos
del dólar, pero que dejó de hacerlo en diciembre, cuando Irán impulsó
los precios del crudo y la relación entre ambos activos se revirtió. Su
fondo recortó las tenencias de petróleo en 20%.
En los últimos años, la correlación entre el petróleo y el dólar
alcanzó a menudo hasta -0,9. Una lectura de -1 significaría que se
mueven en direcciones inversas. Una lectura de 1 indica que los dos
activos se mueven en la misma dirección, mientras que cero significa que
no hay conexión entre ellos.
En este momento, la correlación es de 0,3, lo que significa que la mayoría de las veces se mueven en la misma dirección.
"¿Qué relación?", bromea Alan Ruskin, jefe de estrategia cambiaria
global para el grupo de las diez naciones industrializadas de Deutsche
Bank. "La correlación ha fracasado de manera sustancial", añade.
Muchos factores pueden afectar los valores tanto del crudo como del dólar, y las correlaciones pueden recuperarse muy pronto.
Algunos operadores esperan que la relación histórica regrese a la
normalidad tan pronto desaparezcan las tensiones iraníes. "Hoy en día
vemos una correlación (inversa), así que las cosas parecen estar
corrigiéndose por sí mismas", señala Rich Ilczyszyn, corredor de
petróleo y presidente ejecutivo de la firma de corretaje iitrader.com.
"La situación iraní está empezando a distenderse. Eso puede ser la señal
para que la relación vuelva a la normalidad", añade.
La última vez que la relación se rompió en cierta medida, en 2009 y a
principios de 2010, los inversionistas apostaban a una recuperación
económica que fortaleció tanto a las materias primas como al dólar. Eso
duró hasta mediados de 2010, cuando los activos más riesgosos como el
petróleo fueron vendidos en medio de la crisis de la zona euro cuando
los inversionistas buscaban refugio en el dólar.
Es probable que la amenaza de Irán al suministro mundial de crudo y
los males de la zona euro dicten por el momento los precios del petróleo
y del dólar. Los funcionarios iraníes ya han amenazado con cerrar el
estrecho de Ormuz, en el Golfo Pérsico, a través del cual pasa un tercio
de los envíos marítimos de crudo en el mundo. Al mismo tiempo, los
países europeos que importan crudo iraní están tratando de sustituir ese
suministro antes de que la Unión Europea establezca una prohibición.
"Mientras Irán utilice su petróleo como moneda de cambio, vamos a ver
más jugadas irracionales y especulativas" en el mercado del petróleo,
independientemente de lo que pase con el dólar, declaró Hamza Khan,
analista de Schork Group.
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