22 mayo, 2012

LA MARCHA

Martín Moreno


Lo riesgoso que le podía pasar a Enrique Peña Nieto y al PRI les ocurrió: entrar en conflicto con los estudiantes. Tanto se cuidaban de la imagen, de las ofensivas de AMLO, de los spots y de los debates, que descuidaron el semillero de la inteligencia, de las ideologías, de los movimientos sociales y de los radicalismos: las universidades. Privadas y públicas.


Históricamente, los estudiantes han sido incómodos para el PRI. No hay identificación.
Y por ello —debido, en gran parte, al equivocado control de daños del equipo peñista y de la dirigencia del PRI tras las protestas en la Ibero— las campañas presidenciales tienen, ya, un antes y un después, desde la marcha del sábado pasado. Los estudiantes rompieron el esquema de confort en el que se movían los candidatos. Movieron las piezas del ajedrez. Modificaron expectativas. Encendieron, a querer o no, el voto antiPRI.
Se convirtió la contienda electoral —como bien lo definió la periodista Ivonne Melgar en las mesas de debate que realizamos los domingos en Reporte a Debate (7 a 8 pm. 98.5 FM)— en un referéndum electoral bajo una sola premisa: votar o no votar en favor de Peña Nieto. Sí o no al priista.
La marcha del sábado 19 de mayo arroja lo siguiente:
1) Los 46 mil manifestantes universitarios (fuente: SSPDF) rebasaron, por mucho, las expectativas. Aquello fue una selva de ideologías: Iberoamericana, Tec de Monterrey, UNAM, Politécnico. Marcha histórica ya que, por vez primera, hubo una manifestación pública exclusivamente para repudiar a un candidato a la Presidencia. Jamás había ocurrido.
2) La incomprensión hacia los movimientos estudiantiles por parte del PRI y de algunas plumas, que se alteran por marchas y gritos. “Radicales… infiltrados”, se desgarran. Tranquilos. Se llama democracia. Bien harían en echarse, de vez en cuando, un clavado a la historia: movimientos sociales admirables como los ocurridos en la vieja Checoslovaquia o en Polonia —ambas bajo la bota rusa—, si bien fueron encabezados por dos líderes inteligentes y congruentes —Václav Havel y Lech Walesa—, detrás de ellos —y ellos mismos por inercia histórica— tenían un alto grado de radicalismo, debido al hartazgo de las dictaduras políticas. No se conciben de otra manera. Así que no hay que persignarse ante los radicalismos. Ni crucificarlos.
3) Históricamente, estudiantes y PRI se han confrontado. Aquel viejo estribillo de “¡2 de octubre no se olvida!” volvió a escucharse. El manejo postIbero por parte del PRI revivió viejos agravios: 1968 y 1971. “Manipulados… infiltrados en la Ibero”, fue lo primero que dijo Pedro Joaquín Coldwell. Y las consecuencias: la inconformidad estudiantil contra el priismo. Hasta ahora, nadie ha podido comprobar que en la Universidad Iberoamericana estuvo Morena detrás de las protestas estudiantiles. Hoy, el PRI tiene enfrente a un adversario inesperado: los estudiantes.
4) ¿El movimiento estudiantil modificará las tendencias electorales? Cifras: De 14 millones será el voto joven el próximo 1 de julio (alrededor de 30 puntos). Tres millones y medio (8 puntos promedio) votarán por vez primera. Cualquier ventaja del puntero podría quedar rebasada con estas cifras.
5) Protestas en Grecia por la ruina económica. Manifestaciones en Buenos Aires, frente a la Casa Rosada, contra el aumento de la inseguridad. Italia, hundida en el desconcierto. Europa, entre crisis y reproches. Y, en México, marchas contra un candidato a la Presidencia. Todas tienen fondo, legitimidad y, por lo tanto, son respetables. Sin excepción.
6) Algunos se apresuran y alegan que la intención del voto en favor del priista, tras las marchas estudiantiles, no se ha modificado. Prematuro afirmarlo. Pero insistimos en lo publicado aquí el 11 de mayo: no confiemos en algunas encuestas. Muchas ya están alineadas en favor del tricolor. Revisémoslas, y nada más. Votemos como si no existieran las encuestas. Abusados.
7) Las protestas estudiantiles continuarán. Y las votaciones universitarias también. En el PRI esperaban que en el simulacro electoral en la UNAM ganara AMLO, pero no con esa cifra: 85 por ciento. Pero lo que más les aturde es que en la UVM y en la Carlos Septién García también arrasó López Obrador.
Y el segundo debate será el 10 de junio, día del halconazo en San Cosme. Significativo.
ARCHIVO CONFIDENCIAL
REGINA Y MARCOS. Se cumplen 24 días del asesinato de la periodista Regina Martínez en Veracruz. Y, en Sonora, matan a Marcos Ávila García, del diario El Regional. De ella nada se sabe… y de él, seguramente, tampoco nada se sabrá. Gobiernos de Duarte y de Padrés, indolentes. ¿Alguien ha escuchado condolencias desde Los Pinos?

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