01 junio, 2012

Episodio de canibalismo saca a la luz dos vidas atormentadas

Episodio de canibalismo saca a la luz dos vidas atormentadas

El episodio de película de terror del sábado en el MacArthur Causeway unió a dos hombres atribulados, uno de los cuales luchaba por darle sentido a su vida, otro que había dejado de hacerlo.
Rudy Eugene, de 31 años, había estado buscando guía espiritual en las Sagradas Escrituras. El 24 de mayo, dos días antes que atacara a un desamparado llamado Ronald Edward Poppo, Eugene asistió a una sesión de estudio de la Biblia en la casa de un amigo en North Miami Beach.
Recientemente, Eugene colocó un versículo del Salmo 59 en su página de Facebook: “Sálvame de mis enemigos, Oh, mi Señor. Defiéndeme de los que se levantan en mi contra. Porque el Señor Dios es mi defensa…”


Su amigo Bobby Chery afirmó que él, Eugene y otro amigo discutieron el día en que podían convertirse en mejores hombres de acuerdo con la palabra de Dios, y que Eugene prometió dejar la marihuana.
Ese mismo jueves, la policía sacó a Poppo de uno de los últimos lugares que él llamaba su hogar: el último piso del estacionamiento en Jungle Island, la atracción botánica y de la vida salvaje de Watson Island.
Trabajadores del Programa de Asistencia a los Desamparados de Miami lo encontraron allí y le ofrecieron ayuda, indicó Ronald Book, presidente del Fideicomiso de Desamparados del Condado Miami-Dade.
Pero después que Poppo se tornó “beligerante y agresivo”, el equipo de alcance llamó a la policía. Los agentes le emitieron a Poppo, quien había cumplido 65 años una semana antes, una citación por “entrar en una propiedad privada luego de una advertencia”.
“El tomó su caja con sus pertenencias y se fue”, dijo Book. Los funcionarios relataron que “maldecía y reclamaba que lo habían discriminado”.
A eso de las 2 p.m. del sábado, Rudy Eugene desnudo agarró a Poppo cerca del extremo oeste del puente, le quitó las ropas, lo golpeó, lo mordió y le destrozó la cara.
A los más de 15 minutos del ataque, un agente de la policía llegó y mató a balazos a Eugene. Poppo se mantiene en condición crítica en el Centro de Traumas Ryder del Hospital Jackson Memorial.
El horrendo ataque conmocionó a casi todos los que conocían a Eugene.
Johansen Aurelus, un amigo de la niñez, calificó a Eugene de un “sacerdote” porque le gustaba compartir versículos de la Biblia y mantenerla a mano.
Aurelus asistió a la Iglesia Bautista Behtel junto con Eugene cuando eran adolescentes. Entonces, dijo Aurelus, Eugene hacía preguntas sobre los sermones del pastor y cómo éstos se aplicaban a su vida.
Con el paso de los años, Rudy tuvo algunos problemas con la policía por posesión de marihuana y una disputa doméstica. Más recientemente, tenía dificultades para mantener un empleo, explicaron amigos.
El padrastro de Eugene, Melimon Charles, de North Miami, declaró que Eugene “no es el tipo de demonio que sale y mata a personas como muestran en los noticieros. El era un buen muchacho. Fue criado en la iglesia. Estaba en el coro”.
Los problemas pueden haber comenzado en el momento en que Eugene supo que Melimon no era su padre biológico, en 9no. o 10mo. grado, aunque Melimon había estado con la madre de Eugene, Ruth, desde que el muchacho tenía 2 años.
Rudy estaba “enojado porque buscaba a su padre”, señaló Charles. “Su padre se había muerto y él no lo sabía. Y yo no sabía nada sobre eso. No tenía ni siquiera una foto para mostrársela”.
Poco después, agregó, Eugene aceptó “la verdad y nos llevábamos bien”.
Pero cuando cumplió 17 años, Eugene se fue de la casa, sin decirle nada a su padrastro. Se trasladó de la Escuela Secundaria de North Miami Beach a North Miami High.
Si estaba preocupado por “temas familiares”, fue debido al divorcio de sus padres, que ocurrió después que era un adulto, dijo Charles.
Charles desestimó los comentarios de que Rudy fue el objetivo de una maldición vudú.
“Nadie fue a Haití y le hizo algo”, insistió Charles.
Aunque Eugene había dejado de asistir regularmente a la iglesia, mantenía su búsqueda de espiritualidad. Regularmente enviaba mensajes inspiradores a sus amigos. Y en Facebook, mencionó varias veces la “Vida de Zoe”, una frase asociada tanto con la vida haitiana como con los cristianos vueltos a nacer.
Su mensaje final, el 18 de mayo, proclamó: “¡¡¡¡¡¡¡¡LA VIDA DE ZOE ES ETERNA!!!!!!!!”
Sus amigos colocaron tributos en su página.
“Caramba, aún no lo puedo creer, de todas las personas, ¡TU! Has sido un gran amigo para mi, y por eso ¡siempre te extrañaré!”, afirmó Meli Mel Rivera.
Ranessia Rollins puso en su entrada que Eugene había estado en su casa el viernes y le había dado un beso en la mejilla.
Todos sus amigos expresaron incredulidad y se solidarizaron con él.
Pudding Sabali afirmó: “Nos dicen que no deberíamos sentir ninguna pena por tu muerte. Pero es difícil no sentir algo profundo y cálido en lo que a ti se refiere... un joven incomprendido... Dios se apiade de tu alma...”
Entender a Ronald Poppo es más difícil porque él vivió en el anonimato durante mucho tiempo.
Ron Book dijo que trabajadores sociales habían estado ofreciéndole servicios desde el 27 de diciembre de 1999. En ese entonces, él dio como su última dirección permanente el 150 NE 10 Street, pero aseguró que no había vivido allí desde 1970.
Poppo declaró que había quedado desamparado fuera de la Florida, dormía en Watson Island y abusaba del alcohol.
Se quedó en un albergue de emergencia durante 141 días, durante los cuales vio a un consejero una sola vez, según los archivos del programa de asistencia.
Cuatro años después, la policía de Miami lo trajo de regreso al albergue. A partir del 6 de octubre del 2003, Poppo se quedó allí durante 10 días, y volvió a ver a un consejero una vez.
Entre esa estancia y su último encuentro con trabajadores sociales el 24 de mayo, Poppo debe haber pasado menos de una semana bajo techo.
Los archivos muestran que se quedó dos veces en Camillus House en el 2004, el 26 de enero y el 20 de julio, y una vez en el Centro de Asistencia a Desamparados el 16 de noviembre. Su última estancia fue el 23 de enero del 2005, en un programa de albergue por el frío.
El 11 de noviembre del 2004, una “crisis mental’’ de algún tipo lo trajo a la unidad de intervención de crisis del Jackson, pero un informe del programa no deja claro si pasó la noche allí.
Trabajadores sociales lo abordaron tres veces en el 2005 y el 2006, pero rechazó toda ayuda.
“Durante uno de esos contactos, se alteró y empezó a tirar piedras a los trabajadores sociales”, indicó Book.
De los entre 240 y 260 desamparados crónicos de Miami, “a veces, después de tres, 10, 30 intentos, conseguimos que un hombre o una mujer entre al programa”, apuntó Book. “Por diferentes razones, les toma todo ese tiempo, y a veces más, salirse de la calle”.
Detalles de la vida de Poppo han estado saliendo a la superficie poco a poco desde el asalto. Creció en Brooklyn y se graduó en 1964 de la exclusiva secundaria privada Stuyvesant High de Nueva York, según su hermana Antoinette Poppo.
Ni ella ni los dos hermanos de Poppo lo han visto en más de 30 años, explicó, y ninguno de ellos planea viajar a Miami. Dos de ellos viven en Nueva York y otro en California.
Su difunto padre trabajaba en un astillero. Ella cree que “Ronnie’’ asistió a los funerales de ambos padres.
No pudo explicar las condiciones que llevaron a la espiral de descenso de su hermano y a su separación de la familia.
“Yo tengo 12 años más que él”, afirmó. “El tenía 6 años cuando yo me casé y me fui de la casa”.
Lo recuerda como “un muchacho muy inteligente y una persona muy dulce”.
A fines de los años 1980, Poppo trabajó como ayudante del grupo musical SKUM, que pasó alrededor de dos años en Miami antes de separarse alrededor de 1990.
Ellos se están reuniendo para un documental, dijo el ex cantante principal del grupo, Hart Baur, vecino de Miami. Amplió que parte de la filosofía del grupo era contratar a desamparados para cargar sus equipos.
En un correo electrónico desde Carolina del Norte, el ex bajista del grupo, Patrick Burke, quien vivía en Miami, señaló que los miembros del grupo veían a “desamparados mendigando, así que los llevábamos a Burger King y les decíamos: ‘Si quieren trabajar, saquen la basura y limpien el estacionamiento”.
Ellos les daban unos pocos dólares, bebida y cena.
Poppo mostraba momentos de lucidez. Burke le decía Ernie, “porque pensé que se parecía a Ernest Hemingway’’, indicó Burke.
Otros miembros del grupo le decían Pops (Papá), dijo Burke, porque se lucía viejo.
Poppo andaba “debajo de un puente al lado Biscayne Boulevard’’ cuando el grupo lo conoció, declaró Burke. “Le gustaba beber, y siempre bromeábamos con él sobre el hecho de que los desamparados siempre tienen el cabello más espeso que nadie. Pops decía: “Es el estilo de vida, mi socio, yo no tengo sustancias químicas malas en la cabeza”.
Siempre llevaba puesta una gorra de los Yankees, relató Burke, “y se la quitaba para enseñarle su abundante cabello a las muchachas en nuestras actuaciones... La última vez que lo vi fue en el Grove Cinema, en 1989.’’
El jueves, Jackson Memorial Foundation estableció un fondo para la atención de Poppo. El vocero de la fundación, Larry Clark, dijo que “la gente pregunta por él desde todas partes del país”.
Se puede hacer donaciones en la página de internet de la fundacion: www.jmf.org.
Donaciones en cheques se deben enviar a Jackson Memorial Foundation, Park Plaza East, Suite G, 901 N.W. 17 Street, Miami, FL 33136.; escriba “Ronald Poppo” en la línea de memo del cheque.

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