05 junio, 2012

Mis dudas sobre la encuesta de Reforma

Leo Zuckermann

Mucha gente me ha preguntado qué pienso de la encuesta publicada por Reforma el jueves pasado. A todos les he contestado lo mismo: vean, por favor, mi artículo en Nexos de marzo donde Reforma sale reprobado en un índice que desarrollé para calificar a los encuestadores en México.


No voy a repetir mi artículo de Nexos que se puede leer en el sitio de internet de la revista. Me limito a mencionar que, de cinco encuestas que publicó Reforma antes de las elecciones de gobernador en 2010 y 2011, sólo dos acertaron al ganador: en el Estado de México y Nayarit. Fallaron, sin embargo, en las de Puebla, Sinaloa y Michoacán. En las primeras dos decían que iba arriba el candidato priista y ganaron los aliancistas. En la michoacana mostraron arriba a la Cocoa Calderón del PAN por seis puntos porcentuales cuando el candidato del PRI venció.
El porcentaje de efectividad del Reforma para acertar al ganador fue, por tanto, de 40%. Si tomamos en cuenta los otros dos factores que utilicé para calificar la actuación de los encuestadores (número de últimas encuestas publicadas y errores en la diferencia entre el primero y segundo lugares), Reforma sale reprobado con una calificación de 3.7 en una escala de cero a diez.
Esto lo publiqué en marzo previendo que habría una “guerra de las encuestas” en la elección presidencial. Mi intención era comenzar un debate acerca de la transparencia y la rendición de cuentas de los encuestadores. Creo que la sociedad merece una evaluación seria de quién es quién en las encuestas.
Por cierto, y para que no digan que como escribo en Excélsior quiero desprestigiar a un diario competidor, en mi artículo de Nexos, El Universal obtiene una calificación de 8. Este medio les atinó a todos los ganadores en las cinco últimas encuestas publicadas entre 2010 y 2011, con errores por debajo de la media de los 44 sondeos que analicé en mi artículo de Nexos.
Regresemos, entonces, a la encuesta de Reforma del jueves pasado. Contra lo que dicen todas las demás encuestas de empresas serias, López Obrador ha tenido un ascenso vertiginoso, de tal suerte que ya está a tiro de piedra de Peña. El tabasqueño trae 34% de las intenciones de voto. Está a cuatro puntos del priista, quien tiene 38 por ciento. Vázquez Mota está en un lejano tercer lugar con 23% de las preferencias. Tomando en cuenta el margen de error estadístico de +/–2.9%, AMLO está pisándole los talones a Peña.
En este espacio he reconocido que AMLO está creciendo (véase mi columna del martes pasado). Pero Reforma se sale de los rangos de las otras encuestas. Es, como se dice en estadística, un outlier, un punto fuera de serie. Así lo demuestran los números. En seis encuestas publicadas por Consulta-Mitofsky, BGC-Excélsior, Parametría-OEM, GEA-Milenio, B&L-El Universal, Demotecnia-UnoTV, Peña ha caído en promedio unos 2.5 puntos porcentuales entre marzo y mayo. La caída que reporta Reforma es, sin embargo, de siete puntos, es decir, hay una diferencia entre Reforma y las demás seis encuestadoras de 4.5 puntos.
Josefina, por su parte, ha bajado un promedio de 4.4 puntos porcentuales entre marzo y mayo en las seis encuestas mencionadas. En la de Reforma su caída es de 9 puntos, una diferencia de 4.6 puntos con el resto de los encuestadores.
Ahora bien, donde Reforma presenta un resultado verdaderamente diferente del resto es en el incremento de López Obrador. Las seis encuestadoras reportan un aumento promedio del tabasqueño de 4.7 puntos porcentuales. Reforma, sin embargo, muestra un incremento de 12 puntos. La diferencia entre este diario y los demás encuestadores es de 7.3 puntos.
Yo no tengo duda y así lo he dicho: AMLO trae un momentum favorable. Pero, ¿será del tamaño que reporta Reforma o del que demuestran los demás encuestadores? Ahí es adonde regreso a mi artículo de Nexos. La verdad es que Reforma no ha salido bien librado en acertar a los ganadores de una elección. Yo, por tanto, tengo mis dudas de si están haciendo bien su trabajo demoscópico.
Lo prudente es esperar a ver qué dicen los otros encuestadores serios esta semana. Comprobar qué tanto va subiendo AMLO. Si su aumento es gradual o si ha dado un salto cuántico que lo ha puesto a tiro de piedra de Peña. Veremos si Reforma es un outlier estadístico o se adelantó a las demás.
Por lo pronto, la encuesta de Reforma cambió las probabilidades en el mercado de predicciones futuras de intrade.com. Antes del sondeo, los apostadores le daban a Peña 90% de ganar la elección presidencial. Ahora le dan 80 por ciento. En cuanto a AMLO, antes de la encuesta, su probabilidad de vencer era de 10%; ahora es de 25 por ciento.

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