Reuters
Presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Russell Dallen, socio gerente de
Caracas Capital Markets, cuenta que ha recibido decenas de preguntas de
inversionistas extranjeros acerca de cómo invertir en la bolsa
venezolana. "Los inversionistas internacionales están viendo que pueden
duplicar su dinero", afirma. Venezuela alberga a algunas "grandes
compañías, a pesar de estar en un mal vecindario", señala.
El auge de Venezuela representa un marcado contraste con lo que está
ocurriendo en el resto del mundo. Europa está en medio de una crisis
mientras que las economías de China y Estados Unidos exhiben signos de
desaceleración. El resultado es que los inversionistas han huido de las
acciones en general y de los mercados emergentes en particular.
Los inversionistas globales han retirado unos US$7.800 millones de
los fondos de inversión especializados en mercados emergentes desde
inicios de abril, según la firma de mercado EPFR Global.
Varias bolsas latinoamericanas también están de capa caída. Los
índices de acciones líderes de las bolsas de Sao Paulo y Buenos Aires,
por ejemplo, acumulan descensos de 6%y 10%, respectivamente, en lo que
va del año.
La crisis europea ha demostrado que países como Grecia, que en algún
momento fueron destinos favoritos de inversión, se pueden convertir
rápidamente en parias. El caso de Venezuela demostraría lo opuesto.
Cualquier mejora en la economía podría impulsar los valores de los
activos del país, que han sufrido bajo la gestión de Chávez.
"El mercado ve un cambio de gobierno de forma muy favorable", dice
Francisco Ghersi, socio de Knossos Asset Management, una firma de
Caracas que administra unos US$25 millones en activos venezolanos
denominados en dólares que ha incrementado sus posiciones en bonos
emitidos por la petrolera estatal Petróleos de Venezuela SA, que son
considerados como bonos del gobierno.
Las elecciones presidenciales tendrán lugar el 7 de octubre. El
principal oponente de Chávez es Henrique Capriles Radonski, el
gobernador del estado de Miranda.
Muchos inversionistas creen que, quien resulte ganador, sentirá
presión para devaluar el bolívar y, de esta manera, estimular la
economía. El tipo de cambio oficial es de 4,30 y 5,30 bolívares por
dólar, el país tiene un régimen dual, y algunos inversionistas opinan
que la cifra debe estar más cerca de 8,50 bolívares por dólar, que es la
tasa que está vigente en el mercado negro.
Una devaluación beneficiaría a los exportadores de petróleo, que se
transa en dólares, y podría apuntalar la economía. La medida, por otro
lado, también podría generar nuevas presiones inflacionarias, al
encarecer las importaciones.
A pesar del auge de la bolsa y los bonos, a algunos inversionistas
les preocupa que una transición desordenada hacia un nuevo gobierno
pueda provocar una reacción negativa de los partidarios de Chávez en las
fuerzas armadas y en los millones de pobres que dependen de los
programas sociales del gobierno.
"Hemos aprovechado el auge para vender", indica Bryan Carter,
vicepresidente de Acadian Asset Management, una firma de valores de
Boston, que gestiona un fondo de US$65 millones que invierte en mercados
emergentes. "Capriles sencillamente no contará con el mandato popular
para tomar una decisión difícil" como devaluar, afirma.
La deuda externa, a su vez, casi se duplicó en los últimos tres años
para alcanzar unos US$96.700 millones a fines de 2011, incluyendo
US$74.000 millones en bonos. El total de la deuda se disparó de 15,6%
del Producto Interno Bruto (PIB) en 2008 a 31% del PIB en 2011.
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