Ahora resulta que el señor AMLO no
perdió, según había denunciado, por culpa de TELEVISA y los medios masivos de
difusión que prefirieron apoyar a Peña Nieto, en lugar de patrocinar su campaña
pletórica de tesis rescatadas del gran basurero de las ideas políticas de la
historia.
¿Convenció? Sí, como no: de 49
millones de electores, 33 millones, casi el 70 por ciento del padrón electoral,
decidieron “masoquistamente”, que no querían verlo en Los Pinos ni de visita...
Francisco Martín
Moreno
Pues
bien, este embustero
profesional, que en cualquier país que no fuera de reprobados
le hubieran organizado un cerco sanitario para recluirlo en un centro de
rehabilitación para personas, digámoslo eufemísticamente, “disfuncionales”, nos
acaba de decir que perdió la elección porque el PRI había comprado 5 millones
de votos y bla, bla...
En
su incontinencia verbal había denunciado la erradicación mágica de la
corrupción que importaba 300 mil millones de pesos y un ahorro del presupuesto
público de otros 200 mil millones de pesos al recortar los sueldos de los altos
burócratas.
Nunca
demostró el origen de sus cifras ni se percató del crecimiento desproporcionado
de su nariz cuando declaró que mostraría las evidencias en su oportunidad,
oportunidad que nunca se dio y como bien sentenció don Teofilito, ni se dará.
Tampoco
demostró de dónde había sacado “sus” estadísticas para desmentir que el DF,
durante su “gestión”, Sweet Lord, había tenido los peores índices de
delincuencia y de desempleo del país... ¡claro que también mandó al diablo al
INEGI...!
Ahora
nuestro Pinochito sale con que el PRI, la pandilla que gobernó a nuestro país
antes de la afortunada aparición del IFE y del TRIFE, había comprado el voto de
5 millones de mexicanos... ¡Uf! Inhalemos y pensemos:
¿Cuánto
tendría que haber valido el soborno individual para convencer a los votantes
para que cruzaran el logo del tricolor, sobre la base de que éstos no hubieran
traicionado el arreglo mafioso, una vez escondidos tras las mamparas? ¿10
pesos? (¡Ja!), ¿100, 200, 500 o mil por persona?
Si
aceptamos que 5 millones de compatriotas, ¡horror!, se hubieran vendido por 500
pesos, y si Pinocho no miente, llegaríamos a un total de 2 mil 500 millones de
pesos. Pero, ¿quién daría tanto dinero, dónde, cómo guardar el secreto al
transportar el efectivo? La logística es compleja, inclusive para el propio
Pinocho, ¿no...? Los casos de Soriana y Monex, de ser probados, palidecen antes estas cifras
escandalosas.
¿Cuántos
mapaches “de confianza” (¡Ja!) se necesitan para sobornar a 5 millones de
humildes compatriotas? ¿Se requiere contratar 100 mil bichos de esos, sobre la
base que cada uno sobornaría con 500 pesos en efectivo a 50 respetabilísimos
ciudadanos de a pie? ¿Dónde están los 100 mil leales mapaches que ahora guardan
silencio?
Si
a cada uno de ellos el PRI le dio 25 mil para repartirlos entre los indigentes,
hoy ya se habrán pelado p’al norte a trabajar en la “sunny” California o se los
habrán tronado en La Gran Mona, una cantina en la que, al salir, se cuentan
solo pinochadas...
Comprar
5 millones de votos ni Pinocho, el de a de veras, de veritas... Son más creíbles los sobornos
disimulados a través de despensas como parte de los programas sociales de
Calderón o los que se ejecutaron a través de Honestidad Valiente...
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