CUANDO EL SILENCIO DE LOS BUENOS ENSORDECE
Formo parte de esa inmensa legión de
venezolanos, me atrevo a decir que ya mayoría, que de manera firme y
categórica coincidentemente expresamos que absolutamente nada puede
desviar la atención de la Venezuela democrática del mayor desafío
electoral que se ha planteado en los últimos años y a través del cual
tendremos la oportunidad real de cambiar para bien el rumbo del país
encaminándolo por senderos victoriosos de progreso, paz y oportunidades
para todos por igual de la mano de Henrique Capriles Radonski en la
Presidencia de la república.
Pero sin pretender convertirme en una suerte de “aguafiestas” como
expreso una cosa digo la otra, pues con onda preocupación veo como
algunas personas asumen de buena fe el hecho electoral del 07 de octubre
como una excusa válida para no opinar o alzar su voz de protesta sobre
situaciones anormales o persecuciones políticas que pudiesen estarse
acrecentando en los últimos días en nuestro país como consecuencia del
evidente nerviosismo oficialista que comienza a ver muy de cerca la cara
de la derrota.
La entusiasta y para nada malintencionada
frase “tranquilo, paciencia, eso se acaba o se arregla el 07Oct” cada
vez la logro escuchar con mayor frecuencia cuando alguien como yo
expresa su preocupación frente a situaciones aberrantes como las
impuestas al Comisario Iván Simonovis, a la Dra. María Lourdes Afiuni, a
los directivos de Econoinvest, a la familia de Rocío San Miguel y hasta
Globovisión; por citar solo unos pocos casos relacionados con la cada
vez más descarada persecución política que se adelanta en nuestro país.
Esta frase ya es como la panacea en sustitución de la voz de enérgica
protesta que sin procurar la confrontación popular o generar un ambiente
de polarización política innecesario debe retumbar en los oídos de
quienes pretenden abusivamente perpetuarse en el ejercicio del poder.
La persecución política es como la
muerte, nadie sabe con certeza cuando le tocará enfrentarla, por ello
viene a mi mente lo expresado por Martin Luther King “Lo peor no es
la maldad de los malos, sino el silencio de los buenos”, lo cual en mi
humilde opinión es mucho más grave cuando el silencio de los buenos
ensordece en medio de la agigantada avanzada victoriosa que actualmente
protagonizamos quienes formamos parte de la Venezuela democrática.
¡Cuantas cosas podrían evitarse si no nos quedáramos callados!
Soy un convencido de la victoria popular
de Henrique Capriles Radonsky el próximo 07 Oct. y de los cambios
profundos que para bien del país adelantará, mientras tanto solo hago
votos porque seamos capaces de “caminar y comer chiclets a la vez” pues
créanme que no podría ser yo el que a Iván Simonovis le dijera “calma,
paciencia”.
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