13 julio, 2012

CUANDO EL SILENCIO DE LOS BUENOS ENSORDECE. Por: OSCAR PÉREZ. Exiliado Político Venezolano.



CUANDO EL SILENCIO DE LOS BUENOS ENSORDECE
Formo parte de esa inmensa legión de venezolanos, me atrevo a decir que ya mayoría, que de manera firme y categórica coincidentemente expresamos que absolutamente nada puede desviar la atención de la Venezuela democrática del mayor desafío electoral que se ha planteado en los últimos años y a través del cual tendremos la oportunidad real de cambiar para bien el rumbo del país encaminándolo por senderos victoriosos de progreso, paz y oportunidades para todos por igual de la mano de Henrique Capriles Radonski en la Presidencia de la república.
Pero sin pretender convertirme en una suerte de “aguafiestas” como expreso una cosa digo la otra, pues con onda preocupación veo como algunas personas asumen de buena fe el hecho electoral del 07 de octubre como una excusa válida para no opinar o alzar su voz de protesta sobre situaciones anormales o persecuciones políticas que pudiesen estarse acrecentando en los últimos días en nuestro país como consecuencia del evidente nerviosismo oficialista que comienza a ver muy de cerca la cara de la derrota.
La entusiasta y para nada malintencionada frase “tranquilo, paciencia,  eso se acaba o se arregla el 07Oct” cada vez la logro escuchar con mayor frecuencia cuando alguien como yo expresa su preocupación frente a situaciones aberrantes como las impuestas al Comisario Iván Simonovis, a la Dra. María Lourdes Afiuni, a los directivos de Econoinvest, a la familia de Rocío San Miguel y hasta Globovisión; por citar solo unos pocos casos relacionados con la cada vez más descarada persecución política que se adelanta en nuestro país. Esta frase ya es como la panacea en sustitución de la voz de enérgica protesta que sin procurar la confrontación popular o generar un ambiente de polarización política innecesario debe retumbar en los oídos de quienes pretenden abusivamente perpetuarse en el ejercicio del poder.
La persecución política es como la muerte, nadie sabe con certeza cuando le tocará enfrentarla, por ello viene a mi mente lo expresado por Martin Luther King “Lo peor no es la maldad de los malos, sino el silencio de los buenos”, lo cual en mi humilde opinión es mucho más grave cuando el silencio de los buenos ensordece en medio de la agigantada avanzada victoriosa que actualmente protagonizamos quienes formamos parte de la Venezuela democrática. ¡Cuantas cosas podrían evitarse si no nos quedáramos callados!
Soy un convencido de la victoria popular de Henrique Capriles Radonsky el próximo 07 Oct. y de los cambios profundos que para bien del país adelantará, mientras tanto solo hago votos porque seamos capaces de “caminar y comer chiclets a la vez” pues créanme que no podría ser yo el que a Iván Simonovis le dijera “calma, paciencia”.

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