De idiotas y corruptos
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1. M. A. Mancera, G. Ramírez y A. Núñez reciben sonrientes sus constancias. En la capital el apoyo popular a Mancera (más del 60%) y la integración de la Asamblea con aplastante predominio de las izquierdas (41 de 66 escaños) recuerda los mejores momentos del PRI. Hasta ahora no hay impugnaciones mayores. Los mexicanos del siglo XXI -post alternancia en el 2000- no están peleados con esa forma de gobierno.
2. Hay tres triunfos históricos del Movimiento Progresista: conservar la capital y desplazar al PAN en Morelos y al PRI en Tabasco. En Morelos el escandaloso mal desempeño de los gobiernos panistas y la candidatura del persistente Graco Ramírez explican la victoria. PRI, PAN y ahora PRD, los morelenses buscan soluciones a sus problemas.
En Tabasco un personaje de gran experiencia, Arturo Núñez, logra lo que parecía imposible: desplazar más de 70 años de priismo y cacicazgos. Tabasco entra a la alternancia de primera generación y Morelos a la de segunda. Sólo quedan 9 entidades sin alternancia. La evolución política de México continúa. Que las izquierdas lleven al Senado al "autor intelectual" del fraude del 88, M. Bartlett, quedará en el Museo Nacional de la Incongruencia, de los dos lados. Si el lector no entiende, va bien.
3. El PRD obtiene en el orden federal alrededor de un millón de votos más que en el 2006. Es un avance notable, Cárdenas puso en jaque al sistema con cinco millones en cifras oficiales. AMLO ha triplicado la cifra. Un millón en una elección que se decidió por tres millones es muy importante, pero sólo fue 31.59%. No ganó.
4. Para las izquierdas los votos son buenos en las elecciones de Tabasco, Morelos y DF. Sin embargo, ningún instituto electoral local se acerca a la solidez del IFE al que hoy impugnan. ¿¿¿??? Pero los 19,226,784 votos obtenidos por EPN y contabilizados varias veces por ciudadanos y supervisados por el IFE, esos son ilegítimos.
5. Los electores votaron libremente para elegir a más del 60% de sus representantes federales, es decir la suma de votantes del PRD, y aliados, y del PAN para diputados y senadores. Pero esos mismos ciudadanos se corrompieron en la elección presidencial. No se entiende. Hay otra versión: habrá 293 diputados legítimos, los opositores al PRI, y 207 ilegítimos. En el Senado 76 limpios y 52 con mácula.
Explicarlo es imposible.
6. Dos son los argumentos centrales para impugnar la elección presidencial. El primero es la manipulación de las televisoras. El segundo es la compra del voto. Cómo le hicieron los medios para manipular a millones que no razonan para la Presidencia pero sí lo hacen en los otros niveles.
El PAN gana Mérida, el PRI el estado. El PAN gana Guanajuato, el estado, pero pierde la capital y León después de 24 años. Extraño elector que se opone y se deja manipular al mismo tiempo.
7. Comprar votos es una corruptela practicada por los tres partidos nacionales. Una práctica asquerosa, pero de muy poca eficacia. No es criolla -no seamos vanidosos-, en otros países tiene una larga historia. Suponiendo, sin conceder, que la hubiera habido, los números no cuadran. Votaron 50,323,153 mexicanos.
"Comprar" un punto porcentual equivale a 500 mil votos y una inocultable burocracia corruptora. ¿Dónde está? Pongámosle pesos a la compra por voto, 200 pesos, 300 o más. Multiplíquese por 3 millones y medio. Son cientos de millones en efectivo. Cómo ocultarlos. Entre manipulados y corruptos había que sumar decenas de millones. La ofensa es mayúscula.
8. El movimiento #YoSoy132 marchó el sábado en una treintena de ciudades con consignas claras: NO a la imposición televisiva; NO al IFE, "Instituto del Fraude Electoral" y, por casualidad, NO a Peña.
También por casualidad marchó el SME, gran referente de honestidad e incluso los pacíficos macheteros de Atenco convertidos en actores principales. Cien mil en la capital y otros tantos miles en otras ciudades pueden ser muy impresionantes pero son una pequeña minoría. El manifestódromo confunde. Quizá por eso perdieron, se lo creyeron.
9. "Yo siempre he creído que el PRI gana a billetazos y con engaños", Madero. "Digamos que Peña no ganó a la buena", R. Gil. "La contienda fue 'inequitativa'", J.V.M. Que AMLO se lance a la impugnación no es sorpresa, no es un hombre ni de instituciones ni de palabra.
Que las expresiones salgan del presidente del PAN, del coordinador de campaña y de la ex candidata a la Presidencia desnuda una terrible inmadurez política. No entendieron que son gobierno, no oposición. ¿El PAN atizando a la rebelión? Las derrotas priistas del 2000 y 2006 fueron reconocidas sin escatimar. Quizá por eso volvieron los institucionales.
Peña Nieto ganó legalmente. AMLO perdió, no el PRD. El PAN perdió por su desastre interno.
Decenas de millones de mexicanos no son ni idiotas ni corruptos. PAN y PRD deben analizar con seriedad sus derrotas y sus triunfos.
Ofender a los mexicanos y minar a las instituciones es perverso y miope.
Quizá por eso tropiezan.
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