10 julio, 2012

EE. UU.: el empleo, en punto muerto

AMY PAINE

El informe sobre empleo de hoy es como un disco rayado, con la tasa de desempleo estancada en el 8.2%. El Departamento de Trabajo informa de que sólo se crearon 80,000 empleos en junio, en coherencia con otros datos que revelan que la economía ha bajado de marcha lenta a más lenta. La situación es terriblemente distinta de la economía que el presidente Obama prometió hace unos pocos años con una fuerte recuperación y millones de empleos “salvados o creados”.
08 de Julio de 2012 El informe sobre empleo de hoy es como un disco rayado, con la tasa de desempleo estancada en el 8.2%. El Departamento de Trabajo informa de que sólo se crearon 80,000 empleos en junio, en coherencia con otros datos que revelan que la economía ha bajado de marcha lenta a más lenta. La situación es terriblemente distinta de la economía que el presidente Obama prometió hace unos pocos años con una fuerte recuperación y millones de empleos “salvados o creados”.
En 2009, el presidente prometió que su “plan de recuperación”, compuesto casi en su totalidad de gasto por parte del gobierno, era el único modo de mantener a raya el creciente desempleo. La Casa Blanca incluso elaboró un gráfico mostrando el desempleo previsto con el plan de estímulos y sin él, para asustar a los legisladores y que votaran por él. Según sus previsiones, en estos momentos, el desempleo debería estar en el 5.5%. En cambio, por supuesto, está en el 8.2% y ha estado por encima del 8% durante 41 meses seguidos.
Empleo en EE.UU.Esta sequía de empleos es el resultado de unas normativas contraproducentes, muchas de las cuales se podrían revocar inmediatamente. Pero mientras tanto, los empleadores no están contratando ya que están sufriendo debido a una prolongada incertidumbre, como los economistas admiten sin reparos.
“Cuando tenemos un incremento en la incertidumbre general, los empleadores tienden a posponer las decisiones de inversión y contratación”, comentó a CNNMoney Michael Gapen, economista titular para Estados Unidos de Barclays.
Esa incertidumbre, que ya ha empeorado a causa de la inminente implementación de Obamacare, del colapso económico de Europa y de un crecimiento más lento en Asia, proviene fundamentalmente de la cita de Estados Unidos con el “Armagedón Fiscal” del 1 de enero de 2013. La más amplia subida de impuestos en la historia de Estados Unidos ($494,000 millones en un año) golpeará ese día, pues expira una gran cantidad de rebajas fiscales y entran en vigor nuevas subidas de impuestos (incluidos algunos de los nuevos impuestos de Obamacare).
El “Armagedón Fiscal” recae principalmente sobre los americanos con medianos y bajos ingresos. La investigación de la Fundación Heritage muestra que las familias verán una subida de impuestos de un promedio de $4,138. Visite la nueva página sobre el “Armagedón Fiscal” para ver el impacto sobre las personas de estas nuevas subidas de impuestos. Se incluye un mapa interactivo en el que Ud. puede pulsar sobre su estado para ver cuál será el promedio de la subida de impuestos.
Aunque oficialmente no impacta hasta el 1 de enero, ahora mismo el “Armagedón Fiscal” está teniendo un efecto real sobre la creación de empleo. Los propietarios de las pequeñas empresas citan a los impuestos como su mayor problema por separado, incluso por delante de las malas ventas.
“Las compañías y los hogares no sabrán cuáles van a ser sus responsabilidades fiscales en 2013,  cómo va a ser la regulación o la situación del gasto. Esta va a ser una incertidumbre que pese en la capacidad de la gente para hacer planes”, comentó a Reuters Julia Coronado, economista principal para Norteamérica de BNP Paribas en Nueva York.
El presidente debería estar dirigiendo al país en la dirección contraria, dando a los empleadores y a las personas la seguridad de que estas subidas de impuestos van a ser impedidas. En cambio, en su propuesta presupuestaria para 2013, el presidente pidió $2 billones en subidas de impuestos y no ha mostrado señales de querer salvar a los americanos del “Armagedón Fiscal”. De hecho, casi ha permanecido en silencio ante la inminente avalancha de impuestos, excepto para endosar mayores tasas a los inversores y a los propietarios de empresas.
El año pasado, el Congreso impidió algunas subidas de impuestos justo en el último momento. Cuanto más espere el Congreso para impedir el “Armagedón Fiscal”, más incertidumbre habrá para los trabajadores y las empresas. Este es un elemento de la economía que ciertamente está bajo el total control de los responsables políticos americanos. Estos deberían actuar rápidamente para aumentar la certidumbre y la estabilidad en un momento en el que la economía lo necesita enormemente. Si el presidente no se va a poner al frente, el Congreso debería dar un paso adelante y mostrar a la gente que al menos una parte del gobierno se preocupa por crear empleos y por hacer crecer la economía.

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