Martín Moreno
Según lo reveló la periodista Ivonne Melgar en mi programa Reporte a Debate (domingos de 7 a 8 pm, 98.5 FM), Calderón hizo el ofrecimiento a Vázquez Mota, que rechazó encabezar al partido en su nueva era milenaria desde la oposición.
Aún más: ante la negativa de Vázquez Mota, Calderón puso en la mesa los nombres de dos panistas muy cercanos a él —política y familiarmente— para dirigir al Partido Acción Nacional: su amigo Salvador Vega Casillas, y su hermana, Luisa María Calderón, Cocoa.
De acuerdo a Melgar, durante la cumbre panista, el presidente Calderón iba —cosa rara— de mal humor, reprochando, especialmente, la incapacidad de los operadores panistas para obtener mejores resultados electorales el 1 de julio, especialmente en el DF y el Estado de México.
A Calderón le quedan cuatro meses y 20 días como Presidente de México. Es claro que pretende irse de Los Pinos manteniendo el control del PAN a través de Vega Casillas, de su hermana o de algún otro cercano a su entorno político.
Parece que, como ex presidente, Calderón seguirá —seguramente tras unas largas vacaciones e independientemente de que decida quedarse a vivir en México o en el extranjero— prendido, de una u otra forma, de la política nacional. Mediante conferencias, asesorías o algún cargo partidista que justifique su intervención en asuntos internos.
Calderón ya mira hacia las elecciones intermedias de 2015. Y a 2018 donde, desde hoy, se perfila otra mujer para buscar la candidatura presidencial del PAN: Margarita Zavala.
Zavala no sólo es esposa del Presidente y una militante activa, desde adolescente, del panismo. También es una de las cartas fuertes a futuro para el PAN en su intención de regresar al poder presidencial.
Pero ello no le será fácil a la dupla Calderón-Zavala porque, en la otra esquina, está El Yunque y su intención de arrebatarle el control del partido al calderonismo y a sus leales. Esa es otra historia.
¿Y Josefina?
Si rechazó la dirigencia nacional del PAN —sería interesante observarla como una de las cabezas de la oposición política al PRI—, hoy parece tener otros planes.
La columna Templo Mayor de Reforma del domingo pasado publicó que “la ex candidata presidencial ya prepara las memorias de su precampaña y campaña electoral”.
Si es así, será revelador conocer los detalles de esa campaña: desde la falta de apoyo de Calderón hasta las traiciones internas y el desprecio de las figuras panistas hacia Josefina. Empezando por los hombres del Presidente. Ya veremos si Vázquez Mota hace un libro político valioso y del que valga la pena su lectura o nos sale con un ejemplar más de autoayuda personal.
En aquella reunión en Los Pinos —encabezada por Calderón y a la que asistieron Vázquez Mota, Gustavo Madero, Diego Fernández de Cevallos, Luis H. Álvarez, seis gobernadores y figuras y operadores panistas— hubo un “villano favorito”: el ex presidente Vicente Fox, a quien se señala como traidor al PAN.
“El campeón de la deserción fue el judas guanajuatense, quien por 30 monedas para el Centro Fox, olvidó su pasado de gloria…”, recriminó Germán Martínez Cázares en su artículo titulado “¿Debe dimitir Madero?”, publicado en el mismo diario.
No tengamos duda: a Fox lo expulsarán del PAN. Y conociéndolo —a él y a la ambiciosa señora Marta—, no dudemos tampoco verlos, pronto, como nuevos priistas e integrados al presupuesto. Total: es el dinero y el poder lo que los mueve.
Dentro del PAN urge una refundación o, al menos, un regreso a sus ideales. Calderón no pudo cumplir con su máxima de “ganar el gobierno sin perder al partido”, y no sólo ya volvieron a la oposición; también están, hoy, con el partido y su presencia de gobierno como arena entre los dedos.
Por lo pronto, Josefina le dijo que no.
Al inicio de la campaña panista, Calderón empezó sin ser amigo de Vázquez Mota. Y, al final, continuó sin ser su amigo.
ARCHIVOS CONFIDENCIALES
SANJUANA. Inadmisible lo que le ocurrió en Nuevo León a la periodista Sanjuana Martínez, detenida con exceso de violencia por un grupo de policías encapuchados y con armas largas, comandados por la jueza Luz María Guerrero Delgado debido, oficialmente, a un “juicio de convivencia” particular. El fondo, al parecer, son trabajos periodísticos realizados por Martínez, quien estuvo 24 horas en prisión. Lo cierto es que siguen los actos de intimidación contra periodistas. Ya sabremos de algunos más.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario