¡Pregúntame..!
Para los panistas llegó la hora de vender caro su amor… y sacar adelante las reformas pendientes paralizadas por el PRI.
José
Cárdenas
La frialdad de los numeritos confirma el triunfo de Peña Nieto con tres millones 329 mil 785 votos más que López Obrador. Diferencia de sobra para legitimar al futuro ocupante de Los Pinos… sin descontar las impugnaciones armadas para protestar ante el Tribunal Electoral “por la violación de la legalidad democrática y la inequidad de la contienda… y por la perversa manipulación de algunos medios de comunicación y casas encuestadoras” —como afirma el líder del PRD, Jesús Zambrano—.
Mientras, los mismos números que provocan el júbilo priista por la victoria presidencial plantean serios desafíos en el ámbito de la LXII Legislatura.
Las cuentas del IFE hablan, otra vez, de un Congreso dividido.
Si bien el PRI quedará como primera minoría con 249 diputados, sumando a los legisladores del Verde… y agregando una coalición de necesidad con el Panal, el PP (presidente Peña) no tendrá mayoría absoluta… quedó corto por dos legisladores…
En tal sentido, para sacar adelante las reformas que requieran cambios constitucionales, esa masa legislativa, liderada por Manlio Fabio Beltrones, deberá convencer a sus 134 oponentes de las izquierdas (PRD, PT, MC)… y/o a los 115 diputados panistas, pastoreados por José González Morfín.
El PRD y sus satélites detentarán una inmejorable posición de poder. La izquierda se ubica en la disyuntiva de empeñarse en la oposición irracional o sacar provecho de su “rebanadota” de pastel para impulsar su propia agenda democrática.
La política confirmará su eterna vocación como el arte de la negociación…
Los perredistas saben que más allá de la derrota en la contienda presidencial, el resultado electoral es un triunfo. Dilapidar el capital político otorgado por casi 16 millones de votantes, un millón más que hace seis años, sería una debacle.
Para el PAN, las cosas tampoco pintan como Picasso. La “mayúscula derrota” de Josefina Vázquez Mota y los descalabros monumentales en Morelos y Jalisco no se reflejaron en la elección legislativa. El blanquiazul pesará más que el PRD en San Lázaro… pero sin duda, su mayor presencia se ubicará en el Senado, donde será la segunda fuerza política con 38 escaños… y con poder de veto. Sin los panistas, los grandes cambios comprometidos por Peña, simplemente no pasarán.
Para los panistas llegó la hora de vender caro su amor… y sacar adelante las reformas pendientes paralizadas por el PRI. Reformas urgentes en materia fiscal, energética, laboral, de seguridad social y justicia.
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