Internacional / entrevista
«Queremos que Chávez esté en las elecciones para que asista a la victoria de Capriles»
La opositora venezolana María Corina Machado rechaza las encuestas que apuntan a un triunfo del actual mandatario: «están pagadas por el Gobierno». «El país ha abierto los ojos. Hoy, somos mayoría», asegura
Menos
de cien días. Es el tiempo que falta para que Venezuela celebre unas
elecciones presidenciales que la oposición, reunida en torno a la Mesa de Unidad Democrática,
confía en poder disputarle a Hugo Chávez. Tras más de 12 años en el
cargo y pese a sus problemas de salud, el mandatario aspira a ser
reelegido. Una de las figuras más carismáticas de esa coalición de
partidos -encabezada por Henrique Capriles- que hará frente a Chávez el 7
de octubre es la diputada independiente María Corina Machado, la candidata más votada en las elecciones de 2010, que participó ayer en el Campus FAES, de la fundación impulsada por el expresidente Aznar, en la localidad madrileña de Navacerrada.
Durante
una conferencia titulada «La unión de los afines, una esperanza para
Venezuela», Machado calificó de «encrucijada histórica» el actual
momento político en Venezuela, a tres meses de la cita con las urnas. «Una generación puede cambiar realmente el país, la historia de muchas generaciones por venir»,
dijo la diputada opositora, que lamentó que «en el propio país muchos
no asuman la importancia del momento». Machado aludió en su discurso a
diversos factores que podrían condicionar las elecciones de octubre,
como «la salud del presidente, qué van a hacer las fuerzas armadas, cómo
va a actuar la comunidad internacional» o «qué va a pasar con el precio
de petróleo», cuestiones que trató con ABC tras finalizar su
intervención.
—La
coalición de la que forma parte está tratando de captar votantes
acercándose a la gente y conociendo sus problemas reales. ¿Qué les
ofrece su partido?
—El
Gobierno de Hugo Chávez, a pesar de la bonanza petrolera, ha demostrado
su absoluta incapacidad. Él quiere una sociedad absolutamente dominada,
un país cuartel, un país esclavo. Pero ese país ha abierto los ojos.
Venezuela necesita inversiones y confianza, eso es lo que representa
Capriles: superación, respeto. Y hoy somos mayoría los que pensamos así.
—Sin embargo, las encuestas no reflejan esa mayoría y aún siguen otorgando una amplia ventaja al presidente. ¿El mensaje de Capriles no cala o no llega?
—Lo
que dicen las encuestas es para desmotivar, para desmovilizar a la
oposición. Las encuestas en regímenes autoritarios como el venezolano
acarrean un margen de error muy grande, por el miedo... Y muchas son
pagadas por el Gobierno, que desarrolla una estrategia basada en crear
terror, porque sabe que es minoría. Las elecciones en Venezuela no son
justas ni libres. Un ejemplo es que más del 40% de la población piensa
que el voto no es secreto.
—A
pesar de que la información sobre la salud de Chávez es difusa, parece
claro que su enfermedad no le dejar desempeñar sus funciones con
normalidad. ¿Cree que está en condiciones de afrontar un nuevo mandato?
—Chávez
ha estado 200 días fuera de su gestión como presidente. Esto solo
ocurre en un régimen autoritario. Venezuela está a la deriva, Chávez no
está en capacidad de gobernar.
—¿Y no hay forma de demostrarlo y forzar su reemplazo?
—Hacen
lo que les da la gana, porque tienen la mayoría en el Parlamento y
también controlan el Tribunal Supremo. Pese a todo, nuestro deseo es que
Chávez participe en las elecciones, para que asista a la victoria de
Henrique Capriles el 7 de octubre.
—Dígame cuáles serían las tres prioridades de un eventual gobierno de Henrique Capriles.
—Lo
primero, generar confianza, que es fundamental para la estabilidad,
para el empleo, para captar recursos e inversiones y para pagar por las
empresas expropiadas ilegalmente. Lo segundo, traer a los mejores
hombres y mujeres al Gobierno para acabar con la inestabilidad y
aumentar la calidad de vida. Y en tercer lugar, reducir la inseguridad:
el actual Gobierno sabe dónde operan los grupos armados, pero no actúa
por falta de voluntad política.
—¿Qué relación con España promueve su partido y cómo ve la sociedad española a la oposición venezolana?
—La
relación con España es muy importante para nosotros, por ser la puerta
hacia Europa. En los últimos años ha tenido diversos momentos. Esperamos
que los españoles no nos abandonen en este momento, que no nos den la
espalda. Porque hay Estados que reconocen al Gobierno venezolano, que lo
apoyan, a pesar de que el Gobierno de Chávez dejó de ser democrático
hace mucho tiempo.
—¿Se ve ocupando algún cargo en el Gobieno en caso de que Capriles gane las elecciones de octubre?
—Yo
voy a estar donde sea más útil, y ahora ese lugar se encuentra junto a
Henrique Capriles, apoyándole en la campaña electoral.
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