05 julio, 2012

Todo no, nomás tantito…

José Cárdenas

El guión de la película ya estaba escrito. López Obrador no hace más que seguirlo al pie de la letra para protagonizar la segunda representación sexenal de su puesta en escena, mala por conocida… e imponernos su agenda, buena por (re)conocer.
A nadie extraña que el candidato de “las izquierdas” se niegue a aceptar la derrota… tampoco sorprende el camino trazado para impugnar la elección.

El único matiz está en el discurso.
Dice que respetará la ley y actuará en todo momento conforme a derecho… y tiene todo el derecho.
–¿El mismo que tienen sus paleros de amenazar con la beligerancia en defensa del voto?
¡Cuidado!… López Obrador evade cualquier posibilidad de mandar al diablo a las instituciones, por lo menos en sus dichos… y por lo menos hasta ahora… pero corta cartucho y enseña “fierros” y “perros”.
Si Andrés Manuel aún no manda al diablo a las instituciones, sí las somete a difícil examen… a título de suficiencia.
La ruidosa demanda de abrir “todos” los paquetes electorales y contar voto por voto, casilla por casilla, no persigue el afán de transparentar una elección que, sólo para él, y sus paleros inconformes, estuvo plagada de irregularidades e inconsistencias.
Andrés Manuel sabe que el recuento de la elección presidencial no puede ser producto de la buena voluntad de nadie.
La ley es muy clara.
El código electoral (Cofipe) establece en su artículo 295, inciso “D”, las únicas tres razones para abrir los “paquetes” de la votación:
“I. (Cuando) Existan errores o inconsistencias evidentes en los distintos elementos de las actas, salvo que puedan corregirse o aclararse con otros elementos a satisfacción plena de quien lo haya solicitado;
“II. (Cuando) El número de votos nulos sea mayor a la diferencia entre los candidatos ubicados en el primero y segundo lugares en votación;
“III. (Cuando) Todos los votos hayan sido depositados a favor de un mismo partido” (las famosas casillas zapato).
Pero el caso es que la izquierda y su abanderado se vuelven a mostrar como contendientes “semileales”. Sólo aceptan las reglas cuando los resultados les favorecen, como en el caso de la aplastante victoria de Miguel Ángel Mancera en el DF, y las curules y los escaños ganados para el Congreso...
Y cuando no, ¡pues no!
Así que, por lo pronto, y aunque no lo admita, el IFE anunció el recuento de votos en 78 mil 12 casillas de la elección presidencial (más de la mitad); 87 mil 800 para senadores y 86 mil 328 para diputados… por inconsistencias… porque lo exige la ley electoral… y también la “Ley la de la Selva”, así se anuncie como el ejercicio de transparencia más grande en la historia electoral del país…
MONJE  LOCO: Precisamente, no hay “loco” que coma lumbre… por eso el IFE calma a los leones, antes de entregar el circo… y habrá de (re)contar… todo, no… nomás tantito.

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